La añada 2003 fue una de las más cálidas de los últimos 30 ó 40 años en toda Europa, lo que afectó a la mayoría de los vinos de las diferentes zonas, y Vega Sicilia no iba a ser menos. Quizá, la bodega no debería haber sacado “Único” ese año, en otros tiempos seguro que no lo hubiera hecho. Aún así, y sin llegar a niveles habituales, el vino está bueno aunque ya está listo para beber, de hecho le ha empezado a salir mi odiado “barrillo”. Fruta negra, especias de monte bajo, pimienta, madera y mineralidad. Boca potente, a la que por ponerle un pero, quizá le falte algo de pegada, se queda un pelín hueca. Acidez notable, barrica presente y un regusto dulce. El final, pese a todo, es largo. Bueno, pero no excepcional.

Vino de sobremesa...de disfrute.

Acogido en calma durante 2 horas. Corcho enrasado y perfecto. Sin defectos. Grabado de la botella exacto. Cápsula muy bien.

Decantación suave, ligeros posos finales muy finos.

Color rojo teja, bastante brillante, con tonos anaranjados en el ribete. Untuosidad muy fina en copa movida. Limpio. Tiñe un poco la copa con gotas anaranjadas.

En la nariz, las primeras notas quieren que lo dejemos más horas abierto, pero no podrá ser. Frescura, bosque, pimienta, humo. Frutos silvestres (fresa, moras). En las últimas copas,....regaliz, pero con mucha frescura y vida por delante.

La estructura y el cuerpo del vino....lo mejor. NO es como otros vinos viejos. Este Único 03 envejece lento y todavía necesita unos años para llegar a su cima. Notas sabrosas de monte, cueros y especias (clavo), así como regaliz. Licor de moras. ya notas que presenta elegancia y que se ha creado en clima frío en retrogusto. Acaba en caudalía mediana, pero que vuelve tras unos sorbos, más tarde a recordar a los frutos silvestres.

Que pena que se acabe, pero que disfrute entre 4 personas.

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Picota oscuro. Cubierto. Limpio y brillante.
Lo decantamos y esperamos una hora, tiempo en el que va cambiando. Al principio la nariz comienza algo dominada por la madera: lácteos, cedro, cacao, vainillas... Sin embargo, cuando se mitiga aparece una fruta, negra principalmente, de excelente calidad. Con ella, algún toque balsámico, carne cruda y mineralidad.
Boca muy redonda, hay barrica pero muy conjuntada, el alcohol lo hemos notado más tenue que con otras botellas, pero sobre todo observamos mayores dosis de acidez que las habituales. Paso aterciopelado. Sensaciones de frescura.
Final largo.
Un 2003 serio, elegante y profundo. Muy nítido, a mí sí que me ha gustado mucho. Le auguro una larga vida.

Rojo picota de capa media. Ribete algo más claro, sin gran tono pero sin evolución, sin tonos anaranjados. Limpio y brillante.
Intensidad aromática media. la potencia no es su fuerte, su fuerte es la finura, la elegancia, la versatilidad. Todo está muy bien integrado, tostados muy finos, nota láctica, fruta roja, fondo balsámico. Para darle tiempo.
En boca es sabroso, fino, aterciopelado, acidez por compensar aún, recuerdo medio.

Le falta mucha, mucha botella, es un infanticicio beberlo tan temprano, hay que darle tiempo.
Aún así es la finura en botella. Mejor en nariz que en boca.

Color rojo rubí, ribete rojo claro, capa media-alta, limpio, brillante, buena lágrima.
En nariz con correcta intensidad destaca fruta roja madura, especias, tostados elegantes, tabaco, café; destaca la mezcla todo en su punto.
En boca tiene buen cuerpo, es elegante, complejo, bien estructurado, redondo, con fruta roja y negra madura, especias, buenos y maduros taninos perfectamente ensamblados. Buena persistencia.

En dos palabras: per - fecto.

Con toda la potencia y tipicidad de los mejores Valbuenas , pero con un punto de elegancia , sutileza y finura que lo hace único. El tratamiento , la distinción y la integración de sus maderas es magistral, junto a su característica expresividad frutal. En boca sublime, delicioso. Me recuerda en su paso por boca a la añada del 98, frutal y contundete pero con una acidez excelente que le confiere ligereza y vivacidad

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta.
Media intensidad en nariz destacando su elegancia y sutilidad. Ligeras notas de reducciones iniciales. Fruta roja profunda, trazas de fruta negra, un sutil fondo especiado, finos tostados y ahumados, tabaco de pipa, granos de café y regalices. Con cierta complejidad y abriendo con el aire. Muy “Vega”, destacando la finura sobre la exuberancia.
En boca se muestra algo más maduro pero igualmente elegante, hay acidez y el vino se muestra redondo y sutil, dejando notas finales de fruta madura y especias con un tanino fino y perfectamente integrado. Buena persistencia.
A un buen Único hay que esperarle 30 años, este quizá esté listo antes pues se ha revelado maduro y elegante, pero todavía debe ganar mucho en botella. Quizá no estemos ante una añada histórica en la casa, pero…siempre hay que esperar. Un año más del mito. Unos 180 euros.