La saca de primavera tiene la flor más viva y en la de otoño permanece más latente. Eso es lo que dice la teoría. En esta Solear pasada, notamos más dosis oxidativa que biológica y aún así, nos encontramos parte de ambas: toques metálicos, flores secas, panadería, mantequilla, sal… En boca es un vino sin una gran concentración, pero con mucha elegancia y rectitud. El alcohol combina bien con el resto del conjunto y muestra un perfume que no embriaga. Aunque viene presentada en formato de 375ml. estoy seguro de que tiene que envejecer bien.