Puck

Y por fin comimos garbanzos ;-)

Visita Otoñal al Restaurante La Pitanza

Croquetas caseras

El asunto de los garbanzos estaba pendiente desde el post sobre mi primera visita a este restaurante. El querido forero Jerónimo, viendo cuanto había disfrutado de mi primera experiencia pitancera, no pudo dejar de recomendarme los platos de legumbres que allí servían una vez entrado el otoño.

Siendo gran aficionada a este tipo de guisos, en especial a los garbanzos, nos prometimos probarlos en cuanto las frías temperaturas acogieran el calor de su humeante caldo.

Pero no nos iba a resultar tan sencillo…

El primer intento fallido

Un sábado de mediados del mes de noviembre, reservamos mesa a mediodía con la intención de darnos este homenaje. Siendo calurosamente recibidos por el gran Joan, nos ubicó en la misma mesa de nuestra primera visita, algo que agradecimos por los gratos recuerdos que nos traía.

Nos ofreció el menú de mediodía que como siempre, era una delicada y equilibrada combinación de creatividad con lo que el mercado tiene que ofrecer día a día.

Tras dos entrantes, el plato principal era un apetecible “Arroz Caldoso de Caza” pero nosotros teníamos una misión que cumplir y le preguntamos a Joan por la posibilidad de sustituir este arroz por unos garbanzos marineros, a lo que nos respondió con su amabilidad habitual que por supuesto, que no habría ningún problema.

La comida fue transcurriendo animadamente mientras el restaurante se iba llenando. Habíamos tomado un aperitivo de “Croquetas Caseras”, seguido por una deliciosa “Sopita de Castañas de Otoño” que infundía vida a un muerto, y por un “Tronco de Atún en Escabeche”.

Al haber terminado éste, y en uno de sus viajes cargado de platos, Joan nos hace un guiño diciéndonos que el arroz estaba en camino. Yo le miré interrogante y le dije

-¿El arroz, Joan?

Joan sonrió un poco desconcertado pero siguió su camino.

A la vuelta traía un caldero de hierro con el suculento de Arroz Caldoso de Caza. Yo pregunté a Javi con la mirada y al final decidimos no decir nada. Dimos cuenta de tan delicioso plato y pasamos al postre, aunque debo reconocer que yo me sentía algo decepcionada.

Tras el café, las copas y la agradable charla con Hugo y Soraya, que nos explicaron orgullosos la gesta a la que se enfrentó la intrépida Belén al frente de los fogones de La Pitanza, orquestando y dirigiendo la vertical de once arroces que habían servido a un grupo de entusiastas foreros de Verema la noche anterior (ver crónica en la sección de restaurantes).

Al pedir la cuenta, finalmente decidimos descubrirle a Joan su despiste.

A los que le conozcáis no os cabrá la menor duda de que se le cayó el alma a los pies, a los que no, os diré que la frustración que se leía en su cara por no habernos podido servir lo que deseábamos, nos hizo sentir tan culpables que le prometimos formalmente que volveríamos muy pronto para resarcirnos.

Vamos a por el segundo

Dos semanas más tarde, Javi me dijo que teníamos reserva en La Pitanza para comer garbanzos marineros el viernes por la noche. Valencia estaba sumida en la celebración gastronómica de la Cuina Oberta y yo me preguntaba si el menú que se preparaba específicamente para este acontecimiento incluiría mis deseados garbanzos.

Javi me indicó que perdiera cuidado, que era el empeño personal de Joan el que comiéramos garbanzos esa noche.

Somos acogidos alegremente al traspasar la entrada, nos esperaban.

Nada más superar los escalones de la angosta escalera que desemboca en ese comedor que ya es como el comedor de nuestra casa, Joan nos recibe con un cálido abrazo doble y nosotros le presentamos una botella de Cortijo Los Aguilares Pinot Noir 2009, uno de los mejores Pinot Noir de Europa (ganador de dos medallas de oro en el Mondial du Pinot Noir de Suiza) y considerado por muchos el mejor Pinot Noir de España.

Lo habíamos recibido hacía pocos días y no lo habíamos catado antes. Nos hacía ilusión probarlo con nuestros amigos si ellos tampoco lo habían hecho, como afortunadamente fue el caso.

Aprovechando que el primer plato del menú lo componían un excelente “AguaiSal”, excelente selección de encurtidos de Alcoy con ali-oli casero –impresionante señores- Joan se llevó el vino a enfriar y nos trajo una botella de la soberbia manzanilla pasada La Bota, de Equipo Navazos, que acompañó con gusto la “Sobrasada Boronat” casera que hacía pareja con los encurtidos.

 

Cuando nos sirven las cazuelitas de cerámica tapadas que contienen el intenso “Caldo de Invierno con Bola Trufada”, se presenta en sociedad la botella de Cortijo de Los Aguilares, aportando como credenciales un fino vestido color frambuesa con reflejos rojizos y ligera textura, y unos aromas iniciales a uva pasa, muy intensos y definidos, acompañados de fruta roja dulzona, casi de chuche.

Entonces pasa a saludarnos Belén, la valiente cocinera que ya comenté  no se arredró ante el reto de cocinar once arroces diferentes, tanto en texturas como contenidos, para los más que exigentes paladares de Verema.

Casi la obligamos a sentarse con nosotros y compartir nuestra botella de vino.

Ella nos pone como condición que no dejemos de atacar el más que sabroso “Tomate con Bonito” que tenemos delante, una exquisitez en su sencillez gracias a la frescura de sus ingredientes y su sabio manejo.

El Pinot Noir de Ronda en boca es una exquisita realidad frutal, de paso ligero pero amplio desarrollo que llena la boca y deja un excelente postgusto amargo, que le da ese punto de contraste perfecto.

En animada conversación nos cuenta la aventura -hasta entonces desconocida por nosotros- de los garbanzos marineros que pondrán al poco encima de nuestra mesa:

Jueves por la noche, Belén habla con su hermano Hugo por teléfono quien le pregunta si tiene previsto hacer garbanzos para el día siguiente, a lo cual contesta que no, que no está dentro del menú de la Cuina Oberta por lo que no lo tenía planeado.Joan que está siempre al quite le espeta: -Pues tendrá que haber garbanzos- y Belén le contesta interrogante, Joan insiste -Tendrá que haber garbanzos marineros mañana, Belén- y ante tanta insistencia ella le comunica a Hugo que habrá garbanzos marineros al día siguiente aunque le suponga el madrugón de dejar los garbanzos en remojo a primerísima hora y cambiar su agenda de mercado.

Tras colgar, Joan le cuenta la anécdota de nuestra anterior visita y la pobre Belén se pone en marcha inmediatamente para satisfacer nuestro antojo, pues se había llevado la impresión de que nuestra cita garbancil era para el mediodía.

La realidad superó nuestras expectativas

Su rico y profundo aroma los precede y cuando nos enfrentamos visualmente a ellos, sabemos que ya estamos entregados a esta delicia llamada “Garbanzos Marineros con Langostinos y Yemas de Erizo”. Belén nos ruega que procedamos y ya con la primera cucharada sucumbimos ante la ternura de la legumbre y el intenso pero equilibrado y redondeado sabor del caldo y de sus tropezones de mar.

Una vez satisfecha nuestra ansiedad, nos disponemos a esperar con calma el “All i pebre de Rape” que era nuestro siguiente reto, cuando al ver nuestros platos más limpios que tras pasar por el lavaplatos, nos preguntan si queremos repetir garbanzos ¿alguien duda cuál fue nuestra respuesta?

Entretanto, la nariz del Cortijo ha pasado de la fruta roja fresca a la fruta roja en licor y gradualmente, su color aromático va oscureciéndose, apareciendo el bosque, con un tímido aroma a tierra recién humedecida, seguido por la piedra y una sutil acidez.

Javi elige la “Tarta de de Chocolate con Cremoso de Turrón” de postre y yo prefiero pasar, pero no me hacen el menor caso y me traen un plato que al final no puedo por menos que probar y derretirme como su turrón. Joan nos ofrece como acompañamiento un vino dulce y helado elaborado con garnacha 100%, del que ahora desgraciadamente no recuerdo el nombre pero que era una delicia.

Y entonces reaparece Belén y deposita un paquetito de regalo sobre nuestra mesa. La interrogamos con la mirada y sonriendo, nos dice que es nuestro regalo de Navidad adelantado, por si por lo que sea no volvemos a coincidir hasta pasadas las Fiestas.

Lo abrimos sin demora y nos encontramos con un tarro cristal identificado como Pisto Casero, envasado y envuelto con mimo y con nuestro nombre escrito a mano: “El Pisto de Mara y Javi”. Casi se nos saltan las lágrimas por tanta demostración de aprecio y cariño que bien quedan reflejados en este pequeño tarro de cristal.

Le rogamos que comparta una última copa del vino rondeño con nosotros y comprobamos que la fresa ácida se ha hecho dueña de todos los aromas. Su boca sin embargo mantiene la elegante combinación del sirope de frambuesa con el ligero amargor de la sal del mar.

Esta elegante dama malagueña demostró hasta el último minuto que era capaz de desenvolverse con estilo y soltura ante los diferentes retos culinarios y de desplegar sus diferentes caras sin limitación degustada en solitario, para que, finalmente, reconozcas que es tan sólo una e inimitable.

Los cafés son acompañados del notable fondillón alicantino Casta Diva 2000, que junto con el Garnacha dulce fueron invitación de la casa.

La cuenta:

Cualquiera, y nosotros mismos los primeros, hubiera pagado una fortuna por disfrutar no sólo de una cena, sino de una maravillosa velada como ésta en tan buena compañía, pero el pedacito de papel sobre el platillo decía que por cabeza no llegábamos a pagar *35€…

*Sin vino, lo llevamos nosotros

 

  1. #2

    JaviValencia

    Excelente relato niña. Dicen que el que la sigue la consigue. Una increible velada para encumbrarla entre las mejores.

    Besitos!!!

    PD; Antes de terminar este 2011 volvemos. Ya tengo en mente el dia, y no es precisamente el 28 ;-)

  2. #3

    Jeronimo

    Me alegra que te gustaran, además lo de las Yemas de Erizo creo que es nuevo y le tienen que dar un sabor a mar aún más pronunciado.
    Espero tener el gustazo de conocerte en febrero.

  3. #4

    Jeronimo

    en respuesta a JaviValencia
    Ver mensaje de JaviValencia

    Y eso que estaba contigo, esos garbanzos en buena compañía, (yo por ejemplo) los hubiera disfrutado más, jejeje
    Una abrazo muy fuerte.

  4. #5

    JaviValencia

    en respuesta a Jeronimo
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    Es que si estás tú lo mas normal es no levantar la vista del plato, eso es el motivo por lo cual se disfruta más de los garbanzos ;-)

    PD; Traerás el penacho?

  5. #6

    Mara Funes

    en respuesta a JaviValencia
    Ver mensaje de JaviValencia

    Mereció la pena ¿verdad? y menudo vinazo!!!

    Ya me contarás los planes que tienes pensados ;-)Un besito

  6. #7

    Mara Funes

    en respuesta a Jeronimo
    Ver mensaje de Jeronimo

    Estaban sencillamente espectaculares, se merecían un post por sí solos; el sabor a mar estaba presente en cada cucharada, pero no era apabullante, estaba perfectamente ensamblado con la legumbre y la yema de erizos le aportaba una sensación casi carnosa.

    El resultado, un gran plato de tierra y mar de invierno, que calienta el cuerpo y abriga el espíritu.

    El gustazo será mío Jerónimo. Un fuerte abrazo,

    Mara


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