De color rojizo marronoso de capa media, claro, abierto. Reflejos ambarinos y granadinos, brillante, limpio, con una buena cantidad de precipitado en la base de la botella. Borde estrecho, anaranjado, marcado respecto al menisco.

Inicialmente muestra un pefil de vino más moderno que el resto de añadas anteriores, lo que dificulta ubicarlo como vino de esta bodega. De fuerte intensidad, algo brusco, marcado por la barrica (cacao tostado, carbonilla) y un fondo especiado y vegetal a carbón, tizones, turba... Viene con poco aire, apretado, sin espacio para acabar de expresarse. A pesar de darle tiempo le cuesta ir a más y desprenderse del corsé de madera que lo constriñe. Va sacando apuntes de fruta macerada, ciruelas pasas, pero sin acabar de darse completamente.

En boca se muestra más pausado y abierto. Graso, voluminoso, con buena estructura y concentración. Taninos dulces, cálidos, en un conjunto bien resuelto pero quizás algo falto de chispa y complejidad. Le falta subir un par de peldaños para medirse con los Conde de Valdemar de cosechas anteriores al 94.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/100009/01/conde-de-valdemar-1994-gran-reserva.html

Cereza, irisaciones encarnadas. Torrefactos, compotados, ciruela, mineral, cacao. Taninos dulces, acidez agradable, untuoso, con volumen, buen recorrido, elegante. Gran vino