ANÁLISIS & CATA. Una Garnacha moderna, fresca a la vez que intensa. Un vino que ofrece juego en la copa por la complejidad que desarrolla, sus aromas lo forma la fruta muy bien rodeada de sensaciones maduras y aromas procedentes de la crianza durante 10 meses en barrica de roble fran´cs Apareciendo toques de tofee y resultando fresco en boca. Una garnacha fina y sabrosa.

Vamos a encontrar madurez y frescura, dos sensaciones que unidas conformn un buen vino. En la copa se van desarrollando aromas licorosos, balsámicos, especiados y con recuerdos a cafetales. En boca es muy agradable sus taninos son finos y le aporta estructura. Un vino para disfrutar de la Garnacha sin complicaciones, pero sin renunciar a las ricas y variadas sensaciones de este oxidativo varietal.

CREAMOS Momentos. CREAMOS Emociones
Nos situamos en Zaragoza tierra de Garnachas y en uno de los mejores restaurantes de Espña Restaurante River Hall Zaragoza y su propuesta Costillar de Cordero lechal rustido con Parmentier de patata al Romero, vamos a difrutar con la combinación.

Galería fotográfica ->http://www.akatavino.es/portfolio-items/conde-valdemar-garnacha-2008-88-puntos

Visual_ Rojo picota de capa media y ribete granatoso. Limpio y brillante. Lágrima abundante densa de caída lenta.

Nariz_ Buena intensidad. Predomina la fruta roja en su punto de madurez, bien integrados los tostados y notas de tofe de la crianza, notas lacticas y un ligero fondo vegetal.

Boca_ Entrada ligera. En el paso de boca se muestra con cierto volumen, media estructura, con taninos algo marcados pero elegantes, acidez correcta y un ligero amargor final. Duración media.

Color granotoso de intensidad media, brillante, ribete violáceo.
En nariz se muestra con mucha fruta roja madura, moras, flores rosas, fondos balsámicos, regaliz y ligeros tostados.
En boca tiene un paso ligero, suave, acidez correcta. Equilibrado. Tanino no molesto que irá puliéndose.

A la vista no parece una garnacha convencional ya que su color granate de baja intensidad se aproxima mucho más a los típicos pinot noir borgoñones. En nariz destacan especialmente la intensidad de los aromas de fruta roja fresca y también en sazón, violetas, especias y ligeros tostados. En boca tiene una entrada ligera y bastante equilibrada, con recuerdos florales en el postgusto si bien todavía muestra una cierta astingencia que debería ser domada con el tiempo en botella.