De color rubí rojizo de capa media-alta, limpio y brillante, sin un excesiva apariencia de evolución. Borde mediano, cobrizo.

Aromas de media intensidad, algo diluido e impreciso al abrir la botella. Se nota que está necesitado de aire para ganar en expresión. Va dando suaves notas de guindas, flores marchitas, pimienta rosa, hojas de té, cacao tostado y un matiz de torrefactos de fondo que viene y se va.

En boca está vivo, con buena acidez cítrica y apuntes amargosos más que correctos, casi asilvestrado (salvia). Fresco, ligero, con un deje balsámico. Se bebe con placer. El primer vino riojano del 77 que nos llega con vida y que somos capaces de revivir en la sala de urgencia. Ni de lejos es el mejor Etiqueta Blanca que probamos pero a su favor hay que decir que mantiene ese espíritu alegre y desenfadado del gran crianza de Murrieta a pesar de los inconvenientes propios de la cosecha. No dábamos nada por él y nos ha acabado por convencer.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/09/marques-de-murrieta-etiqueta-blanca-1977.html