Bueno, era media botella que subieron para catarla junto al chenin blanc sudafricano.
Graso, color densamente amarillo tostado, boca con notas melosas algo sobremaduro que desmerece ya.
mejor intentarlo otra vez.

Color amarillo limón,mostrando el menisco acerado.En nariz,lo típico de estos blancos modernos" in spain",maderazo por los cuatro costados.Aromas de eso,de barrica,de coco,mantequilla y vainilla.Bajo eso,saca recuerdos,de esparragos,pera madura y citricos.En boca se muestra más entero que en nariz,la entrada es potente,bastante acidez y un final largo y alcohólico,mostrando recuerdos cítricos.Ganaria puntos,si no fuera por la mascara de roble que lleva encima,se mantiene muy bién para su edad...

Hacía demasiados años que no nos veíamos las caras este blanco y yo. Francamente, me alegro de haber vuelto a los orígenes (fue, hará cosa de diez años, uno de los primeros blancos de "altura" al que me enfrenté). Nariz expresiva y rotunda, muy varietal en clave madura, con la madera dejándose ver pero integrada en la materia. Notas de mantequilla tibia, lichis, menbrillo y piña madura, bollería fina, avellanas y ecos de naranja confitada. En boca es graso, acaricia y llena el paladar, una acidez suficiente lo sujeta bien. En el postgusto aparecen otra vez las notas a frutas tropicales, ahumados y bollería. Es comedidamente potente y hasta elegante. Rico y suficientemente fresco. Creo que se merece estar entre los mejores blancos españoles. Busca un estilo generoso y extravertido fácilmente comprensible para cualquiera. Es más ancho que largo y más goloso que fresco. Pero posee encanto y complejidad. Prometo no perderme ninguna añada más. Y repetir ésta.

Amarillo oro de intensidad media-alta. Aroma de buena intensidad, sensaciones de madera y fruta. En la boca tiene una estructura media, buena acidez , fruta suficiente y madera notable, con algunas sensaciones dulzonas.