Hoy estamos ante un clasicote riojano de la añada "tapada" de 1.973. Lo leído sobre este vinito ha sido todo bueno así que mucha ilusión... Con un 40% de garnacha la cosa promete. La botella presentaba un nivel de líquido algo bajo, como 1 cm por debajo de la base del cuello. Probado al día siguiente de su apertura tras guardarlo con el tapón de vacío, a 17°C. El corcho se nos partió en dos al abrirlo.

VISUAL: De capa media-alta, presenta un color rojo picota de amplio ribete en tonalidades rubí-atejadas. Muy brillante, con una lágrima escasa, gruesa, lenta y transparente (92).

OLFATIVA: Madre mía, qué pegada!, frutoso a lo bestia, con la garnacha como protagonista, compotas de ciruela y frambuesa muy notorias. Al agitar hay un toquecito licoroso de duela envinada y apuntes más fúngicos a champiñones. También encontramos herbáceos de montebajo (tomillo y orégano) aderezados con un toquecito como de bosque umbrío, a hojarasca húmeda. Al rato asoman unos especiados riojanísimos de canela y vainilla muy bien definidos con aportes terciarios de cacao, notas dulzonas de chocolate con leche, para terminar con apuntes de ebanistería fina, duelas envinadas y unos recuerdos "viejunotes" de armario cerrado y desván. Un portento en nariz con una intensidad media-alta (94).

GUSTATIVA: Entrada cañón, de altísima acidez y con un marcado punto licoroso que llena el paladar. En su paso por boca asoma ese tanino ave fénix que nos encandila, suave y sedoso de entrada, te enamora, pero de inmediato surge desde el fondo con gran carácter, aportando estructura. Retronasal con aromas de hoja de pino y apuntes de flor marchita. Post-gusto con la fruta y la madera coqueteando, con un principio frutoso, acompotado, para mostrar a posteriori recuerdos de cacao, caja de puros y unos finos especiados de canela y vainilla. Un vino para saborear, de gran pegada y con mucha vida por delante, se mantendrá en todo lo alto no menos de 10 años con toda seguridad. Una pasada amigos!! (94).

La RCP de esta compra fue excelente pues conseguimos tres botellas por 20 euros cada una.

MARIDAJE: El primer día acompañó nuestro surtido de jamón y embutidos ibéricos, y nos lo terminamos al día siguiente con unos muslitos de pollo a la cerveza en compañía de mi hermanita Mar y su amiga Lidón que vinieron desde España a visitarnos y a unirse en unas vacaciones en crucerito por las Islas Galápagos. Genial todo, comida, vinito y compañía.

VIDEOCATA:  https://youtu.be/HQhj_L4ZfH4

Salud-os!!

Rubí con ribete ligeramente atejado, capa media.
No es muy intenso en nariz pero sí que se muestra limpio desde un primer momento, en buena forma. Aromas deliciosamente otoñales, fruta roja en licor, toques de tierra mojada, hojarasca, tabaco de pipa, piel curtida, especias, ahumados, trazas balsámicas y un punto de chocolate negro.
En boca resulta ligero pero sin perder carácter, muy fresco y armónico, manteniendo una buena acidez y con un paso redondo, dejando de nuevo en el final esas sensaciones otoñales de tierra mojada y especias, con un tanino muy bien integrado en un conjunto que da gusto beber por su ligereza. Buena persistencia.
Hay que reconocer que estos Etiqueta Blanca de los años 70 eran vinos muy bien hechos y que han llegado a la madurez en perfecto estado, frescos y muy agradables, se nota ese porcentaje de garnacha positivamente. Quizá este 73 solo un poco por debajo del 70, pero a muy buen nivel igualmente. Un gran vino.

Otro gran vino de esta añada.

Rubí rojizo con destellos teja y granate, con ribete poco marcado donde asoman algunos tonos cobrizos sin llegar a delatar que estamos ante un vino con más de 40 años. No es demasiado brillante aunque no llega a estar velado.

Nariz que aparece cerrada, sin expresarse; necesita tiempo para sacar una sorprendente cantidad de fruta roja en licor (guindas) junto a los tonos especiados ligeramente dulces (vainilla, pimienta blanca, clavo) y unos suaves tostados de la madera vieja. Buena complejidad.

En boca es muy sabroso, la fresca acidez que aún posee vertebra ese fondo especiado dulce y da protagonismo a la fruta licorosa, junto con los matices de cuero y hierbas de monte. Se le nota todavía con nervio y termina en un final bastante largo, fino y especiado.

La verdad es que cada vez me quedan menos dudas (y no soy al único) de que esta cosecha nos está deparando vinos de mucho más nivel de lo que presagiaba la calificación oficial (Cosecha Buena).

Muy estable de color, rubí granatoso de capa media-alta, vivo, brillante, limpio, reflejos rojizos y anaranjados. Borde mínimo, cobrizo, sin apenas diferencias con el menisco.

En nariz es licoroso y prácticamente no se aprecian signos reductivos. Endrinado, lleno de fruta roja escarchada, confitura de naranja amarga, guindas, y un fondo de maderas viejas, flores marchitas y especias, clavo, canela. Van emergiendo los tostados y algo parecido a la manteca de cacao, capuchino.

En boca es concentrado, sabroso, grueso. Hay fruta en madura a toneladas, muy garnachero, confites, cremosos, con unos taninos grasos fundidos en una fina punta de dulcedumbre contrarrestada por amargosos de calidad, cacao en polvo. Redondo, envolvente, madurísimo, largo, con más presencia de fruta en confitura y especias dulces. Otro Etiqueta Blanca que brilla a gran altura. Un vino añorado que no debería de haberse dejado de elaborar. Una pena!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/07/marques-de-murrieta-etiqueta-blanca-1973.html

Rojo rubí intenso, ribetes rojizos, capa más bien alta. ¿36 años? No lo parece.

Nariz intensa, compleja, algo reducida en el inicio, necesitada de aire. Notas de frutas rojas muy maduras, ciruelas, frutos secos, especias como canela y clavo, mínimos balsámicos, cáscara de naranja, toques de café en grano, marroquinería, ligeras humedades, maderas nobles, mina de lápiz. Equilibrado en sus notas, sin destacar sus terciarios.

Boca potente, plena, con una marcada e integrada acidez. Paso firme y estructurado, con cuerpo y final largo, todavía tánico, dejando recuerdos de frutas muy maduras y especias. Persistente. Tremendamente joven, da la sensación de que necesita mucha más guarda.

La añada 73 en Rioja no está entre las más nombradas, pero nos va dando múltiples sorpresas entre ellas este Murrieta, que en mi opinión está a la altura del 70 aunque un poco por debajo del enorme 54. Nos sorprendió por su juventud y su recorrido, sin duda y por lo que vimos, todavía largo. Magnífico.