Elegir un vino, un infierno significable, un cielo de placer, los pecados de potencia sensitiva no pueden ser escondidos a los Dioses, habiendo hecho gracia de destapar una botella comienza esta distinción; resistirse a abrir un buen vino es una cuestión de actitud y yo no quiero ser un saltador de acantilados que no se arroja porque lleva las uñas demasiado largas. "La libertad para elegir... quizá sea la única idea verdaderamente moral que el hombre haya creado" (Isaiah Berlin).
En lugar de con sangre y arena me quedo con vino y tierra, el vino es el vehículo entre las personas, el terruño y el cielo; una bebida prodigiosa, casi sobrenatural, es movimiento y amor, es el infinito hecho vida. No puedo entender cómo hay tanta hermosidad y gentileza en el mundo del vino si sólo somos gente de campo, somos vagabundos que habitamos y bebemos viñedos, sólo los señores y la naturaleza son poseedores de territorio.
Barbadillo tiene más de 200 años, y tú, ¿cuántos tienes? Un lapso de tiempo donde la casa ha nutrido y criado a un ingente montón de nativos de blancas tabernas. Amor, no te emborraches, mira que te aviso, la casa de un tabernero puede convertirse en la de un jabonero, quien no cae resbala o se clava una vinosa púa en el espíritu.
"El vino nos enseña que el estado de embriaguez no es otra cosa que la forma superior de sobriedad, la vida iluminada" (Béla Hamvas).
Vista: color ámbar con el ribete de cobre, limpio y muy brillante.
Olfato: en nariz encontramos inicialmente aromas de yodo y brisa marina, tiene un trasfondo cítrico con un toque dulce de caramelo de toffee; en otro plano encontramos aromas de frutos secos, almendra y nuez, un poco de albaricoque seco, setas crudas y un delicado punto balsámico final de resina de pino.
Gusto: la entrada en boca es muy fresca y elegante, con un tacto sedoso y fino, salino y cítrico con un punto amargo. Es delicadamente explosivo, te golpea el paladar con una suave esponja de glicerina, el amargo en el fondo del paladar y el picante en la punta de la lengua, todo un conjunto de emociones desbordadas que encuentran su equilibrio atrapadas en una cárcel de dientes y muelas.