Llevaba tiempo sin abrir ninguna añada de El Pecado y había que reencontrarse con él.
Después de 24 horas abierto se expresa como yo creo que tiene que expresarse, al menos esta vez, floral, fruta madura, higos, ciruelas, moras, golosinas, recuerdos cárnicos... profundo e intenso. Complejo. En ese punto que no todos los vinos consiguen que no puedes dejar de llevarte la copa a la nariz.
En boca redondo,aterciopelado, equilibrado, con muy buena acidez, notas algo vegetales, largo, herbáceo, fruta negra madura, mineralidad muy marcada. Muy muy rico.

Curioso esta añada de El Pecado. Ha requerido de menos tiempo abierto q otros años para exprearse pienso que casi totalmente. Floral sería la caracter´stica dominante esta vez, petalos de rosas y violetas. Unido a registros de mineral, carne menos marcada que en otras ocasiones y toques de caco y cafe. Elegante

Borde violáceo, picota, resulta distinto de otros vinos y de otras añadas como ocurre cada año. En esta ocasión encontraremos un vino muy frutal, confitado, con toques licorosos, achocolatado, cacao, incienso con registros y personalidad. Algo tímido al inicio se va abriendo y ganado en intensidad y potencia. En boca a mi me decepcionó ante sus altas expectativas. Grueso, no astringente, no muy largo con un postgusto pobre, no marcado. Peculiar en cualquier caso.

Desde las primeras noticias que tuve sobre el vino El Pecado -en general, no esta añada en particular- tuve la impresión de que era un vino huidizo y claramente temperamental, lo cual lo convertía en un ser emocional y cambiante y por ende, tremendamente atractivo.

Mi primera botella fue un 2008, catado en el mes de junio de 2011. Fue abierto alrededor de las 12:00, pero no se produjo ningún acercamiento hacia él hasta pasadas las 15:00. A partir de ese momento fue disfrutado hasta las 20:00 aproximadamente.

De aquella botella no hice cata pero sí recuerdo perfectamente su capacidad camaleónica, sus artes seductoras y esquivas, su ascenso y clímax, siempre cuando él quería no cuando tú lo esperabas.

Unos meses más tarde, concretamente en diciembre de 2011, nos decidimos a probar la otra botella de la misma añada de la que disponíamos. Esta vez no la abrimos con tanta antelación, tan sólo hora y media, y las circunstancias ambientales no fueron del todo propicias al encontrarnos en una sala con chimenea que debido al viento que arreciaba aquella tarde, en alguna ocasión llenó de humo la estancia.

No sé si éstas fueron las razones o simplemente que este vino es así, pero en cualquier caso, esta segunda botella del 2008 no llegó ni por asomo a acercarse a la consumida en el mes de junio, parecía que quería alcanzarla pero eran vanos intentos que no lograban convertirse ni en una burda copia.

El caso es que cuando durante el primer fin de semana de mayo y para culminar una celebración privada, escogimos este 2009, teníamos claro que no sólo le íbamos a dar el tiempo necesario de aireación (fue abierto con 180 min de antelación a su consumo) sino que lo íbamos a perseguir durante 24 horas, durante un día completo nos convertiríamos en

La Sombra de El Pecado:

00:00 En botella
NARIZ: Intensidad alcohólica con hidrocarburos muy marcados.

02:00 En botella
NARIZ: Frondosidad boscosa y arbustos, sotobosque.

02:30 En copa
VISUAL: Es de color picota parduzco, con capa media-alta y bonita lágrima
NARIZ: En copa parada notas salinas con aflore de fruta roja y negra; lácteos.

03:00
NARIZ: Elegantes pétalos de flor
BOCA: Potente y amargo

04:00
NARIZ: Parece apagarse
BOCA: Se suaviza y se expande lateralmente; fresco, lácteo y salino. Post-gusto a regaliz negro.

04:40
NARIZ: La fresa se funde en la crema y nos regala un delicioso aroma a caramelo de nata y fresa.
BOCA: El tacto adquiere cremosidad y junto a su intensidad balsámica, pintan una película de crema de menta sobre la lengua.

08:00
NARIZ: La frescura de la fruta tiende a diluirse aunque mantiene su aroma a caramelo. Da paso a la piedra y a los ahumados.
BOCA: Seda y terciopelo, redondo… completo…, se agarra al final del paladar y ¡ay! explota al caer por la garganta. Maravilloso

10:00
NARIZ: Elegante satén de fruta roja, frescor y tierra mojada.
BOCA: La fruta roja sedosa reaparece victoriosa cual ave fénix ¡a las diez horas de abrirlo!

11:25
NARIZ: Las especias dulces se apoderan de los aromas: vainilla, canela y punto a nuez moscada.
BOCA: Y sin embargo, la boca se inunda de mar con sus anchoas en salazón, y de tierra con sus encurtidos. Impresionante el contraste entre ambas.

12:00
NARIZ: Gran complejidad aromática en forma de fruta negra aromatizada con delicados pétalos de flor. Sutil aroma a licor de frutas acompañado de piedra de oscura: pizarra, grafito…
BOCA: La sal desaparece arrastrada por la marea y la plenitud frutal y balsámica es tal que abruma. El vino despliega sus alas y se eleva llevándote consigo en su vuelo hacia el firmamento.

22:00
NARIZ: En declive claro y pronunciado, muy amargo, como el cuero sin tratar.
BOCA: La boca refleja las mismas características de la nariz, amargor animal.

24:00
Queda certificado su fallecimiento tanto en boca como en nariz

¡Qué pena! Me había acostumbrado a su compañía…

A diferencia de otras añadas, este vino presenta mayor equilibrio en su acidez y tanicidad. Desconozco, si existe otra tipicidad a parte de la Mencia, pero presenta una enrome estrutura. Mineralidad elegante, tostados agradables, y muy espaciado. Sigue siendo, un vino distinto, mas rebelde y primitivo que su hermano A Trabe...su gran acidez le da un toque brogoñes, espero que evolucione correctamente en botella. Fantástica relación CP.