Vimos este vino en una web y nos llamó la atención tanto el tipo de uva usada como la añada, ya casi un viejuno con 16 añitos a cuestas. Edición limitada, ésta es la botella n° 4.965 de 11.682 producidas. Leemos que: "Maturana tinta es una variedad autóctona de la Rioja, de la familia del cabernet Sauvignon, que se utilizaba para coupage y mejora de los vinos de Rioja y que debido a la calidad de los vinos resultantes ha terminado por ser un monovarietal por derecho propio. Se considera que la Maturana procede de una variación genética o un cruce de alguna variedad de la familia del cabernet Sauvignon con la variedad Castets. Castets es una variedad francesa de uva tinta que se cultivaba históricamente en la región de Aveyron. Si bien existen algunas plantaciones en el suroeste de Francia, los números de la variedad están disminuyendo y ahora está casi extinta. Su alto contenido en pirazinas, que son las sustancias que producen el aroma a pimiento verde, hacen que se piensa más en el cruce con la Cabernet Sauvignon. No en vano se le suele llamar a la Maturana, el Cabernet de la Rioja.". Y volviendo a lo nuestro, abrimos la botella y esperamos 90 minutos antes de proceder con su valoración a 17°C. Corcho largo, compacto y tintado en algunas zonas hasta 1 cm desde su base. 

VISUAL: Color rojo picota de capa muy alta, con una ligera turbidez y con un ribete en tonalidades cerezas y con algún reflejo ocre y atejado, denotando algo de edad. Su lágrima es abundante, gruesa y transparente. Gran color para su edad (93).

OLFATIVA: Pelotazo de fruta en compota, mermelada de mora y uvas pasas bastante marcadas. Enseguida asoma un puntito vegetal de pimiento verde (las pirazinas) junto con notas minerales de arcilla mojada, seguidas de variopintos apuntes aviejunados: armario cerrado, desván, polvorilla, chocolate negro y cuero viejo. También hay matices de regaliz, y otros más licorosos y amaderados de duela envinada junto con notas tostaditas del roble. Fantástico, mantiene alta intensidad con 14 años y además tras hora y media abierto (93).

GUSTATIVA: Buena pegada y a la vez muy delicado. De gran elegancia, amoroso, con un paso por boca aterciopelado, licoroso y muy amplio. Nos sorprende esta maturana, con una tremenda frutosidad, con notas de culís de fresa, de orejones y fruta en sazón, con aromas retronasales de guindas en licor y rosas marchitas. Tanino muy dulce pero presente, aportando sensaciones de estado mesetario. No parece un vino del 2008, esa gran pegada, su volumen y su carnosidad, como que aparentan menos edad. Post-gusto que transmite fruta en primer término, dejando paso de inmediato a los aportes de la crianza en barricas, madera, tostados y duelas envinadas. Persistiendo unos 3 minutos en boca, fabuloso. Qué maravilla de vino, gran trabajo de Bodegas Valdemar y muy grata sorpresa la verdad (93).

La RCP atendiendo a que nos costó 19 euros me parece excelente, rareza por la que pagaría bastante más visto lo visto.

MARIDAJE: Lo abrimos con una pechuga de pollo a la salvia con papas chaucha. Otro día lo acompañamos de un delicioso rabo de toro, y nos lo terminamos con unas alubias pintas con costilla. Maravilloso en todos los maridajes, destacando el rabo de toro. Los intensos sabores cárnicos y especiados armonizaron a la perfección con la frutosidad y la licorosidad de nuestra increíble maturana. ¡¡Qué delicia amigos!!

VIDEOCATA:  https://youtu.be/jNCXHvl7gXk

Salud-os!!

Parece mentira que ante tantos herbáceos aún se pueda atisbar su tipicidad riojana. De color cereza oscuro, de buena capa, con la orilla ya atejada. Aroma potente, complejo, hierbas frescas de monte, balsámicos que suman en intensidad, resina, mentol... grano de café verde, fruta silvestre verdosa aún. En boca tiene nervio, queda claro que se ha pulir más, pero sin embargo muestra una mayor frutosidad respecto a su nariz. Hay que darle más botella sin duda, aunque cuente ya con su atractivo.