A menos que estemos de mala fe, cabe comprobar que este Riscal nos sorprende gratamente por su cambio de perfil. Extremadamente amaderado, blando y flacucho en su primera juventud, ha logrado metamorfosearse más allá de toda esperanza.

     Su color sigue siendo el mismo - picota oscuro sin diferencia perceptible entre el ribete y el núcleo - pero sus aromas se desarrollan como alas de mariposa : percibimos sabrosos olores a cuero curtido, a sotobosque y a higo secado. En boca, se muestra muy pulido y elegante pero graso y deleitable - sin complicaciones bizantinas - cada vez más voluptuoso a medida que se oxigena en las copas, atrayente e irreconocible, netamente superior a lo que cualquiera hubiera esperado, por encima de su fama : afrutado y especiado - notas de cereza negra, toques de clavillo y matices resinosos - ligero pero sólido, con una acidez bien equilibrada, y bastante largo. ¿ Qué más se puede pedir por ese precio ? ( PVP : 12 € )

Aunque mi predilección no apunta mucho por este estilo de vinos, degustados al principio de mi juventud enológica, he de reconocer que tras mucho tiempo de guarda y volver a rememorar ciertas impresiones y sensaciones, es un gran vino, donde los haya.

De color rojo rubí cardenalio, de ribete rojizo, ladrillo de arcilla oscuro, velado ligeramente pero sin enturbiar, limpio de aspecto.

Notas de reducción que con la aireación se disipan y nos ofrece una nariz de ciruelas, pasificación, tostados, ligeros ahumados, especias, hojas secas del bosque, cueros y notas de piel animal, torrefactos, vainillas más en dirección al grupo de los terciarios.

Sin embargo no es todo madurez y crianza, ofrece una fruta de sabor madura, rancio de curación en algunos aspectos como la ciruela pasa, carne curada como el lomo ibérico o la cecina, algo licoroso como las guindas en licor, pero equilibrado, pausado, dotado de fibra en su musculatura, es decir, una tanicidad firme, persistente, pero de carácter suave, sedoso, aterciopelado. Con una crujiente acidez, digna de los mejores amontillados de solera, todavía viva sin oxidación, liviana, aligerando el paso por boca y alegrando el paladar. El fondo es especiado, pimienta negra, clavo, cardomomo podría ser, con algo de vainillas dulces y/o una pizca de nuez moscada.
Final en boca tenso, con retronasal de ahumados, y torrefactos procedentes de la madera o similares a los frutos secos, más que de granos de café.

Un vino muy perfilado, sabio, técnico por su acertado equilibrio, elegante y de sabores complejos, exquisito para maridar con carnes de caza o quesos rancios o azules.

Muy bueno!!

Vista: Brillante y limpio. De color cereza oscuro con ribete ya tirando a tonos ambarinos. Capa media y densa lágrima sin color.
Nariz: De buena intensidad, franco, especiado, balsámico, ... en principio claramente dominado por la reducción de la botella y por la crianza. Según se abre aparece la fruta roja, algo cansada y acompañada por especias (pimienta, clavo), toques animales y torrefactos.
Boca: De buena entrada, intensa, seca, con buen cuerpo, balsámica, especiada, con los taninos ya muy pulidos, pero aún presentes, buena acidez y final de media persistencia.
Es un vino que aún tiene carácter, con un aroma muy influido por las notas de reducción y una boca seca, especiada y con mucho sabor.

VISUAL: Capa media, de color teja con ribete anaranjado.
OLFATIVA: Aromas de fruta roja muy madura sobre potentes aromas a cuero y especias. Poco complejo y poca intensidad. No evoluciona, prácticamente se mantienen esos aromas inalterables pese a permanecer abierto unas cuantas horas.
GUSTATIVA: En boca tiene una entrada y un paso muy ligero. Agradable de gusto y bastante corto, dejando un postgusto suave y dulzón.
Un clásico de Rioja.

Catado en formato doble magnum, lo cual es bastante significativo, teniendo en cuenta que se trata de un vino habitualmente (al menos en añadas anteriores) de "corte clásico" y procedente de una añada extrema en cuanto a maduración de la uva, este vino con nombre aristocrático se presentó...

... con una visual de color granate de cama media-baja, con reflejos anaranjados. Limpio y brillante.

En la nariz destacan en primer plano las notas de crianza en barrica de roble americano, con aromas terciarios de cueros, sobre una más que celebrada fruta roja bien madura y golosa. De media intensidad, no presenta una gran complejidad en nariz pero, sin embargo, se muestra agradable y sugerente. En evolución aparecen notas de cerezas en licor, con una punta ligera de alcohol.

En boca se muestra sabroso, dulce, con más peso de fruta y extracción de lo esperado, en relación a añadas anteriores catadas de este mismo vino. También mucho más goloso que otras ocasiones (quizás también por el alcohol más patentes que en otras ocasiones). Taninos presentes, pero con muy buen afinamiento, sedosos, dulces. Fresco, con acidez que compensa el exceso de calidez y maduración. Longitud media.

En definitiva un vino que, quizás por la añada o por el formato doble magnum, mantiene unas cualidades más frutales y golosas de lo esperado por la línea evolutiva de esta etiqueta. Más amable y fácil de beber que en anteriores ediciones. Quizás, "menos clásico" de lo esperado...

De color rojo picota intenso, con mucho brillo. En nariz se muestra con infinidad de aromas: variados toques de especias ( pimienta, canela y clavo), frutas como la naranja, y olor a sotobosque. En boca entrada suave, amplitud, ligera envoltura que expresa cierta concentración, acidez bien integrada, amargor y alcohol contenidos que rápidamente dan lugar a toques minerales y dulces. Bien acabado y afinado, este vino dejará contentos a todos aquellos que no busquen estridencias, pero que busquen un rioja de los de siempre, a precio muy competitivo, tratándose de un reserva.

Color rojo cereza brilloso, de capa media y con buena lágrima. En nariz bastante complejo y licoroso , con aromas especiados, a naranja y cuero y pinceladas de barniz. En boca es de entrada suave casi aterciopelada, muy amplio con una acidez bien integrada con un punto de amargor y potencia, pero que desaparecen quedandose en toques minerales y un punto de dulzor que lo caracteriza.

Visual: Rojo picota de capa alta, muy bonito.
Olfativa: Fruta madura, especias, toques de vainilla.
Gustativa:Entrada media, agradable y fresco, con una puntita alcohólica,creo que se debe a su juventud y que lo integrará perfectamente con el paso del tiempo, redondeandose en botella, pero con unos añitos.

Color granate con ribete rubí, capa media, con buen brillo y limpio.
Su nariz es de principios de intensidad media, ciertos toques de fruta roja muy madura, notas de café, algo de levadura de pan, cierta nota de coco, fondo especiado.
En boca entra muy amable con cuerpo medio y cierta persistencia, tiene la acidez característica de estos clásicos riojanos, pero está bastante equilibrado y sobre todo la indiscutible sedosidad y finura de los clásicos. 23€ en restaurante.

Rojo granate con ciertos toques más oscuros. No anda mal de capa de color. Nariz de buena intensidad, fruta roja y negra madura, ligeros avainillados, pan tostado, especias y café. En boca presenta buena acidez, un tanino un pelín marcado, y un postgusto en donde los recuerdos de la barrica me parecen menos evidentes que en la nariz, con buen equilibrio entre sus componentes. Pienso que un poco más de botella le puede redondear algo más. Siempre digo lo mismo, hacer tantas botellas de un reserva que está bien y venderlas tiene un gran mérito.