De color rubí claro de capa media, claro, muy limpio. Reflejos rojizos y anaranjados. Borde amplio, atejado.

Se presenta con mucha expresividad, del todo abierto. Aromas de gran elegancia y finura. Intenso, fragante, inundándonos con apuntes de flores marchitas, bombón en licor, caramelo de toffee y un fuerte componente ahumado de maderas y especias. Resultón, pirotécnico, ligeramente licoroso al ir ganando en fruta negra y un creciente protagonismo de los descriptores de cuadra, animal, duelas envinadas.

En boca es fino y de enorme frescor, ágil, muy puro, con unos taninos tan elegantes y sedosos que cuesta explicarlo. Estilizado pero sin renunciar a ese estilo clásico de Rioja, tan avainillado como cremoso. Excelente acidez, amargosos, notas tostadas, cedro. Una gozada!!!

Un Contino muy de primera época, aún embotellado en botella borgoñona y con todo lo que podemos esperar de esta época dorada de la bodega. Quizás una de las añadas menos atendidas y más injustamente valoradas. Está algún escalón por debajo de las míticas 1981-1982 pero no por ello hay que considerarlo como un vino menor. Nos ha recordado en casi todo al poderoso Contino de 1978 pero más integrado y puro.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/09/contino-1980-reserva.html

Color rubí con ribete anaranjado, capa media - baja.
La nariz es de buena intensidad y sobre todo compleja, requiere buena aireación, en nuestro caso decantación, a pesar del paso de los años ligeras notas de fruta madura, especias variadas, flores secas, tostados y sobre todo muchas notas de finos cueros.
En boca tiene una entrada ligera, elegante, delicado, aire borgoñon, buena acidez, de nuevo recuerdos a cuero, vertical y muy largo. Para recrearse.
Un Contino vivo y que emociona.

Rojo teja con destellos anaranjados, añejado brillante y limpio
pelo animal, musgo, setas
fruta madura ciruelas, pasas
buena entrada sabroso, goloso notas dulces y recuerdo largo
acidez moderada sorprendente, intenso y vivo a pesar de sus 28 años

Catado en el VII Encuentro VEREMA. La bodega llama a este vino "vino eterno". Caoba, de color. Matices teja en ribetes. Corto en ataque; recuerdos de animal, farmacia,caramelo, cacao, ceniza, frutos secos e higos. En boca muestra algunas similitudes con los barolo o los fondillones mediterráneos; elegante, buen paso por boca, acidez aceptable, amplio y largo. Grande.

Picota con reflejos yodados y borde teja. Capa baja. Muy limpio y brillante.
Nariz un poco cerrada en principio, que le cuesta expresarse. Destacan en primer plano las notas de flores marchitas (rosas). Aparecen también ligeros toques de hojarasca e, incluso, notas animales, de almizcle. A medida que el vino se abre, surgen las notas de especias y hierbas aromáticas (sándalo) sobre un fondo dulce de guindas en licor y ciruela negra.
En boca tiene buen ataque, con frescura y una acidez magnífica. Muy amplio. Mantiene aún unos taninos dulces, aunque muy limados, que lo hacen sedoso en el paso por boca. Largo, con una retronasal donde reaparecen los cueros y las notas de flor marchita que surgieron en la fase olfativa.

Rubí de capa media con destellos teja. Nariz de buena intensidad, ligeramente menos expresiva que la del 74 pero limpia y bien definida, algo cerrada, con notas de guindas en licor, suaves recuerdos ahumados, ligeras notas de caja de puros y algunos toffess. La fruta es más bien tímida aunque destaca algo más la negra que la roja. En boca tiene más cuerpo que el 74, con buen ataque, ligera tanicidad, fresco, con buena acidez y bastante buen recorrido.