De color cereza madura con ribetes violáceos y capa alta. 

En nariz y a copa parada ya presenta mucha carga frutal con aromas de frutas frescas como moras negras, grosellas, zarzaparrilla, conforme oxigena se torna complejo, aparecen especias, canela, pimienta. Y sigue cambiando conforme vamos agitando, gran complejidad aromática.

En boca es fresco y goloso a la vez, de paso amplio marcado por una muy buena acidez, con el toque justo de amargor. 

Muy complejo y muy equilibrado. 

Vino de color picota con ribetes violáceos y buena capa.

Nariz de gran intensidad con marcado carácter frutal, también fruta negra sana, toda ella transmite frescura y a la vez potencia. Envolventes notas especiadas y ligeros tostados muy finos.

En boca muestra gran acidez, poderoso en el paso, potente con frescura, frutal, amplio, jugoso y de gran persistencia.

Un vino diferente de Emilio Moro.