Visual: De color rojo picota bien cubierto, borde ligeramente atejado.
Olfativa: Muy buena intensidad, en una primera impresión afloran notas de fina y elegante crianza, cueros vivos, sensaciones terrosas, fruta bien madura (fruta negra), conjunto bastante complejo y equilibrado, aparecen tostados, al rato toques ahumados, algo de humedad, pierde algo de frescura a medida que se oxigena y se desvanece un tanto.
Gustativa: Sabroso, sedoso, maduro, tanino redondo, paso suave y con fina golosidad, sensaciones de crianza elegante, bien de longitud, final con finos tostados.
En un gran momento de madurez, esta botella hubiera aguantado poco más.

compleja gama de sabores y aromas, intensos, llenos de tabaco y breas, cedro y fresas con un toque de pimienta negra, laurel y un juego floral al final muy elegante.
Los matices se difuminan entre novísimos toques de nuez moscada y praliné; enorme estructura en boca, sedoso, fruta roja licorizada, fragancias de toronjas. Todo es sutil y seductor.

Artículo completo de la Vertical de Barón de Chirel 1994, 2001, 2006, 2008 y 2010. Marqués de Riscal reinventa su vino más clasista en http://www.taninotanino.es/posts/vertical-baron-de-chirel-de-herederos-de-marques-de-riscal

A destacar...
2001 la cosecha grandiosa. La uva se vendimió en un estado fitosanitario envidiable, con un aspecto recio, duro y crujiente del fruto, la cosecha perfecta.

Inicialmente la uva no alcanzaba un grado óptimo porque maduro muy despacio y en condiciones muy frescas. Si se hubiera permitido chaptalizar se hubiera recolectado antes, obteniendo mayor grado. Pero los abusos con lleva este tipo de prohibiciones.

Una fruta bonita, dulce y con buena madurez aunque sin puntas pasificadas. La integración con la madera es perfecta. Un vino en su conjunto especiado (clavo y regaliz) que se mezclan con sensaciones de maderas finas y viejas y toques de caza. En boca destaca su virtuosismo, taninos nobles, maduros y dulces, resulta redondo, amable y con muy buen volumen. Barón de Chirel 2001 toda una delicia.

Picota de borde teja, capa media-alta, brillante de lagrima fina.
En nariz se presenta complejo, fruta roja y negra madura, humo, torrefactos,
chocolate, especias, cueros finos y ligeros balsámicos.
En boca es complejo a la vez que fresco, amplio y equilibrado, aún muy frutal fruta negra madura (moras y cerezas); de paso sedoso, amplio con muy buena estructura, bien de acidez; vienen chocolates, humo, café, toques tostados y especies. Posgusto largo frutal y tostado.

Picota oscuro con borde atejado. En nariz se mostró complejo con frutos negros y rojos aliñados con especias, cuero y ahumados. En boca mantiene un paso elegante con buena longitud y ligero amargor. Acidez justa. Como casi siempre con estos vinos de algunos añitos comprados varios años después de salir al mercado, tengo dudas de su óptima evolución pues le faltó profundidad, madurez virtuosa y carga frutal. De todos modos se disfrutó.

Hace más de un año desde mi anterior botella y a pesar de considerarlo un magnífico vino, lo he encontrado muy evolucionado. Con ello, me quedan tres botellas más para poder comprobarlo, ya que en esta hay un dominio absoluto de terciarios, habiéndose partido el tapón al descorcharlo aunque no presentaba mal estado. La botella fue abierta con dos horas de antelación a su consumo, sin decantación, con una nariz de madera presente, pimienta negra, tabaco y algo de cuero, apareciendo posteriormente la fruta.
En boca también ha evolucionado bastante, de paso agradable pero con menor potencia, encontrando nuevamente la madera presente, escasa fruta, más ligero y persistencia media.
Valoro la botella tomada.

Color cereza con borde atejado, espejo limpio. Sin lagrima y capa media-alta.
Nariz muy cerrada que , tras decantarlo , se abrió poco a poco con frutas rojas licorosas, vainillas y fondo de madera noble con pimienta
Paso por boca con cuerpo bajo, sabor medio y postgustop corto.
Despues de leer los anteriores comentarios creo que pudo ser que la botella no estuviera bien conservada por lo que no puntuaré

Esta era la tercera y ultima botella y la verdad es una pena no tener una mas. Este vino me dejo realmente hipnotizado, sedoso, elegante, delicioso, mas redondo imposible. La mejor de las tres botellas era esta, puedo decir que es el mejor rioja que me he tomado hasta hoy. A la vista el vino se mostraba bastante evolucionado, un rojo ladrillo con atisbos brillantes. EN nariz muy complejo pero pero con aromas pronunciados a fruta madura, balsámicos, madera.En boca es potente, muy sedoso, simplemente delicioso, postgusto largo, recuerdo interminable.

Que vinazo!!

Una botella mas de éste extraordinario vino que se encuentra en pleno estado de consumo y que conviene disfrutar antes de que se le pase el tiempo, aunque considero que aguantará muy bien.
En nariz resulta impresionante, complejo y conjuntado, con buena carga de frutos negros maduros y rojos licorosos, con notas de regaliz negro, vainilla, frutos secos, tostados finos, torrefacto, toffes, tabaco y fondo balsámico.
En boca tiene buen ataque, con potencia pero equilibrado, redondo, elegante, de paso aterciopelado, agradable, sedoso, con buen recorrido y persistente.

Botella bebida sin decantar, dandole tiempo para que se fuera abriendo y dejando una copa para el día siguiente, hoy, en el que estaba aún más rico.

Picota muy oscuro con ribete lijeramente atejado. Capa alta. Lágrima fina y elegante. Deja en copa cristales tartáricos de pequeño tamaño.
En nariz presenta frutas rojas maduras envueltas en vainillas, especias (clavo)... Ligeramente licoroso. Al día siguiente se nota aún más la crianza y aparecen notas de madera mojada y de sotobosque. Algo de regaliz.
En boca es un vino cálido, elegante, ligero pese a la sensación de potencia inicial. En postgusto, largo, tiene dejes tostados, ahumados.

Un buen vino, con mucha elegancia -podría ser una buena forma de describirlo- del que esperaba un poco más de complejidad, pero me ha gustado mucho.