De color amarillo pálido con destellos dorados, limpio y brillante.
Nariz de buena intensidad y complejidad con notas que recuerdan al mango fresco, también manzana madura, cítricos dulces, coco fresco y recuerdos a vainilla.
En boca es seco, fresco, con buena acidez, de buen cuerpo, la crianza está presente y bien ensamblada dando marcadas notas especiadas y también vegetales antes de un final muy buena persistencia.
Amarillo límpido con destellos dorados. Aroma vivo, tropical, flores, especias, miel. En boca fresco, lleno de matices. Membrillo, cítricos. Algo salino. Madera presente. Amargor final. Buena acidez y estructura. Muy interesante con buenas perspectivas de mejora.
Amarillo pálido, limpio y brillante
En nariz es muy chulo, aparece mango, pomelo, coco,vainilla, floral, ligera madera, vainilla y membrillo; todo bien conjuntado.
En boca tiene buena entrada, es amplio, buena acidez, rico, con ligero cítrico, afrutado y con un final largo y muy gustoso
Color amarillo pálido.
Es de un aroma rico y meloso, perfumado. Hay flor de mimosa, heno, cítricos, membrillo dulce y mango que entroncan con un corte meloso y algo profundo de lías, toffee, coco y vainilla. Es todo un recital en equilibrio.
En boca la entrada es fresca, gracias en parte a una rica acidez. La madera está algo más presente que en nariz, aún y todo, armoniosa, se deja beber, es fluido y paladeante. Viene el recuerdo de la nariz junto con hierbas secas y manzana. Ahora es una gozada pero me deja una sensación de que te pierdes lo mejor, conviene darle tiempo.
Conde Valdemar Finca Alto Cantabria es el primer vino que en su añada 2019 sale al mercado con el añadido en su etiqueta de "Vino Singular" de la DOCa Rioja. Esta calificación de Viñedo Singular hay que recordar que es la única de las nuevas etiquetas aprobadas por la DOCa Rioja que exige parámetros de calidad. Para esta nueva añada, también cambia la presentación a una botella tipo burdeos, con una etiqueta más personalizada.
A la vista presenta un color amarillo pálido pajizo, sin mucha intensidad, con tonos verdosos, limpio y brillante. En nariz se entremezclan los aromas primarios de frutas blancas y amarillas con hueso, cítricos, flor blanca, con las notas más derivadas de su crianza como frutos secos, vainilla y algún toque láctero. En boca es bastante complejo, con peso y untuosidad, con los taninos bastante pulidos pero mostrando su capacidad de guarda, con un final bastante largo, fresco y persistente, con marcada acidez. En retronasal aparecen en primer lugar las notas de la crianza, pero bastante atenuadas, sin ser agresivas, para dar paso a una sensacion cítrica y fresca.
Con un PVP de unos 14 euros, me parece un magnífico vino blanco de guarda de Rioja.
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