Valbuena 5º año 2000
Valbuena 5º año 2000
FICHA TÉCNICA
Bodega
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
13,50%
Varietales:
80% tinta fina y 20% merlot/malbec
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 50 a 99,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.19
/
96
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
7,6
ELABORACIÓN
Cuando salga al mercado aprox: 5 meses en tino de 20000 l., después trasiego a barrica nueva (60% roble americano, 40% francés) unos 16 meses. Luego 5 meses en barrica envinada, y un último trasiego de 1nuevo a los tinos de 20000 l. hasta su embotellado
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
VER MÁS
Opiniones de Valbuena 5º año
OPINIONES
31

Rojo cereza de capa media, ribete con perdida de intensidad pero sin signos de evoluciñon. Limpio y brillante.
Intensidad aromática media con un plus. Sutil, elegante. Fruta licorosa, notas terrosas, caja de tabacos, especiado (pimienta negra) y balsámico. Muy evlutivo, para recrearse en él.
En boca es carnoso, con una gran estructura, largo, fino, la acidez muy equilibrada y gustosa, buen recorrido, tanino maduro y gustoso. Rico.

Está en plenitud, muy buen vino y le queda margen aún.

Catado en cata en UEC vertical de Valbuena con el enólogo de la bodega Xavier Ausas.

Hoy nos vamos a deleitar con una delicatessen traída hasta la India. Lleva dos meses quietecito, esperando su momento. Ganas teníamos de abrir este Valbuena del 2.000. Por supuesto lo guardábamos para el final, antes de las vacaciones de verano.

Abrimos la botella 45 minutos antes de la cata y lo servimos a 17 C. El tapón salió impecable, larguísimo, muy compacto y sin aromas extraños, como debe ser.

VISTA: Se viste de rojo picota de capa alta con un ribete granate algo atejado. De lágrima transparente, densa y fina a la vez. Ligeramente turbio.

NARIZ: De intensidad media-alta. A copa parada afloran ahumados, madera tostada y balsámicos. Se muestra un tanto reducido al principio, muy "otoñal". Con otoñal me refiero a que los aromas recuerdan humedad y con la fruta muy escondida, muy acompotada, licorosa. A copa movida se muestra camaleónico, surgen un sinfín de matices, todo un desfile, tierra mojada, trufa, regaliz, castañas asadas, café, tabaco, mentolados... También se perciben notas de pelo animal y cueros. Se incorpora a esta sinfonía organoléptica un toque mineral de tinta china y unos fantásticos especiados de romero y pimienta negra. Es una maravilla y un sin parar de aromas y fragancias. Una delicia para las pituitarias. Quisiera estar horas y horas oliendo esta obra de arte. Que gran nariz, que complejidad tan bien orquestada.

BOCA: En boca es intenso y amplio. Los taninos muy pulidos y la acidez notable. Todavía tiene nervio, aún se puede acabar de redondear en botella sin duda. En retronasal lo encuentro sorpresivamente floral con recuerdos de violetas y rosas marchitas acompañado de unas sutiles notas especiadas, pimentosas. La madera se ha mezclado mágicamente en el alma de este vino, aportando un equilibrio maravilloso, redondeando el conjunto. De persistencia media-alta. Es una auténtica joya enológica sin duda. Que delicia, que vinazo, me emociona.

Por si fuera poco, tiene cuerda para rato. Sitúo su clímax en torno al 2018 por lo menos. La RCP la dejo en buena, lo conseguí en una puja por 57 euros. Eso si, lo puntúo con un sobresaliente como una casa.

Y para redondear la fiesta lo acompañamos de un guisado de cordero y setas nepalíes con mango, papaya y fenogreco. Un espectáculo de sabores perfectamente armonizados. Fue toda una experiencia este maridaje. Los Valbuena siguen siendo mi debilidad, me parece un vino "mágico", me transporta a otro mundo, me emociona !!

Rojo rubí, ribetes rojizos, capa media-alta.
No es muy intenso en nariz pero resulta enormemente elegante y distinguido, con una fruta roja bien madura y casi licorosa, un sutil fondo especiado y mineral, ligeras trazas herbáceas y un incipiente fondo de terciarios, entre los que destaca el tabaco, los ahumados y la piel curtida.
En boca destaca por su balance y equilibrio, está muy vivo pero ya se muestra maduro y sereno, con acidez y un paso redondo y duradero, dejando en el final recuerdos de frutas maduras y un marcado tono especiado. Tanino integrado pero todavía presente, es un vino maduro pero con garra. Persistente.
Este Valbuena 2000 es un vino de gran clasicismo, que parece que va llegando a su mejor momento de consumo aunque todavía tiene vida para rato, pero se bebe perfectamente por su armonía y complejidad, gustará a los amantes de los vinos más tradicionales. Un vino fino de la Ribera del Duero.

En la vista color picota con una capa media, bordes algo entre tejas, marrones y hasta algún detalle que perdura de rubís, lágrima más bien densa.

En la nariz intensidad media, con la fruta de tipo negra, con detalles minerales y ya algo de cueros quizás.

Al paso por la boca, se muestra con una elegancia, equilibrado, con las cosas, cada una en su sitio.

Gran vino que creo que esta ya casi en lo alto de la curva de consumo, pero quizás sin llegar aun a lo más alto.

Cata realizada en el encuentro de Verema 2013.

Fruta negra, dulce, profunda, elegante. Aterciopelado paso y recorrido enorme. Aciruelado. Responde a cualquier estímulo. Impacto final.

Picota oscuro de capa alta. Lágrima abundante y delgada. No forma aguas como otros Valbuenas. Mucho poso.

Aroma potente y nítido, fruta negra, madera bastante abundante, café, tabaco rubio y eucaliptos.
La boca es potente, sin embargo a la entrada produce una extraña sensación como de estar “aguado”, pero no es más que una sensación. Excelente acidez, expresividad alta, tiene profundidad y volumen y es bastante largo.

Sin duda es un buen Valbuena, pero no de los que más me han marcado.

Botella nº: 56.805. Al decantarlo gran cantidad de precipitado, esta botella la encontramos mucho más evolucionada que la última, el vino está en su punto óptimo.

VISUAL: Color rojo cereza reflejos rubí de capa media. Bastante precipitado.

OLFATIVA: Gran intensidad aromática, se funden complejidad y madurez. Primeras notas con una fruta pasificada (fruta negra muy madura) recuerdos a Pedro Ximénez, va evolucionando constantemente (con la fruta siempre de fondo) ofreciéndonos una sinfonía de aromas interminable, cafés con canela, aparecen lácticos y vainillas, la turba, el sotobosque húmedo, elegantes ahumados, bombón en licor, su gama aromática no deja de sorprender ya que cada vez es más aromático, aparecen notas florales y marchitas, balsámicos frescos, café superconcentrado, especies dulces, torrefactos, madera muy elegante y tostada,... tras varias horas se mantiene vivo.

GUSTATIVA: Entrada amable, muy maduro, sedoso, sobrio, elegante, con la misma complejidad que en nariz, pesado y envolvente pero no empalagoso es sutil pero a la vez está muy presente, con gran longitud, perfecto equilibrio, el postgusto es complejo pero notamos esa fruta pasificada.

Cereza picota de capa media.

Comienza con una nariz muy frutal, potente y franco desde el principio. Fruta roja, cassis y mora matizadas con apuntes lácticos. Aparecen luego tostados y balsámicos. Cafés y torrefactos, tomillo, sotobosque y recuerdos de barniz.

En boca es carnoso y amplio, esencialmente redondo y muy sedoso, algo cálido aunque tiene acidez. Aunque es un excelente vino, hay añadas mucho más finas. Excesivamente potente. Está redondo ya, yo no lo guardaría demasiado. Para tomar ligeramente más fresco de lo habitual, 16-18 grados máx. Irá bien con las carnes estofadas sobre todo si tienen aromáticas y/o un poco de chocolate, también al gazpacho manchego.

Este Valbuena de añada 2000, se trata de un vino de extraordinaria expresión aromática y aristocrático en boca, con un color granate intenso, limpio y brillante, elegantísima lágrima y con ribete teja.
De excelente presentación aromática, muy complejo y frutal, con frutos rojos silvestres y negros muy maduros, buena integración de tostados y madera perfumada, con notas de eucaliptus, torrefactos, especias, ahumados y recuerdos de minerales.
Entrada en boca potente y señorial, equilibrado, elegante, sabroso, redondo y con un final largo y de persistencia agradable.
Retrogusto frutal y balsámico.
Todo un prodigio de vino.

Casi tres año después, este vino creciendo y mejorando en todo.
En nariz mucho más elegante, con mucha fruta con un aroma limpísimo y con magnifica concentración, extraordinario los tostados, flores, minerales, vainilla, balsámicos, ahumados, torrefactos, etc. gran complejidad aromática.
En boca es elegante y muy sabroso, el paso de boca ya totalmente equilibrado y con excelente redondeo, recuerdos frutales por todos los puntos de las papilas gustativas, gran retronasal y estructura, el final muy largo y muy persistente.
Ahora esta entrando en su mejor momento, maravilloso en todo.
Lástima que es la última que me quedaba.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar