Castillo Ygay Gran Reserva Especial 1998
Castillo Ygay Gran Reserva Especial 1998
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
13,00%
Varietales:
85% tempranillo, 13% mazuelo y un 2% garnacha tinta.
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 30 a 49,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.7
/
94
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,2
ELABORACIÓN
Posee crianza de 41 meses en roble americano.
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Opiniones de Castillo Ygay Gran Reserva Especial
OPINIONES
16

Sin duda tiene mucho merito despues de 24 años que el vino esté disfrutable, pero sin duda tuvo mejores momentos.
Destacan los aromas de cafe o mejor de caramelo toffee, cueros limpios y toque vegetal, tanto que a ciegas nos lleva a un cabernet sauvignon.
La fruta se encuentra en segundo plano y muy madura, lo mejor en boca es la acidez que mantiene el esqueleto del cuerpo.

Es de un rico e intenso aroma, de fondo especiado, a maderas finas, a hierbas medicinales, grato aspecto láctico y un agradable tostado. Hay mokas, café. pimienta negra, vainilla junto a un rico y dulce alcohol. La fruta es roja, bien madura, con presencia, junto a una fruta negra compotada, sin exceso. En el fondo reposa una sensación balsámica, notas a regaliz, tabaco turco, cedro, mieles, delicadas ceras y pimienta piperita...

En la boca el vino se muestra amable, redondo, con cierta frescura junto con un tanino brioso, envalentonado. Hay jugosidad envuelta en la sazón de la fruta y esa rica crianza especiada, muy fina, elegante, en su justo punto, sin abusos. Es largo y persistente, se bebe con agrado, deja un agradable recuerdo envuelto en arándanos, pimientas, hierbas secas, café, caramelo toffee, vainilla y mentol.

Cupatge de Tempranillo, Mazuelo i Garnatxa tinta amb una criança de 41 mesos en barriques de roure americà.
A la vista color vermell robí de capa mitja-baixa amb rivet ataronjat amb llàgrima fina net i brillant.
Al nas és mostra intens i complex, marcat per les espècies, clau, vainilla i canyella del roure i records de fruita vermella en licor acompanyada per tocs de pell de taronja seca, agradables torrats i fumats amb records de tabac i cuir, tot amb molt d'equilibri.
A la boca és d'entrada sedosa, suau i molt fi, amb una acidesa amb molt de nervi, marcada i uns tanins fins i agradables, records dolços de la vainilla amb un post gust especiat i torrat amb un final llarg i persistent.

De color rubí rojizo de capa media, claro, brillante, límpido, translúcido. Reflejos grandinos y anaranjados, luminoso. Borde amplio, atejado. Potente, abierto.

Un mandoble de capas y capas de madera tostada, ahumados, especias dulces (vainilla, nuez moscada), mondaduras de naranja y frutos en licor. Va sacando cueros, cuadra, tabaco inglés, etc. Tan correcto como aburrido y falto de emoción.

En boca es redondito, suave, avainillado y muy muy justo de acidez. Da la impresión de cierta sobremaduración de la fruta, licorosa, que se funde a un dulcedumbre que lo acaba envolviendo todo. Confitado, con cierta pesadez después de unas copas. Corto.

Conjunto resuelto, excesivamente previsible pero ordenado, sin defectos. Todo en su sitio pero lastrado por la indefinición y una total falta de futuro. Un Castillo Ygay venido a menos, a medio camino de todo, que seguro que gustará a quien se aproxime a él por primera vez pero que palidece ante el recuerdo de lo que llegó a ser esta mítica marca riojana. Un vino como este no merecería ni la etiqueta de reserva de Murrieta de principio de los 80. Ahora pasa por ser un referente de Rioja y la bodega no para de subir precios. Hete aquí el Retablo de las Maravillas, el nuevo filón de la tontunada que cosecha a cosecha representa un afrentoso sainete de contubernios de críticos, prescriptores y de la propia bodega. Da risa? No, pena!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/11/castillo-ygay-1998-gran-reserva-especial.html

Sigo pensando que esta añada está mejor que la controvertida 2001 (en estos momentos). Cuenta con todas sus especias amaderadas, pero menos, por lo que la fruta se nota más y le da un mayor equilibrio. Ha sido mi última botella y al igual que en la anterior, el corcho estaba totalmente humedecido. La pena al terminar con las reservas en este caso es menor, por el momento vivido y por el acierto de haberla abierto antes de echarla a perder. Estuvo guardada con mimo, pero lo del corcho es común a muchos Rioja clásicos. Elegante como él solo y con el "punch" habitual.

Una vez más lo disfruto. Casi que han transcurrido dos años desde la anterior cata y sigue igual. Solo me preocupa el haber encontrado el corcho totalmente mojado incluso manchando la cápsula, cosa que me hace estar alerta ante la última botella que me queda y puede que ello implique el consumirla antes de lo que llevo en mente.

Obviando esta vez su color, quisiera destacar su intensidad, llega a ser hasta punzante, con el toque clásico de las fresas y ciruelas maceradas en aguardiente junto a las especias dulces como el clavo, la madera de siempre, curtida, y el toque de elegancia, ante tanto poderío, que suele dar el tabaco.

En boca repite ese poderío y sello tan de la casa, tiene nervio y acidez, la fruta es escarchada, retronasal a tabaco y un postgusto muy largo. Desde luego su trago puede con cualquier plato de caza.

Una vez más... ¡me encantan los Murrieta!.

Color rojo rubí de capa media, ribete teja con fina lágrima.
En nariz aroma a frutas rojas con suaves tostados de su larga crianza, notas especiadas con recuerdos avainillados y a cuero.
En boca entrada y recorrido elegante y sedoso, buena fruta y acidez, se nota su largo envejecimiento en barricas, nobles taninos pulidos, final sedoso y persistente.
Abierto a medio día pero bebido para cenar, necesitó mucha aireación, el cambio se le notó bastante.

El color se ve algo más intenso que en añadas anteriores, con frutas rojas, llena la boca, destacando una agradable acidez, es largo, sabroso, sutil. Un gran vino, que nos recuerda a los riojas de antes, si. Creo que las próximas añadas podrán estar un nivel por encima. A mi parecer carece de cierta estructura, y la crianza resulta algo oxidativa, pero son características que deben tener estos vinos.

La madera (los 41 meses todos y cada uno de ellos) y el alcohol estaban muy integrados, es un gran trabajo de tempranillo, con fruta roja elegante, llena la boca, es largo, sabroso, sutil, y aún podemos decir que es un chaval. Un gran vino, riquisimo, me devuelve a la Rioja que me gusta y la que cada vez es más dificil de encontrar. Vinazo que podemos encontrar por algo más de 30€, así que encima tiene un buen precio.

Decantado 30 minutos.
Otra botellita de este excelente rioja de corte clásico.
Picota con ribete anaranjado. En nariz, fenomenal y nostálgico despliegue de aromas terciarios acompañando la fruta. Ahumados, tostados, tierra humeda, cuero y maderas. Elegante e intenso aroma. En boca barre con elegancia y armonía componiendo un sabor clásico muy equilibrado. Acidez y tirantez justas. Estupendo ejemplo de por qué no deben perderse estos vinos arrasados por el tsunami frutal y parkeriano.

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