Castillo Ygay Gran Reserva Especial 1989
Castillo Ygay Gran Reserva Especial 1989
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
13,00%
Varietales:
75% Tempranillo, 13% Mazuelo, 10% Garnacha y 2% Graciano procedentes de las 300 hectáreas de viñedos en la Finca Ygay.
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 50 a 99,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.06
/
95
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
8,8
ELABORACIÓN
4 años de crianza en roble americano y después un mínimo de tres años en botellero.
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Opiniones de Castillo Ygay Gran Reserva Especial
OPINIONES
12

Que uno ve el comentario anterior y se acongoja cosa mala (acojona quiero decir, pero estamos en horario infantil). Pues ale, sacacorchos y tira millas.

Para variar, me carguel el corcho. Me ocurre en 11 de cada 10 veces, no preocuparsen que es cosa de mi torpeza, no del corcho.

Pueeees a ver cómo lo digo... Pedazo de vino. Laaaaaaargo como un día sin pan. Pero largo, largo, largo, larguísimo del copón de Avignon. El asunto va de que huele a Rioja clásico, su algo de fruta queda, su trémulo especiado, bien de cuero. Entra como un tiro, fino, delgado; una línea entre tus labios y lo que te llega al cerebro. Pim-pam-pum, here I am! Y una vez tragado, sigue y sigue y sigue y sigue... persistencia infinita, toque ¿salino? ¿yodado? y acidez de la que te hace salivar como un chucho de Pavlov. ¡Más! ¡¡ Requetemás !!

El vino se inventó para hacer cosas así.

(PVP: 25,52 EUR ... en el año 2000-2001 o así)

Botella en muy buen estado de conservación.

Extraemos corcho con sacacorchos de láminas. Bañado en vino rojo picota oscuro hasta casi la mitad del mismo. Huele perfecto.

Decantamos entre 30-60 minutos. Servido en copas anchas de balón.

Visual

Rojo picota de capa media-alta con mucha menos evolución que la botella probada hace casi 2 años, ribete cereza-transparente-rubí con ligerísimos reflejos atejados muy leves, bastante limpio (los posos han quedado en las paredes de la botella) y brillante, con excelente y abundante lágrima de lenta caída. (9,5)

Nariz

De elevada intensidad y complejidad; vino perfectamente abierto y evolutivo, sin reducciones ni aromas raros en este caso.

Fruta negra madura (pero sin excesos de maduración), especias, tostados, regaliz, vainilla, balsámico-mentolados súper elegantes, toffee, cacaos, sotobosque, ligero barniz, finas maderas, ligeras notas de nuez moscada, setas y algunas flores marchitas que redondean el conjunto olfativo fenomenalmente bien. 

En nariz parece un vino mucho más joven (como de la segunda mitad de los años 90). Excelente. (9,7)

Boca

Ataque de buen peso y contundencia controlada, sedoso, elegante, muy fresco, de gran volumen en boca, acidez elevada, taninos ya muy dulces pulidos y redondos, fluido y vertical a pesar de su expansividad, densidad media tirando a media alta, buen cuerpo y estructura media-alta. Final larguísimo con notas de frutos negros, especiados, cacaos y mentolados en un retrogusto de un equilibrio y redondez descomunal; en vía retronasal reaparece toda la complejidad olfativa del vino, con unas maravillosas flores marchitas, mentolados, tostados, sotobosque y sutiles setas que lo redondean estratosféricamente bien. (9,6)

Segunda botella de este vino, disfrutada con Bojos Pel Vi el 30 de marzo pasado. Bastante mejor que la anterior. RCP muy buena.

En el caso de esta botella, la visual y la nariz parecían de un vino más joven, sin embargo, la boca ya está mucho más redonda y, aunque creo que podría aguantar algunos años en botella, creo que está en un momento óptimo y maravilloso de disfrute con casi 29 años de vida (y no veo razón para aguantar el vino mucho más tiempo si hay más botellas y oportunidad de descorche).

Botella en muy buen estado de conservación. Sin moho debajo de la cápsula. Sacamos el corcho primero con sacacorchos de dos tiempos unos milímetros para, de esta forma, facilitar introducir mejor las láminas del sacacorchos de láminas. Lo extraemos entero pero ya deshaciéndose por algunas zonas interiores. Eso sí, su función la ha hecho bien, no está muy bañado en vino rojo picota por el interior y huele muy bien (sin defectos).

Decantamos más de 1 hora.

Visual: rojo picota ocre (parece un pelín coñac ya en su color) de capa media-alta, ribete anaranjado transparente, bastante limpio (los posos han quedado en las paredes de la botella) y brillante, con excelente y abundante lágrima de lenta caída.

Nariz: de bastante intensidad y muy buena complejidad; algo reducida al inicio pero que con la aireación mejora y mucho; fruta negra ya casi pasificada, higos secos, pan de higo, balsámico-mentolados, algo de ralladura de naranja, barnices, especias, notas de pólvora, cacao amargo, algo de cuadra, monte bajo, toffee, desván y algunos cueros, carne y notas de sangre.

Boca: ataque fresco y sedoso, pulido, de medio volumen y densidad, acidez bastante alta, tanino presente y rico, muy pulido y redondo, dulce, con notas a fruta negra pasificada/seca. El vino entra directo para luego terminar expandiéndose en boca. El final es muy largo con postgusto ligeramente amargoso-dulce y balsámico con retronasal a finas maderas, regaliz y monte bajo. Estupenda complejidad. A mayor nivel la boca que la nariz.

Excelente clásico, uno de los mejores de la añada 1989 en la DO Ca Rioja.

RCP buena teniendo en cuenta sus 27 años y el precio que podía costar hace unos años (30 y pico €, muy lejos de los ya 85-90€ actuales de las añadas recientes: 2004-2005).

Creo que aún puede vivir en botella un tiempo (tiene tanino, acidez y estructura para ello), pero viendo cómo está ya, mi intuición me dice que está en el momento de mejor madurez y estimo que no va a mejorar mucho más en botella. Es decir, a sus 27 años de vida, ha llegado el momento de beberlo. Me queda otra botella más de esta añada, por tanto, no esperaré mucho más (a lo sumo semanas o meses) en darle matarile ya que, como digo, tiene buenos mimbres para resistir pero no creo que mucho más tiempo en botella vaya a aportarle mucho más.

Vino color picota madura con ribete granate-teja, capa media alta, limpio, brillante y lágrima abundante.
En nariz con buena intensidad, nada más descorchar, abundantes notas de especias, sobre todo vainilla, con notas de fruta roja madura, ciruela pasa y evolución hacia un monte esplendoroso, romeros y tomillos, con algo de eucaliptus, pura armonía, tras horas de evolución aparecen leves tostados que se quedan en un segundo lugar, perfumado, elegante, expresivo y bien hecho.
El paso por boca, suave, amable, afrutado, cuerpo medio, largo recorrido, acidez punzante, equilibrado, fruta roja y monte en armonía, con un tanino bien pulido y redondo.
Retronasal, afrutada.
Postgusto, largo y muy bueno.

Estos vinos no pasaban de 30€, hoy en día están a casi 70€, veremos si nos dan en un futuro lo que estos ochentones.

Rubí con ribetes rojizos, capa alta.
Buena intensidad en nariz, algo reducida en el inicio pero ganando con el aire poco a poco. La fruta es más bien negra y en sazón con un fondo especiado y balsámico, trazas de caza de pelo y tabaco, piel curtida y ahumados. Complejo y muy distinguido, con unos incipientes terciarios, pero siempre con limpieza.
En boca es un vino en plenitud, con una magnífica acidez y un paso con cierta concentración, dejando un largo recuerdo final donde aparecen las especias, las frutas maduras y los balsámicos, con un tanino todavía presente pero ya integrado y una larga persistencia que invita a seguir bebiendo.
Nos encontramos ante un Ygay entre dos mundos, aquellos clásicos con decenas de años de crianza y los actuales, con apenas 36 meses. Este se parece más a los últimos pero tiene aspectos de los legendarios como la profundidad aromática y la persistencia en boca. Uno de los mejores Riojas del 89.

De color cereza granatoso de capa media-alta, brillante, vivo, limpio. Reflejos rojizos y anaranjados. Sensación de grosor, lágrimas gruesas. Borde mínimo, atejado.

Rioja de estilo clásico, terciario, resultón, maduro, de buena intensidad aunque de un estilo que en muy poco recuerda a los antiguos Castillo Ygay. Al abrir rezuma maderas finas y cremosos, ahumados, vainilla, y una cantidad cada vez más presente de fruta roja reducida, mondadura de naranja, orejones, que con el tiempo va adquiriendo un potente matiz vegetal a menta seca, hojas de té, hiedra... Gana en amplitud y registros especiados, canela, cueros y un tostado intenso que va cubriéndolo todo. Acaba apalancado en las habituales notas de establo, de humedad, térreos. Agradable pero sin la dosis de complejidad que nos gustaría encontrar

En boca lo mejor es la nerviosa acidez que encaja perfectamente en su carácter frágil y fresco. Taninos pulidos, sabroso, con un ligero tostado y cremoso muy grato de beber. Hay especias, amargosos finos, y la sensación de estar ante un vino ya hecho, redondo, que no pide más espera. Quizás haya llegado ya su mejor momento. Las dos botellas que nos quedan van a caer en unos días. Mejor de lo esperado.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/10/castillo-ygay-1989-gran-reserva-especial.html

No hay mucho que aportar a lo que han dicho los maestros anteriores.
Genial su complejidad en nariz, con notas iniciales de barro cocido que van derivando en tierra húmeda y trufa. La fruta en principio es roja y macerada en licor, como fresas o cerezas, dando con el tiempo matices cada vez más frescos. Amplia gama de terciarios: tabaco rubio, humo, ceniza, chocolate, café, coco, mentolados y especias dulces (vainilla, canela y pimienta). Zumo de naranjas frescas.
Fresquísima acidez cítrica, con paso muy largo y fino. Taninos dulces. Amable.
Retrogusto cítrico.
Como un chaval y disfrutable de la primera a la última copa.

Coincido con lo ya dicho. He aquí un vino para aquellos que defenestran a los Riojas con ciertos años (no muchos en este caso) a sus espaldas. Vivo, alegre, con fruta, ahumados, humedades iniciales y restos de barro y tostados. En boca tiene gran estructura, acidez intensa, tanino todavía por redondearse y hacerse algo más elegante. Ojalá se pudiera probar otra mucho más adelante. Muy rico.

He disfrutado bastante con este pedazo de vino. Un vino que se nota elaborado para aguantar bien en botella y evolucionar muy bien con los años.
La nariz es de buena intensidad con aromas a frutos rojos, en conjunto con una buena dosis de terrosidad, un suave aroma a cuero y hoja de tabaco y algunas notas de madera que no sobresalen en absoluto y que irá integrando.
En boca es una delicia, muy buena estructura, pero nada agresivo, tanino en su justa medida y equilibrado con una agradable acidez que le da mucha vida y frescura. Muy largo.

Comienza a vivir este chaval de 19 años.

Rojo picota de capa media.

Jarreado en decantador.

Aromas a frutas rojas, fresas, especiado.

En boca está enterísimo este vino, con tanino vivo y firme y brillantísima acidez. Todo un espectáculo de uno de los pocos supervivientes de lo que llaman Rioja clásica. Clásico por intemporal. Yo me adhiero a esta definición de la RAE:Dicho de un autor o de una obra: Que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier arte o ciencia.

Brillante ejemplo de buen hacer. Aunando potencia muy bien entendida, riqueza frutal, estructura y con una madera que aun está presente pero que ni ofende, ni molesta ni quiere ser protagonista.

Pletórico.

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