Color picota, capa media-alta, ribete morado, limpio.
Olor a fresas, fruta madura, humo, tostado, gominolas, ligeramente especiado.
En boca tiene una entrada debil, ácido, aspero y verde.

Color picota oscuro de capa alta, ribete morado.
En nariz está muy presente la fruta negra, lácteos y ahumados (me recordaba al queso Idiazábal).
En boca, los taninos pueden pulirse un poco más, tiene un paso por boca largo, equilibrado y muy sabroso.

Picota oscuro. Reflejos granates. Fruta negra, con recuerdos de orejones (¿algo maduro?).
Clavo, especias, pimienta, madera, torrefactos. Cálido en boca, buenvino. Amplio y goloso; largo recorrido, buena acidez. Equilibrado, con taninos dulces y suave. Post-gusto largo.

Rojo picota capa alta.
aromas intensos a frutos negros, tostados de barrica.
muy buena potencia frutal sobre una buena crianza.
en boca tiene buen volumen, redondo.
parece un vino mediterraneo(un shiraz-cabernet), por esa potencia aromática y diversidad, más que un ribera.
un muy buen vino.

Color rojo picota de capa alta.
Nariz: Seductora. Creo que es lo que predomina en él.
Fruta negra a raudales, madura, asomando levemente la madera,
bien ensamblada,aportándole matices tostados. Lácteos.
Boca: Equilibrada. Entrada potente,largo recorrido, con los taninos por pulir.
Postgusto largo y sabroso. Laaargo. Repetiré.

Color rojo picota con ribete cereza. Capa alta y sin menisco.
En boca abunda la fruta roja en su punto, acompañandole notas anisadas, balsámicas y de regaliz.
Su entrada en boca es suave y de paso rápido-medio. Taninos maduros. Goloso. Persistente. Madera elegante y bien integrada.

Rojo picota muy cubierto. Vino potente y clásico... aunque con una proporción de fruta que puede reportar un viraje interesante. Es una tempranillo clásica pero, me pareció en su momento, mediterraneiza. Mantiene la presencia de la madera pero no inunda su presencia, permitiendo el mantenimiento de la fruta, no como en otras creaciones de la bodega. No es excesivamente caro.

Me ha sorprendido por su estructura en boca y su tanicidad, un tinto para guardar y olvidarse durante al menos dos años que doble y la madurez le confiera un carácter amable en boca.

Mi botella poco tiene que ver con otra cuya etiqueta rezaba Emilio Moro Crianza 2005 en lugar de Vino nº 5 del Desafía, ¡esto es lo grande del vino!, para que luego algunos gurus afirmen que poco cambio hay entre botellas, sin tener en cuenta la partida, la botella y el estado de ánimo del catador, aunque en esta ocasión parto de la mayor objetividad por respeto a la Bodega y a Verema. Sentenciando que este vino nº 5 es un señor Vino.

Visual de media intensidad y ribete ligeramente evolucinado.
En Nariz despliega notas vegetales que nos recuerdan a la Cabernet -sin serlo- puntas dulces que roza la pasificación que recuerdan a la Petit Verdot. Aunque no he encontrado una tinta fina frutal aunque su tanicidad le confiere aún el protagonismo a la serie vegetal y aromas procedentes de su crianza.
En boca sus taninos sabrosos solicitan botella para reposar en tranquilidad. Excelente acidez y buen final.

Capa media, color granate y límpio. Lágrima fina y rápida.
Balsámico, fresco y muy aromático.
Cuerpo medio, bunea acidez y con taninos duros. Destacan notas a totasdos y chocolate.
Final muy largo.

Visual: Capa media alta
Nariz: Algo alcohólico, frutos negros y notas balsámica
Boca: Áspero, astringente, secante. Frutal