Años después vuelvo a catar este vino rescatado de mi bodega. Rojo cereza de capa alta y ribete teja. Nariz elegante, terciaria y mentolada, con notas de frutillos silvestres evolucionados sobre especias, monte bajo y recuerdos de confitura de frambuesas. Cueros que recuerdan a la tela de Barbour, zapatos nuevos y matices vegetales evolucionados. Notita final de mercurio junto con otras de sangre y de gravilla seca, además de una sensación final de tizne de chimenea y carbón vegetal. Con la decantación saca aires de piracina en un canto final que se une a lo frutal, a lo vegetal y a lo terciaro, mostrando signos evidentes de elegancia, pero también acercándose al perfil varietal internacional. En boca es muy rico, completo, con una acidez que ensambla muy bien los taninos y el carácter frutal con sensaciones sápidas y largas, que llevan al vino hasta un posgusto fresco y a veces puntiagudo. Retronasal terciaria con cueros, mentoles, especias y vegetal. Estupenda evolución en botella y que aún tendrá mejoría previsible en la misma ya que no le noto ningún decaimiento o atisbo de cansancio, sino todo lo contrario. Con este esqueleto el vino aún tiene que dar lo mejor de sí mismo. Tenemos que ser conscientes de la magnífica evolución de muchos vinos españoles en botella, en definitiva, es lo que le da valor a una zona, marca y País, además de histórico.

Rojo cereza de capa alta con pequeñísimo ribete anaranjado. Nariz compleja, intensa, muy especiada ( pimienta, comino, clavo, pimentón, azafrán ) que deja paso a una frutilla roja madura muy rica y que soporta ciertas pinceladas vegetales desde el inicio. Hay aromas de hoja de geranio, tierra húmeda – de maceta, hojas verdes de tabaco y una sensación que puede recordar al pimiento verde y al trastero de floristería. En boca es un vino elegante, de marcado carácter vegetal ( pimiento ), con una evolución que denota una buena presencia frutal y acidez. Es un vino que necesita más botella, no se le notan nada los años, desarrollará más esos aromas vegetales que imagino se desplazarán hacia terciarios, las especias y los cueros finos. Uno de los Riberas con Cabernet, que junto con los Hacienda Monasterio Rva y el Cuesta de Las Liebres ( Carraovejas ) más afinado encuentro, este es quizás el que más necesidad de crianza reductora necesita. Pero como siempre quizás todo a costa de la perdida de identidad – origen de la zona ( Tinto Fino – Tempranillo ) con el aporte de la Cabernet : “ Mente Abierta “ en caso de mejora.