Marqués de Murrieta Ygay Etiqueta Blanca 1980
Marqués de Murrieta Ygay Etiqueta Blanca 1980
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
12,90%
Varietales:
Tempranillo, 50%, garnacha, 40%, mazuelo 10%
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.35
/
97
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
8,5
ELABORACIÓN
Permanece durante 12 meses en depósitos para finalizar la fermentación maloláctica y reposar antes de pasar a criarse en madera. El vino madura durante 24 meses en barricas usadas de roble americano de 225 litros. Filtrado con membrana antes de ser embotellado. Un mínimo de 18 meses de guarda en botellero en los calados de la bodega antes de ser comercializado.
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
VER MÁS
Opiniones de Marqués de Murrieta Ygay Etiqueta Blanca
OPINIONES
5

Color con algo de precipitado, poco rojo, caoba o café con ribetes ladrillo, capa baja.

Intensidad media, algo cerrado, sorprende, nada predomina, mueble viejo, algo de brandy, fruta negra licorosa, caja de cedro, complejo, Ciruela, juanola, café con leche, cueros, animales. Va ganando aromas en copa.

Boca con volumen, final explosivo de fruta licorosa, muy vivo, tabaco, ciruela, acidez que sujeta al vino, untuoso, tacto aterciopelado,  tanino maduro, cuerpo medio, amapolas, un vino aún muy disfrutable y vivo. Sorprendente.

Y hoy le toca el turno a este Murrieta etiqueta blanca, del cual el maestro Helios nos pone los dientes largos en sus valoraciones anteriores. Nuestra botella (comprada en 2014) presenta un nivel de líquido justito, en la base del cuello. El tapón lo pudimos sacar con mucho cuidado usando el abridor estándar de tijeras aunque se encontraba tintado y húmedo en toda su longitud. Lo dejamos abierto por espacio de tres horas y media y procedimos a su valoración a 18°C.

VISUAL: Espectacular su color picota de capa alta con un estrecho ribete en tonos teja y ocre. Su lágrima es escasa, lenta, gruesa y transparente (97).

OLFATIVA: En nariz percibimos aromas balsámicos intensos de gran calidad. Después una vez más disfrutamos de la riqueza aromática de estos Murrietas; asoman frescos herbáceos de montebajo (tomillo), especiados de clavo y pimienta negra, notas de polvorilla y naftalina, olivada negra, flores marchitas, regaliz de palo, tierra mojada así como una buena pátina terciaria en donde encontramos cacao en polvo, pelo animal, cuero curtido, caja de puros y roble, mucho roble, con sutiles recuerdos tostados. Tremendo tanto su complejidad y en su intensidad, brutal este bouquet, quizás poco refinado, pero apabullante (94).

GUSTATIVA: En boca... pues vinazo intenso, corpulento, de alta acidez y tremenda extracción. Taninos maravillosamente dulcificados que le aportan un poco de refinamiento. Paso por boca sedosito y de gran amabilidad que da lugar a unos aromas retronasales que nos traen recuerdos de fruta escarchada, mermelada de higos y duelas envinadas. El post-gusto es licoroso con apuntes sanguíneos y largo, muy largo, casi cuatro minutos nos da su persistencia. Es un portento, tras cuatro horas abierto está hecho un animal, poderoso, intenso y demoledor, una botella digna de recordar, sí señor!. Es verdad que estos "etiqueta blanca" a veces nos alegran con sorpresas un tanto inesperadas y más en añadas menores, pero como siempre decimos, es en esas añadas en donde se reconocen las grandes bodegas (95).

La RCP la considero muy buena. Pese a costarnos 35 euros la botella pienso que los vale sobradamente.

MARIDAJE: Pues nos acabamos la botella en tres tandas. La primera compartió mantel con unos contramuslos de pollo a la salvia, la segunda con un chuletón cuencano de 500 grs con tomillo y mellocos y nos la terminamos con nuestro surtido de embutidos ibéricos y quesos. Haremos especial mención al maridaje con el chuletón, apuntes cárnicos y herbáceos en total sintonía con los recuerdos licorosos y sanguíneos de nuestro vinazo. Una delicia riojana que engrandece cualquier plato, qué barbaridad!!

Salud-os!!

Mantiene una buena estabilidad de color. Rubí rojizo de capa media, limpísimo, con destellos brillantes, rojizos, anaranjados, borde claro, teja, amplio con diferencias notables con el menisco. Como en la primera cata, el corcho está impecable, sin signos de su edad y sin haberse impregnado de vino.

Aromas a fruta roja confitada de mucha potencia (ciruelas, fresas, picotas), guinda escarchada, con un deje licoroso a endrinas en sazón, pacharán, y un fondo varietal perfumado a pétalos secos, flores marchitas, tomates deshidratados. Abierto y sin complejos, sin rastros de excesiva reducción, y una expresión de crianza muy sutil que sólo aporta unos suaves cremosos, algo de café aromático y un asomo tímido a manteca de cacao.

En boca responde a lo ya olido. Estamos ante un vino vigoroso, corpulento, grueso y afrutado. Es sabroso, sin artificios ni pretensiones de complejidad. Ha envejecido de forma asombrosa cargando con toneladas de fruta roja reducida que se ve apoyado en una marcada acidez, muy Murrieta, y en unos amargosos de calidad, casi balsámicos, mentolados, picantes, que aportan frescor al conjunto. Después de tantos años mantiene taninos y estructura. Honesto y rústico. Un vino para disfrutar!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/06/marques-de-murrieta-etiqueta-blanca-1980.html

Leyendo la nota de cata de Fede Vidal parece que estamos ante dos vinos diferente. Botella en muy mal estado, cápsula rasgada, etiqueta manchada, pero el corcho excelente. 50% tempranillo, 40% garnacha, 10% mazuelo. 1 año en depósito, 24 meses en barrica y 18 meses en botellero antes de ser comercializado.

Veamos: de color rubí de capa media, brillante y limpio, apenas diferencias entre menisco y borde. En nariz es limpio y potente, con una cantidad exagerada de fruta roja en compota, tomates secos, duelas envinadas, granos de café. Es un estilo en sí mismo, sin detalles de enorme complejidad pero de una factura impecable. No para de crecer al respirar. En boca es de gran entereza, corpulento, graso, austero, concentrado y con una garnacha en apogeo, frutoso, picante, especiado, corpulento, de una rusticidad encantadora. Ha envejecido sin perder estructura, con mucho tanino y vivacidad. Todo ello con el sello de fuerte acidez de los viejos Murrieta, que lo llena todo. Realmente un vino notable, de una añada menor de la que es muy difícil beber encontrar algo que detaque, lo que confirma eso que el Etiqueta Blanca a veces salía sapo y otras príncipe.

Etiqueta y capsula en muy buen estado. Corcho en muy mal estado.
Rubi de capa media con borde muy evolucionado al teja . Mucho poso.
Aroma tenue de reducción en botella: caramelo, cueros finos, hierbas muy secas, chocolate , fango con toques anisados.
En boca cuerpo ligero y muy suave, equilibrado a la baja, excelente retroolor , sensaciones anisadas en boca, un poco ajerezado, largo, extraña sensación de succión en boca. Vino iniciando el declive pero todavía muy agradable de beber.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar