Venía el Yayo Cisco a vernos a Valencia desde Barcelona, a disfrutar de sus nietos, a pasar unos días tranquilo, cuidado y mimado. Había que celebrar su llegada con algo especial, algo que gustara a pequeños y mayores, algo que nos sacara a todos de la ciudad y al mismo tiempo fuera inequívocamente valenciano.
La idea del arroz fue rápidamente propuesta y aceptada, y una vez
Bodega: Celler Baronia
D.
La Vuelta al Mundo en 80 días
A principios de este mes de julio nos surge la oportunidad de probar el menú en el que Begoña Rodrigo ha estado trabajando últimamente para regocijo de sus clientes durante las lentas, perezosas y placenteramente largas veladas de verano y del que se podrá disfrutar en su terraza al aire libre.
Nosotros nos "sacrificamos" en pos del bienestar
Bodega: Demencia de Autor
D.O./Zona: D.
A las órdenes de Joan
Nueva visita a este clásico valenciano del que sólo cuelgo nota cuando por una razón u otra me sorprenden dentro de su normal y acostumbrado alto nivel profesional y el calor humano que siempre nos profesan, puesto que lo visitamos tan a menudo como la economía, el trabajo y la familia nos lo permiten.
La excusa en esta ocasión nos vino dada por la
Gloria Bendita
Bodega: Coto de Gomariz
D.O./Zona: D.
En una estrecha y recoleta calle de la mejor zona del Barrio de Salamanca de Madrid, la calle Guturbay, y a cinco minutos andando del Retiro, Nacho, César y Flequi emprenden la segunda parte de su aventura vital: La Tintorería 2.
Detrás de una tienda de antigüedades muy propia de la zona, el único aviso de su emplazamiento es una discreta banderola negra que, colgando de
Yo nací al mundo del vino de la mano del vino tinto y hasta hace muy poco tiempo me consideraba una “tinto-céntrica” total y convencida. Sólo había una excepción a esta regla y eran los albariños, su estructura exuberante los colocaba casi al nivel de cuerpo de los tintos, su acidez compensada por la grasa de su bollería me hacía guiños de juventud y juego.
Bodega: Terroir al límit
D.O./Zona: D.O.
Este es uno de esos eventos que se repiten cada año y que en ninguno me gusta perdérmelos. Junto con la de la D.O. Penedés son clásicos que repiten visita a la capital todas las primaveras y de los que siempre guardo grato recuerdo