Equilibrado y pletórico en boca. Nariz compleja que requiere decantación para una mejor expresión frutal. Despliega buena intensidad en fruta negra con toques de confitura de moras con aportes licorosos. Acompañado por notas especiadas de pimienta negra y balsámico que se reproducen en boca, amplio, terso en su tanicidad, buena densidad y tacto frutal rugoso donde se puede masticar la fruta. Taninos maduros y dulces, de rica acidez.
Por recomendación de un conocido me decidí a probar este vino. El vino es potente y balanceado. Aromas a fruta, café recuerdos minerales y licorosos. Taninos presentes y acidez prolongada. Muy bueno.
Pues ese es el resumen, este vino me ha encantado y sorprendido, llevaba ya algunas añadas sin probarlo y en que buen momento le hice caso a mi amigo Federico Flores.
El vino se viste de color picota oscuro con ribete granate, bastante cubierto, lágrima lenta, fina y elegante, buen brillo y muy limpio, no presentó depósitos.
En nariz es limpio, con potencia contenida, se abre con notas a frutas rojas y negras, predominando las moras y las frambuesas, notas de pastelería fina, mantequillas y un agradable y perfumado tostado, que da la gama desde el café hasta el maiz tostado o kikos.
En boca entra con potencia, buena acidez que se conjuga perfectamente con el alcohol y la golosidad de sus taninos, persistencia elevada y un agradabilísimo postgusto a palodul, el conjunto se encuentra en equilibrio, con esqueleto como para aguantar años, pero ya está para disfrutarlo plenamente
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.