Cata 298 Peña La Verema. Pinot Noir-Chardonnay en Goya Gallery
Cata de la Peña La Verema, espumosos en doble ciega con la temática chardonnay y pinot noir, y no solo eran champagnes.
Cata de la Peña La Verema, espumosos en doble ciega con la temática chardonnay y pinot noir, y no solo eran champagnes.
El pasado jueves 21 de abril celebramos la cata 260 de la Peña la Verema en el restaurante Fierro, organizada por Juan Such, con el lema: “Tintos 2007 y 2008 con varietales y zonas muy diferenciados”.
Si bien cada vez tomo menos carne de forma regular, el producto me interesa cada vez más y disfruto como nunca con las buenas piezas...
El lunes 22 de febrero, en Las Cervezas del Mercado -Mercado de Colón-, tuvo lugar un acontecimiento destacable: una sensacional cata maridaje de cervezas y quesos. Ya me habían avisado, te va a sorprender y la verdad es que cada vez me gustan más las sorpresas de este tipo...
Frecuentemente encuentro referencia en revistas, blogs y webs sobre las carencias que los blancos españoles tienen, especialmente si se comparan con los vinos tintos y lo cierto es que con la excepción de los vinos del marco de Jerez y de la zona de Montilla-Moriles la historia de los blancos nacionales resulta menos prolongada...
Con este epígrafe empecé en mi cabeza a pensar en la cata de la peña que me tocaba en el mes de julio, un mes perfecto para estos vinos blancos, sencillos y afrutados que se beben en vaso chato en cualquier taberna del Norte. ¡Las narices!
La segunda cata iniciática del curso correspondió a nuestro amigo Quique Guillén quien a diferencia de su predecesor, Quique Lozano, fue ortodoxo en la cata, aunque con un motivo curioso e interesante: mostrarnos la cara más singular de los vinos de la zona de Utiel-Requena.
Tal día como hoy hace 25 años, el jueves 15 de febrero de 1990, la Peña La Verema realizaba su primera cata en Valencia: nueve socios fundadores que se reunieron en un domicilio particular para hacer algo tan raro en aquella época como una cata de vinos.
Para esta cata en la Peña se eligió una combinación curiosa: Un templo gastronómico como es el restaurante Rías Gallegas, un tema interesante como es el de los vinos biodinámicos y un formato irreverente dos blancos y dos tintos...
Volvimos de vacaciones y la cata de entrada le correspondió a nuestro amigo Antonio Giménez. El motivo de la cata se centró en cuatro variedades tintas autóctonas italianas procedentes de las regiones alpinas.
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