Probamos:

• Nisia 2011 (Rueda): Ágil, fresco pero estructurado
• La Cana Albariño 2011 (Rias Baixas): Excelentemente compensada acidez.
• Botani 2011 (Sierras de Málaga): Golosina en nariz y en boca para todos los públicos.
• Avanthia Rosé 2011 (Valdeorras): Curioso rosado con mucho cuerpo y fruta.
• Avanthia Mencía 2009 (Valdeorras): Fresca y frutal con el característico punto salino.
• Aquilón 2009 (Campo de Borja): Suaaave, redondo, profundo, laaargo.
• Victoria nº 2 2010 (Málaga): Le confieso amor incondicional eterno.
• Victoria nº 3 Viñas Viejas 2008 (Málaga): Sin ver la botella lo habría tomado por un Tokaji
• Victoria conArte 2007 (Málaga): La moscatel de Alejandría hecha arte.

Una vez asumido que no íbamos a llevar un orden pre-establecido y que nos vamos a dejar llevar por nuestros impulsos, la siguiente parada sería en

Remírez de Ganuza

Desde que hace dos años probara por primera vez el Viña Coqueta, caí bajo el influjo del genio de Fernando Remírez de Ganuza. El infinito mimo con el que cuida la uva se traduce en soberbios vinos.

En esta ocasión probamos:

• Viña Coqueta 2007
• Trasnocho 2007
• Remírez de Ganuza Reserva 2006

El Trasnocho 2007 aunque siempre tremendo, se quedaba corto en recorrido en comparación con la gran añada del Remírez de Ganuza 2006 que simplemente se salía. Pero mi corazón sigue estando junto a la exuberancia y la sensualidad del Viña Coqueta 2007.

Cuando nos disponíamos a cambiar de piso nos encontramos con una mesa que nos atrajo como un imán:

Bodegas Torres

Tras el reciente Encuentro de Foreros de Vilafranca del Penedés, nos habíamos quedado con unas ganas tremendas de probar el famoso:

• Mas La Plana Cabernet Sauvignon 2008, y allí estaba, pidiéndonos con silenciosos gritos que lo probáramos y nos encontramos con una cabernet sauvignon pausada, profunda, redonda y aterciopelada.

También estaba allí el vino que hacen en Concá de Barberá:

• Grans Muralles 2008: Excelentemente logrado coupage de garnacha, cariñena y monastrell, junto con otras variedades auctóconas como la garró y la samsó. Potente, sabroso y muy largo.

La siguiente parada sí era una de las estrellas de la lista:

Bodegas Hermanos Sastre

Los cuatro vinos desplegados sobre la mesa esta vez sí coincidían con los de la lista:

• Viña Sastre Crianza 2009
• Pago de Santa Cruz 2009
• Regina Vides 2009
• Pesus 2009

Todos, todos, todos vinos soberbios: fuertes, potentes, redondos, especiados, suaves, cargados de fruta, en unos casos más fresca, en otros más compotada, con tostados, torrefactos…

Me parte el corazón tener que elegir uno pero creo que podré hacer el esfuerzo de destacar dos: Pago de Santa Cruz y Pesus.

Punto y aparte con la mesa a continuación:

Telmo Rodríguez con

Granja Nuestra Señora del Remelluri

Bodega originaria de Telmo en La Rioja que elabora vinos elegantes y apegados a la tierra:

• Remelluri Blanco: Elaborado con 9 tipos diferentes de uva, es un vino distinto y complejo, de esos que hay que probar con más calma y tiempo para poderle sacar todo su potencial.
• Lindes de Remelluri 2009: Fresco , frutal y agradable.
• La Granja Remelluri Gran Reserva 2005: Expresión de lo mejor de la Rioja clásica y la Rioja expresiva actual.

Compañía de Vnos de Telmo Rodríguez

Nacho, César y Flequi de La Tintorería Vinoteca hacían los honores detrás de la mesa. Delante, a uno de los lados, Don Telmo atendía con una gran sonrisa a todo aquél que quisiera preguntarle algo.

Era cercano, simpático, no le costaba repetir una y otra vez las explicaciones de sus vinos, resaltando siempre la importancia de que cada uno de ellos expresara lo que esa tierra tenía que contar e infravalorando su labor: “…estoy pensando en quitar mi nombre a los vinos, lo que hago yo no es lo que importa, lo que importa es la calidad de la tierra, de la uva y el buen hacer en su manipulación; mi trabajo es lo que viene al final, lo último…”

Su mesa estaba cubierta con posiblemente la mayor variedad de tipos, colores y procedencias de vino, si los hubiéramos probado todos creo que ya no habríamos sido capaces de probar nada más ese día por lo que una vez más tocó decidir y ésta fue nuestra selección:

• Pegaso Granito 2009 (V.T. Castilla y León)
• Pegaso “Barrancos de Pizarra” 2009 (V.T. Castilla y León)
• As Caborcas 2010 (Valdeorras)
• MR 2010 (Sierras de Málaga)
• Mountain 2011 (Sierras de Málaga)

Muy ricos los moscatel malagueños, deliciosa la garnacha abulense del Granito y fantástica la mencía del As Caborcas 2010. Y no fuimos los únicos en pensarlo puesto que fue galardonado “Vino Revelación del Año” y tan revelación que es que no tiene ni etiqueta… ;-) 

Por cierto, aquí coincidimos con José Luis Contreras y nos dimos un abrazo recordando el reciente Encuentro…

Nos apetecía un cambio radical y nos decidimos por los espumosos recalando en primer lugar por

Recaredo

Fue una gran decepción que no tuviera disponible el Turo d’en Mota Brut Nature reserva, también anunciado en la lista pero que no sé si escondía bajo la mesa. Como compensación pudimos gozar del también excelente Recaredo Subtil 2007 BN Gran Reserva, cava de gran personalidad aromática y gustativa.

Gramona

Donde de la mano de un gran comunicador del cual desgraciadamente no recuerdo el nombre probamos:

• Gramona Xarel.lo Font Jui 2010
• Gramona Sauvignon Blanc FB 2011
• Gramona Gran Reserva Celler Batlle 2002
• Vi de Glass Gewürztraminer 2007

Indudablemente quedamos marcados por el gran Celler Batlle de múltiples e intensos aromas y con un pedazo de boca… se queda pegado a la lengua y se niega a abandonarla…

Preguntamos por nuestro apreciado III Lustros pero se les había acabado y no les volvería a llegar hasta la tarde :-(

Pero  lo mejor de nuestro paso por esa mesa fue el gratísimo encuentro con Toni Pérez. Hacía probablemente más de dos años que no lo veía en persona –virtualmente sí y con frecuencia-  Comentamos sus vinos y nos reímos al recordar la cata de Cava Vs. Champagne en la que triunfó con rotundidad el que nosotros creíamos que era champagne y que resultó ser el III Lustros :O

Lo peor, que la mesa se encontraba ubicada en el Triángulo de las Bermudas del Salón Neptuno, en una esquina que formaba un cuello de botella produciendo un colapso igual que el de ¡la entrada a Madrid por la A6 un lunes por la mañana!

Sudando y tras tropezones, empujones, etc. conseguimos salir de la zona cero y nos escapamos a un pasillo más tranquilo, era el momento de visitar a otro buen amigo: Luis Olivan Villobas, que presentaba los grandes vinos aragoneses de Enate y los madrileños menos conocidos de Moradas de San Martín:

Enate

Aquí disfrutamos de cuatro grandísimos vinos:

• Enate Chardonnay 20 Aniversario 2009
• Enate Reserva Especial 2006
• Enate Uno 2005
• Moradas de San Martín Libro 7 Las Luces

Entre estos destacaría el Chardonnay 20 Aniversario 2009: absolutamente de los mejores blancos que he probado en toda mi vida, lo colocaría en mi top 3, y el Moradas de San Martín Libro 7 Las Luces: con este vino se escribe un capítulo nuevo en la historia de la garnacha en Madrid, un capítulo de excelencia que coloca a este vino a la altura de los grandes aragoneses o prioratos.

Tras debatir un rato sobre el futuro del consumo del vino y las diversas estrategias para impulsarlo, dando un paseo observamos la mesa de

Rodríguez Sanzo

 

Es un Inquieto elaborador que busca tierras y viñas por toda España para elaborar vinos con una distintiva marca de elegancia.

Nosotros ya conocíamos su calidad de gran impulsor del vino en ámbitos en los que no se suele consumir y su obsesión por llegar al mercado joven. Aprovechó nuestro reencuentro para adelantarnos en primicia el lanzamiento de un nuevo vino tinto fresco y desenfadado, de precio inferior a 5€ y cuyo nombre hace guiños a los chalados de la tecla como yo... Os seguiremos informando.

De los que probamos allí destacaría:

• Priorato Nassos 2009
• Toro Terras de Javier Rodríguez 2009

Ambos reflejan el espíritu de cada zona pero llevan una marca de frescura que distingue a Rodríguez Sanzo de otros elaboradores.

Salimos a comer y al regresar cambiamos de piso, de zona y de tipo de vino para refrescarnos en la Sierra de Ronda con

Cortijo Los Aguilares

Esta mesa era una de las “imprescindibles”. Hacía casi un año que habíamos probado por primera vez su internacionalmente celebrado Cortijo Los Aguilares Pinot Noir 2009 y habíamos quedado prendados de su elegancia y virtuosismo aromático y gustativo.

Esta vez y con el lujazo de tener la guía de su inspirada enóloga Bibi García, tocaba probar

• Cortijo Los Aguilares Pinot Noir 2011
• Cortijo Los Aguilares Tadeo 2008
• Cortijo Los Aguilares Tadeo 2009
• Cortijo Los Aguilares Pago El Espino 2008

Tanto el Pinot Noir como el Tadeo, elaborado al 100% con uva petit verdot, son vinos para catarlos con calma, son delicados y sensibles y les sientan mal las aglomeraciones y catas rápidas. Sin embargo, el Pago El Espino fue una muy agradable sorpresa. Fruto de la acertada combinación de petit verdot, tempranillo y merlot, este 2008 se encontraba pletórico de facultades, con muchas ganas de hablar y expresar su fruta, su madera, su experiencia de cuatro años; Todas las variedades hablan a la vez pero no discuten, se turnan y modulan sus voces armónicamente.

Caminando por entre las mesas del pasillo central paramos por la de todo un clásico de la tierra castellana:

Bodegas César Príncipe

Siempre es una grata satisfacción departir con Ignacio Príncipe, disfrutar de su pasión por su tierra Cigales, por sus viñas, por su vino… su obsesión porque transmita lo que quiere decir con él, mano a mano con el enólogo César Muñoz; y lo consigue, consigue que añada tras añada, en esta ocasión el César Príncipe 2009, sea un vino que enamore por su inocencia y candidez, por su opulencia y suavidad.

Aún bajo los efectos de esa voluptuosidad castellana, nos dirigimos a otra de las mesas básicas en nuestro recorrido:

Bodegas y Viñedos Artadi

Qué ganas tenía yo de catar todos los vinos que aparecían en la lista… ¡Y todos los tenían encima de la mesa!!!! ;-) Además, la fortuna quiso que todos los que presentaban fueran de la misma añada, la 2010, lo que facilitaba enormemente su evaluación comparada.

• Artadi Valdeginés 2010
• Artadi La Poza de Ballesteros 2010
• Artadi El Carretil 2010
• Artadi Pagos Viejos 2010
• Viña el Pisón 2010

Los tres primeros son vinos de pago, cuyo nombre comparten con el del pago del que provienen. Cada parcela tiene una altitud, inclinación, terreno y exposición solar diferente, por lo que sus características también lo son, no de una manera marcada pero sí sutil y singularizada.

Sin embargo, después de catarlos y compararlos con el Pagos Viejos, fruto de una soberbia fusión de lo mejor de cada uno de estos tres pagos, yo, personalmente me quedo con este último.

Por cierto, Ana Isabel Rodríguez, la representante de la bodega que nos hizo de anfitriona en esta parada, desmintió categóricamente que fuera a desaparecer como se insinuaba en alguna leyenda urbana que ha ido circulando por los núcleos virtuales en torno al vino ;-)

Finalizamos este recorrido haciendo una reverencia al grandísimo Viña El Pisón: ¡Qué pedazo de gran vino! Un vino de ensueño, un vino mágico, que te envuelve y te mece, que te transporta a otros mundos de bosques y duendes…

Cambiamos de aires y volvemos a Castilla para probar los vinos de pago de una de las bodegas que ha llevado a los Vinos de la Tierra de Castilla y León a lo más alto del panorama nacional:

Abadía Retuerta

Probamos

• Pago Negralada 2009 Barrica (Tempranillo)
• Pago La Garduña 2009 (Syrah)
• Pago Valdebellón 2009 (Cabernet Sauvignon)

Cada uno elaborado con una uva diferente, los tres son magníficos exponentes de la versatilidad del terreno del que proceden y de la maestría de la bodega a la hora mostrar la máxima expresividad varietal.

Decidimos terminar con una de las grandes estrellas e inédita para nosotros, lo cual nos llenaba de excitación e ilusión. Nos acercamos a

 

Marqués de Murrieta

Que ni más ni menos presentaba los siguientes vinos:

• Dalmau 2009
• Dalmau 2007
• Castillo Ygay 2004
• Castillo Ygay 2001

¿Y qué puedo decir de estos vinos que no se haya dicho ya antes? La inclinación ante ellos es sencillamente obligatoria: qué elegancia, qué clase, qué cuerpo, qué aromas. Fuimos muy afortunados por poder catarlos ya bien aireados y eran los cuatro vinos que te elevaban y grácilmente te volvían a depositar en la tierra con su humedad, su fruta que juega al escondite apareciendo y despareciendo, con sus sutiles notas tostadas, con su negra profundidad.

Tienen un largo camino por delante, en especial el Dalmau 2009, pero los Castillos Ygay, en particular el 2001, ya estaban plenamente disfrutables. Si me obligaran a tener que elegir, y teniendo que ser esta elección forzosamente subjetiva, mi corazón se quedó con el Dalmau 2007.

No quiero resultar pesada y creo que quince mesas por post es más que suficiente. Quedan otras quince o incluso más, para un próximo post.

Si habéis llegado has aquí, gracias y sobre todo, espero que os haya resultado ameno e interesante.