De color cereza granatoso de capa media-alta, tapado, muy extraído para su edad. No parece un vino con más de 50 años a sus espaldas. Reflejos anaranjados y rojizos, brillante. Borde amplio, cobrizo, con gran diferencia respecto al menisco.

De una profundidad telúrica creando un auténtico seísmo en copa. Uno de esos vinos que lo justifican todo, más allá de discusiones sobre precios y comparativas. Está por encima de lo perfecto. Es de una elegancia estratosférica, etéreo, no pisa el suelo en ningún momento... Veamos: bouquet aristocrático a salón de fumadores, cava de puros, maderas nobles, sillones de cuero y un espectacular fondo de fruta licorosa más propia de los viejos Porto colheita. Hay una ligera bruma de especiados en el que se funde el clavo, la nuez moscada y un pizca de ahumados. Es de una pureza y finura difícil de imaginar.

En boca es fresco, firme, lleno de fruta roja fresca y madura, ligeramente especiado. Qué entereza y juventud!! Todo está perfectamente engarzado, en perfecto orden, mostrando un conjunto vivo, vibrante, de sobrada acidez. Lo mejor de todo es que aún tiene muchos años por delante para dar un último paso y alcanzar el nirvana de los vinos.

Una excelente manera de despedir un mes de agosto repleto de grandes catas de vinos clásicos. Estos viejos Vega Sicilia justifican su fama con creces y en formato magnum nos ofrecen el doble de alegrías.

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/09/vega-sicilia-unico-1962-gran-reserva.html