Tonos ocres con reflejos cobrizos,anaranjados,granatosos muy abieto y con ribete sin cambio de color.
Nariz, directa, que golpea con contundencia. Proteína, sangre, sándalo, fondo especiado, manteca de cacao, trufa, cuero ruso, anisados, duela envinada, madera vieja pero elegante, endrina macerada en licor, vainilla, clavo, laurel,tierra mojada, leña recién cortada...
La boca es de retraca.Es incisivo, directo, rocoso, surge como un vendaval, afilado e impregnado con la esencia de la mejor Rioja. Vainillas, cúrcuma, finísima fruta roja reducida, hongo, helecho, hebra de tabaco rubio, incienso... y sin ningún síntoma de fatiga.Excepcional.
De color rubí claro de capa media-alta, brillante, limpio, muy estable y algo más oscuro que otras añadas análogas (1946-1948). Reflejos rojizos y cobrizos, ribete amplio, anaranjado, con marcada diferencia con el menisco.
Perfumado, fragante, muy fino y elegante con el plus de una exagerada intensidad muy poco habitual en vinos con tantos años a sus espaldas. Abundan los aromas florales con una fabulosa expresión inicial a marchitos, flores secas, pétalos y especias (clavo, pimienta negra ahumada) que van dando paso, poco a poco, a una mayor presencia de fruta roja reducida, confitura de naranja inglesa, orejones y un fondo de cedro, maderas exóticas y una nota tostada a ralladura de cacao. Un Riscal de gran profundidad, floral, etéreo, sin expresión de crianza clásica riojana y un pleno carácter varietal. Tiene un rastro como de ungüento que a ratos lo hace "cabernetear" con gran finura. Hermoso!!!
En boca es armónico, reposado, ordenado, sin un atisbo de aristas, con taninos redondos y maduros. Paso ligero, fresco y terroso, sabroso, con finos amargosos y un deje mineral a grafito que ya habíamos visto en otras añadas de la misma década. Muestra un excelente nervio y esa fresca acidez tan propia de las buenas añadas de la bodega.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2013/09/marques-de-riscal-1947-reserva.html
Rojo rubí, ribete rojizo, capa media-alta. Imposible adivinar sus 66 años.
En nariz nos sorprende por su finura y elegancia, sin apenas toques de reducción o suciedades, flores secas, frutas maduras, especias, mueble viejo, maderas nobles. Con más aire aparecen finos balsámicos, ahumados, trazas anisadas, grafito, en fin, una nariz llena de complejidad y encanto, llena de fuerza y misterio, que nos prepara para lo que viene.
En boca es sencillamente maravilloso, pura fineza, puro encanto, un vino armónico y lleno de elegancia y sutilidad, con acidez, perfectamente vivo, con un paso redondo y casi frutal, dejando en el final trazas especiadas y ahumadas, quedando un ligero recuerdo terroso. Todavía ligeramente tánico dejando un recuerdo imborrable. Persistente.
Una de las añadas más brillantes de la larga historia de Riscal y que completa un trío totalmente mítico formado por 45, 46 y 47. Es un vino redondo y esférico, elegante y distinguido, largo, directo y realmente profundo, de esos que dejan una huella imborrable. Sin duda el mejor Riscal que hemos probado junto con el de 1925. Para el recuerdo.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.