Wet wood on uncork. After some minutes comes honey, vanilla, toasts, nuts, dried apricots, peaches.
As well in mouth, with weight and noticeable greasiness.
Leaving it breath, the usual oak touchs are under a unexpected acidity and an astringency near of those that a red wine have. It’s a long sip. Persistence.
Nice with assorted cheeses. Better as more aged they’re.
Price? Great. About 4.5 EUR.
I hope the wood evolution, coming to expected tertiary notes, that would make something very especial for this wine.

Cada botella es un mundo.
Ésta última mucho más madura, rozando un semidulce. Tenía una pequeña filtración en el corcho que había generado una especie de almíbar pegajoso en el cuello de la botella. Aun así estaba espectacular, pero nada seco, sino ya digo casi un semidulce. Se habían acentuado mucho las notas de orejones y miel en la nariz pero en boca estaba sorprendente....

Amarillo dorado.
Nariz a fruta madura, compotada, miel, orejones, dátiles, caramelo y madera o paja mojada.
En boca es denso, untuoso y potente.
La madera estaba ahí, pero no molestaba. Gran vino desde luego

Al abrir toques de madera humeda, pero con unos minutos de aire aparecen toques amielados, vainilla, tostados, frutos secos, orejones, melocoton.
En boca confirma lo que hay en nariz, junto a un volumen y untuosidad más que significativos. Con más aire los tonos propios de la barrica dan paso a una acidez inesperada junto a una astringencia que me parecia más propia de un vino tinto. Es un vino de trago largo, muy persistente.
Fantástico con quesos, cuanto más curados mejor.
Espero que la madera se integre con el tiempo y de paso a unas esperadas notas terciarias que harían de este vino algo
muy especial.

Dorado pálido. Nariz madura, seductora, de corte clásico, con notas de miel, flores amarillas, fruta amarilla (ciruelas), maderas viejas envinadas, algo de vainilla y suaves toques de caramelo. En boca tiene cuerpo medio, untuoso, con buena acidez y notable recorrido. Final levemente acre. Frente al "Dorado" al que siempre vi como un "engendro" esta maravilla parece haber recuperado los valores clásicos de la casa. Un vino con presencia y elegancia en el que las notas de la crianza siguen demasiado presentes pero seguro que se integraran con algo más de tiempo. Riquísimo....

Amarillo dorado. Aromas iniciales cubiertos por la madera, cuero, marroquineria. Con el aire y paulatinamente van apareciendo notas de pan caliente, anises, con notas ligeramente punzantes de almendra, panal y ligeras notas cítricas. Paso de boca en el que destaca su sequedad, con buena acidez, las notas de almendras en primer plano y ligeros recuerdos a manzana verde.

Color dorado, brillante, con irisaciones verdosas
Nariz de cierta intensidad en la que está marcadamente la madera, no molesta pero muy expresa (como una caja de madera en ambiente humedo, de bodega), vainilla, un poquito de tofe las marcas de la viura a pera, piel de lima o pomelo, algo de miel. Sí que trae el recuerdo de los clásicos, más a Paceta o a Gravonia que al viejo Ygay, pero bien. En Boca se peresenta con viveza y acidez, frescura, sinceridad y sobriedad (como lo blancos de antes), Con estructura, completamente seco, sin concesiones a la cremosidad y esas cosas borgoñonas que buscan los blancos modernos, ligera aspereza y taninos que aportan un amargor que no sabría decir si excesivo, pero que me parece que se cura con tres o cuatro años más de espera. Está a falta de desplegar esos terciarios (ojala se pudiera decir cuaternarios) que identifican estos vinos cuando pasan por ellos los años. Le sigo concediendo la etiqueta de esperanza para la recuperación de la especie.