De color rubí rojizo de medio cuerpo, ligeramente granulado, sin perder brillo. Reflejos ambarinos y cobrizos. Borde amplio, atejado.

Se presenta hermético, necesitado de un tiempo de apertura para comenzar a expresarse. Inicialmente hay poco que apreciar. Predominan unas tímidas notas reductivas a lacas, mueble antiguo, desván, que van dando paso a un sorprendente punto animal a curtiembre y faisandaje que no habíamos visto anteriormente en un reserva de Riscal. Algo brusco y sucio, sin mucha sutileza. Tostados muy marcados. Tras un par de hora de espera, sin decantar, nos encontramos un vino completamente diferente. Franco, limpio, acompotado (guindas, marrasquinos) con notas de maderas finas, cedro, junto a un fondo de salvia y laurel. Acaba por sacar todo tipo de apuntes de hojarasca y terrosos. Muy Riscal.

En boca es donde da la medida de su grandeza. De alma vellutera y tacto increíble, terso, lustroso, dotado de unos taninos bruñidos con todo el pedigrí de la bodega. Templado como el vidrio más quebradizo, finamente especiado y matizado por una acidez de vino joven. Está tan bien resuelto que roza la perfección. Un Riscal tallado en Savile Row que ha conseguido engarzarlo todo con precisión milimétrica. Apabulla con tanta elegancia. Tremendo!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/09/marques-de-riscal-1970-reserva.html

Sedosidad, elegante, intenso, perfumado, hongos, todavía conserva fruta madura. Excelentes croquetas y pimientos rellenos lo acompañaron. Tertulia detrás. Maravilloso vino

No añado mucho más a lo que ya comentó en su día Lluís.

nos gustó, suavidad mucha y esa acidez que aún lo hace joven son para mi las credenciales de esta botella.

habrá que volver a husmear en la cueva donde andaba de siesta.

Color rojo rubí con ribete anaranjado, de capa baja, lágrima densa y no filtrado en exceso. Brillante.
En nariz: inicialmente y con tan sólo 10 minutos de decantación aparecen notas licorosas que tras remover la copa o esperar 20’ más de decantador desaparecen por completo dejando paso a una nariz franca y clara con predominio de la fruta madura, dulce de algodón de azúcar y caoba.
En boca: si algo destaca es su sedosidad. De tanino pulidísimo, elegante y aterciopelado, el paso es digno de admiración para un "jovenzuelo de 34 años". No hay aristas, nada destaca por encima de nada, está todo perfectamente colocado en su sitio... La fruta se muestra dominante y la madera de forma muy noble se muestra sabiamente integrada. Postgusto largo.
Maridó perfectamente con cigalas de Marín y lubina salvaje al horno.
Qué vinazo!