Un vino muy correcto, fresco y amable de color amarillo pálido, brillante. En nariz aromas a fruta blanca. En boca entra bien, es suave y ligero, equilibrado y con muy buena relación calidad precio.  

Estamos con mi hija pequeña y mi esposa en un bonito restaurante ubicado en la misma playa de Benicasim, cenando con el ruido del mar de fondo y con unas vistas magníficas. Me pido este vinito en formato 3/8 pues sólo bebo yo para acompañar una cenita de tapeo. Nos sacan la botella de la vinoteca, nos sirven, y tras esperar unos 10 minutos procedo a su valoración a unos 8°C.

VISUAL: De color amarillo pajizo pálido, con tonalidades verdosas y reflejos acerados, muy brillante (82).

OLFATIVA: Asoman notas de fruta blanca (pera conferencia) y con hueso (albaricoque). También encontramos apuntes cítricos de zumo de limón, florales de jazmín y algo de manzanilla.  Sutiles aromas de baja intensidad, díficiles de apreciar pero con cierta complejidad (84).

GUSTATIVA: Presenta una acidez alta, seco y de tacto cremoso. Salino y cítrico en el paladar. En retronasal surgen notas de fruta blanca y almendras crudas. Post-gusto untuoso, con sabores minerales de albariza propios del suelo donde creció y con un final ligeramente amargo. Persistencia corta, apenas 30 segundos. En la línea habitual, vino sin muchas pretensiones, muy agradable de beber, amable donde los haya y en verano una delicia  (85).

La RCP es de lo mejor, en tiendas cuesta unos 4.50 euros así que la considero excelente.

MARIDAJE: Nos dimos un buen festín con el tapeo: Pulpo a la brasa con allioli, mejillones al vapor, navajas plancha, sepia con salsa verde, pescadito frito y jamón ibérico salmantino. Destacaremos el maridaje con las navajas, estupendas, ni un granito de arena, con esos sabores marinos y yodados que tan bien armonizaron con los apuntes de albariza y el toque cítrico alimonado de nuestro palomino fino. Velada deliciosa en compañía de mis amores.

Salud-os!!