Marqués de Murrieta Gran Reserva 1978
Marqués de Murrieta Gran Reserva 1978
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
12,90%
Varietales:
60% tempranillo, 30% garnacha, 10% mazuelo
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 30 a 49,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.76
/
99
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
10,0
ELABORACIÓN
Selección de uva en mesa a su llegada a la bodega. Despalillado y prensado con máxima celeridad. Permanece durante 12 meses en depósitos de hormigón vidrado y en grandes tinas de madera de la época fundacional. El vino pasa a las barricas por gravedad sin filtrado. 10 años de crianza en barricas de roble francés. Filtrado con membrana antes de ser embotellado. Un mínimo de 2 años en botellero antes de ser comercializado.
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OPINIONES
3

Volvemos con esta segunda botella adquirida en 2015, ocho años después de la compra y seis años después de haber abierto la primera (2017), la cual fue todo un espectáculo y queda constancia de ello más abajo. Un vino con 10 años de crianza en barricas y con un mínimo de dos años en botella, casi nada... El recuerdo de la primera botella es imborrable, algo estratosférico. Un buen estreno de la temporada de vinos durante las vacaciones de verano en nuestro Benicasim del alma. Abrimos la botella con el abridor de lamas, dejamos que respire por espacio de dos horas y procedemos con su valoración a 17°C.

VISUAL: De capa media-alta, rojo cereza, con un amplio ribete en tonalidades rubí con notas atejadas. Cristalino y brillante, con una lágrima esbelta, transparente y escasa (94).

OLFATIVA: Mantiene una gran frutosidad de entrada, fruta acompotada, mermelada de frambuesa, culís de fresa y fruta escarchada. Curioso que con sus 45 años a cuestas, lo primero que se aprecie en nariz sea la fruta, alucinante. Agitamos y percibimos un puntito alcohólico de guindas en licor, especiados de canela y vainilla, sensaciones dulzonas olfativamente. Al rato asoman notas viejunas de flor marchita, balsámicos de regaliz, herbáceos de té negro potentes, fúngicos de trufa negra, y apuntes de desván, de armario cerrado y hojarasca húmeda. Con un toquecito achocolatado y un fondo de duela envinada, licoroso y amaderado, con recuerdos de ebanistería fina de gran elegancia. Una auténtica delicia, esa frutosidad junto con el toquecito de la madera, brutal, de intensidad media-alta y tremendo en complejidad (95).

GUSTATIVA: Otra vez este vinazo, qué barbaridad!, copia exacta al difrutado en 2017. Tiene una acidez que va subiendo de intensidad poco a poco, con la frutosidad y la licorosidad llenando todo el paladar. De tacto super sedoso, con los taninos dulces, transmitiendo sensaciones de vino de altísima calidad. Qué delicadeza, me hace sonreír de gusto ):, estamos ante algo GRANDIOSO con mayúsculas, con una licorosidad machacante e inmutable. Muy bien estructurado, con el tanino ave fénix, aportando un paso por boca que es puro terciopelo. En retronasal percibimos aromas de rosas marchitas, dando paso a un post-gusto frutoso, con notas de mermelada de cerezas, con un toque avainillado delicioso y con la madera de fondo, muy presente, roble y tostaditos alucinantes. Glamuroso y elegante, rozando la perfección (99). Qué pasote!!

La RCP la mantenemos en excelente, 47 y 50 euros por dos botellas de este nivel, con 10 años de crianza, es una auténtica ganga.

MARIDAJE: Lo abrimos con un suculento entrecotte gallego a la plancha, y nos lo terminamos con un platazo de jamón 5 J´s y un surtido de embutidos ibéricos con un queso curado de oveja. Sensacional en ambos maridajes, licorosidad, fruta y madera intensas en absoluta armonía tanto con las notas cárnicas como con las grasas, qué espectáculo amigos. Gran inicio de temporada estival sin duda.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/b6fuG0Klnfo

Salud-os!!

Hoy va a ser un gran día. Le ha llegado el momento a esta botella de Murrieta con 10 años de crianza en barrica, lo cual por desgracia, es actualmente muy inusual. Qué ganas le teníamos. Además el nivel de líquido es bastante bueno, justo al final del cuello. Decir que intentamos abrirla con el abridor de lamas pero el tapón se nos iba hacia adentro por lo que decidimos utilizar el abridor estándar de tijeras y casi milagrosamente conseguimos sacar el corcho intacto. Estaba tintado en toda su longitud pero muy compacto, largo y de gran calidad. La cata se realizó a 18°C.

VISUAL: Viste un color rojo rubí añejado de capa media con un amplio ribete en tonos teja. Lágrima abundante, esbelta y transparente (88).

OLFATIVA: A copa parada presume de aromas frutales acompotados, densos y profundos (culis de fresa). En movimiento es algo escandaloso, un no parar de matices con notas herbáceas de montebajo y regaliz de palo, apuntes viejunos a desván, fúngicos de trufa negra, flores marchitas y polvorilla así como unos finos especiados de canela, vainilla, fenogreco y nuez moscada. Como fondo aparecen unos sutiles terciarios consecuencia de sus 10 años de crianza: duelas envinadas, madera, mucha madera, notas de chocolate, caja de puros, café torrefacto y elegantes tostados de la barrica. Qué grande!, una delicia aromática en la que uno no puede parar de oler una y otra vez. Fantástico y sofisticado bouquet (96).

GUSTATIVA: En boca es un animal, ataque impactante, amplitud abrumadora y con una acidez que mantiene por todo lo alto después de 39 años. Los taninos perfectamente dulcificados formando parte de una estructura pétrea de gran elegancia. Hay un fondo amaderado omnipresente que armoniza el conjunto creando una sensación única en boca de calidez. Redondeado de un modo sublime, ha llegado a un equilibrio con la fruta que lo convierte en algo fascinante. Retronasal con apuntes de mermelada de frambuesa, orejones y fruta escarchada sin dejar de mostrar los recuerdos amaderados. Persistencia eterna, casi cuatro minutos, minutos de enorme goce con un postgusto dulzón encantador que embelesa. Madre mía, qué maravilla, esférico e inolvidable amigos. Nos queda otra botella que guardaremos para de aquí unos años ya que sin duda tiene cuerda para rato. En el podio de las mejores bocas que he tenido el placer de catar, uhmmmmmmm...(99).

La RCP la considero excelente, conseguí dos botellas, una por 47 euros y la otra por 50 allá por 2015. Para la calidad que atesora un verdadero regalo.

Maridamos esta delicia en dos ocasiones. En la primera acompañó un surtido de ibéricos y un magnífico queso añejo de oveja al romero. En la segunda a un suculento solomillo al tomillo con unas patatas al parmesano. Exquisita la combinación con el jamón de bellota, incluso con el potente queso supo lidiar y sobreponerse. Respecto al maridaje con el solomillo local, una vez más rozamos el cielo. Jugosos apuntes cárnicos perfectamente compensados por su descomunal acidez, un tira y afloja aromático en total armonía. Murrieta inolvidable.¡Larga vida a los viejunos!
Salud-os!!

Espectacular color rojizo rubí, brillante, luminoso. Mantiene una estabilidad y el aspecto de tratarse de un vino de 1994/1995, de enorme entereza, borde anaranjado, muy ancho. Una auténtica sacudida en nariz: potencia y complejidad. Estamos ante un clásico universal, un gran vino de Rioja, con mayúscula, y sin parecido. Perfecto!! Lo tiene casi todo y todo en su lugar: un torrente de verdad, de humildad, altísima expresión, elegancia difícil de igualar. Un ejemplo de la pureza riojana llevada al paroxismo. Prácticamente sin signos de reducción, trufa negra, cedro. Apabullante por su complejidad y su buen estado después de 35 años. Tiene todo lo que hay que pedirle a un gran Murrieta, con esa enorme paleta maderas nobles, trufa, castaña, cuero viejo, abedul ruso, cedro. Pletórico y en plena forma, lleno de matices de calidad y de una complejidad que te deja sin habla. Hay algo mágico en los vinos del Marqués que te hacen pensar que no todo está dicho. En boca es la elegancia elevada al cubo, dando sentido a la palabra equilibrio pero dotado esa enorme acidez que caracteríza a las mejores cosechas de Murrieta. Sabroso, se te pega en el paladar con enorme fuerza. Hay mucha fruta roja madura arropada por esa intensa acidez, por esos taninos esculpidos en granito, con una trama complejísima y una estructura tiránica. El vino hecho poesía. Lo mejor de Rioja embotellado para la eternidad.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/04/marques-de-murrieta-1978-gran-reserva.html

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