Rojo cereza de media capa y ribete teja. Magnifica nariz terciaria con suaves toques de menta, naranja pocha, balsámicos y tabaco sobre aromas de fruta roja escarchada espolvoreada en canela y vainilla. Leves notitas de cueros, fúngicos, líquenes, gravilla seca, maderas aromáticas, sándalo, pimienta, lavanda, tomillo, hierbas aromáticas, anisados y un final de flores blancas ajadas. En boca es maduro, muy ligero, con sabores de fruta roja en guirlache, caramelo tostado y naranja pocha. Con acidez media recorre el paso con notitas amargosas, vegetales y de tabaco, sensaciones que también se posan en el posgusto en el que se percibe más la naranja amarga, matiz que también sale por vía retronasal, así como las hierbas aromáticas ( tomillo ). Un vino de perfil ligero que ha llegado ya a la esfera de los cítricos evolucionados entrando en esa fase característica de los vinos de Riscal en la que se hacen maduros y agarran el cristal de la botella por décadas. Un vino con un estilo 100 % Riscal con el curioso dato de la graduación alcohólica que es de 11.5 º - casi para encabezarlo.
Color marrón anaranjado, igual que el menisco, lágrima abundante.
En nariz aromas fuertes de oxidación, especiados y mohos, con leve recuedo de la barrica. Mejora en boca, complejo y suave a pesar de estar ya poco robusto y avejentado, posgusto corto. Para esta botella en concreto pasó el mejor momento hace ya tiempo, a pesar de que todavía puede beberse con dignidad.Se trataba de un crianza y en unas condiciones de guarda poco adecuadas.
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