Botella con redecilla dorada típica de este vino. Etiquetado clásico.

Corcho que, aunque usamos sacacorchos de láminas, se parte al extraer pero huele bien.

Filtramos y decantamos 30-45 minutos antes de disfrutarlo.

Servido en copas Riedel Ouverture a unos 17-18ºC.

Visual

Picota de capa alta, ribete atejado-transparente, brillante, limpio (después de filtrado aunque no había excesivos posos en la botella) y de buena lágrima, fina y de lenta caída.

Muy buena visual y packaging. Corcho bueno manchado hasta la mitad del mismo. (9)

Nariz

Desde el inicio de gran intensidad con muy buenos terciarios de libro, marroquinería, ahumados, flores marchitas, tabaco, regaliz, herbáceos, balsámicos, fruta negra escarchada, especias dulces, setas, cantos rodados húmedos y un buen fondo tostado de maderas y duelas viejas envinadas e incluso leves notas de chocolate y monte bajo.

Gran nariz en intensidad y, sobre todo, mucha complejidad y definición de aromas. Muy elegante. (9,3)

Boca

Ataque maduro, de cierta contundencia y potencia todavía, envolvente, amplio, de muy buena acidez y frescura, seco, sabroso, de buen volumen, densidad media-alta, buen cuerpo y muy buena estructura.

En el paso por boca se percibe un vino equilibrado, redondo, elegante, mentolado-balsámico, herbáceo y especiado, con taninos presentes pero ya dulces y pulidos.

El final es largo, balsámico, con fruta negra madura (y casi seca) amargosa, notas mentoladas, ahumadas, especias y un fondo tostado que deja un retrogusto excelente; en vía retronasal reaparecen ahumados, flores marchitas, tabaco rubio, madera vieja y recuerdos de cacao que lo redondean fantásticamente bien.

Gran boca la de este vino. Todavía firme y con chicha, nada caído, al contrario, mantiene el tipo muy bien, es largo, es intenso, es complejo, elegante, redondo, fresco y equilibrado. Excelente. (9,4)

Una vez más, botellaza de este vino a sus 24 años.

La RCP, sencillamente, excepcional.

Corcho muy bañado en vino que se rompe al extraer con sacacorchos de dos tiempos pero que huele muy bien.

Se filtra  y decanta 4 horas antes de su disfrute.

Visual

Picota de capa media-alta, ribete atejado-transparente, limpio, brillante y con buena lágrima. Hay posos al final de la botella. Buena lágrima, densa y abundante, de lenta caída. (9,2)

Nariz

De muy buena intensidad a fruta negra madura, balsámico-mentolados muy interesantes, regaliz, especias, coco rallado, vainilla, canela, toffee, tostados, torrefactos, terciarios fantásticos, laurel, pimienta negra, finas maderas, cueros y flores ajadas. (9,5)

Maravillosa nariz en intensidad, complejidad y equilibrio.

Boca

Ataque potente y contundente pero muy elegante y sedoso, sabroso, muy fresco, con elevada acidez, de buena expansividad pero también directo y bastante vertical, fluído, de media densidad, buen volumen, cuerpo medio plus y muy buena estructura. Muy agradable y fácil de beber en su paso por boca.

Final largo, fresquísimo, sabroso con fruta negra madura, especias, mentolados, pimienta negra en un retrogusto excelente; en vía retronasal aparecen tostados, terciarios fenomenales, algo de tabaco rubio, cueros, mineralidad, maderas finas y flores ajadas que lo redondean excelsamente bien. (9,4)

Fantástica esta nueva botella de la añada 1996 del Reserva de Marqués de Riscal con 21 años y medio. Un poco superior a las dos botellas disfrutadas hace unos meses. 

En un momentazo de consumo y madurez excelente dentro de la fase óptima de su ciclo de vida. Brutal vino clásico con ligeros toques de modernidad.

Su PVP actual, en webs de viejunos ronda los 54-55€ aunque, en mi caso, en liquidación, pude conseguir ésta y más botellas de este mismo vino y añada a un precio insultantemente bajo (casi regaladas). Excelente RCP en cualquier caso.

Abierto 4 horas antes de la cena en el restaurante Gurea (Murcia) con el grupo La Vida Grata.

Sobra unos 100 ml que me sirven para elaborar esta nota de cata unas 32 horas después del descorche.

Visual: picota claro de capa media tirando a media-alta, ribete cereza-transparente con destellos atejados sutiles, más o menos limpio (tiene algo de poso), brillante y de buena lágrima.

Nariz: de buena intensidad a fruta negra madura, flores secas, aldehídos sutiles, regaliz, coco, especiados, madera americana de libro, pimienta negra, musgo, balsámico-mentolados, notas tostadas, tabaco rubio, caja de puros y ligero chocolate en licor. Buena complejidad y que, lógicamente las primeras horas era más exhuberante que pasadas más de 30 horas donde ya se percibe un poquito de oxidación en el vino.

Boca: ataque de buena potencia pero elegante y redondo, de buenos taninos (se nota aún algo tánico), cuerpo medio, densidad media, buena estructura y volumen en el paso por boca. Acidez muy elevada que le aporta frescura. Final largo, con notas a fruta negra madura a chocolate en licor con fondo de maderas y ligeros terciarios y balsámico-mentolados en retrogusto; en retronasal tenemos finas maderas, vainilla, flores secas y tabaco rubio que le otorgan una notable elegancia.

Sigue estupendo (como la botella anterior), aunque esta nota de cata se ha realizado como 24 horas después de lo que fue realizada la anterior. Aún así, el vino, pasadas más de 30 horas de su apertura, aguanta y se mantiene.

Corcho que se parte en dos trozos al extraer.

Decantado 2-3 horas antes de beberlo.

Visual: rojo picota claro de capa media-alta, ribete cereza-transparente con ligerísimos atejados sorprendentes en un vino de 20 años (esperaba mucho más evolucionado dicho ribete), limpio, brillante y de buena lágrima.

Nariz: de media intensidad pero que aumenta al agitar la copa; tenemos fruta roja y, sobre todo, negra madura, pimienta negra, flores marchitas, ligeros aldehídos, regaliz, especiados, ligero coco y vainilla, maderas finas, algo de cuero, chocolate, herbáceos y buenos balsámicos. No es muy potente en intensidad pero sí es un vino complejo, serio y de mucha complejidad olfativa dentro de la gama de clásicos riojanos.

Boca: ataque fino, elegante, suave, sedoso, de taninos que aún se notan ligeramente pero que ya aparecen bastante pulidos; es de medio cuerpo y densidad, notable estructura y de buen volumen en boca. Acidez muy alta, lo que lo hace fresco y muy fácil de beber. El final es largo, con frutos negros maduros, chocolate y finas maderas en retrogusto junto a balsámicos, maderas finas, herbáceos, vainilla, flores marchitas y pimienta en retronasal estupendos.

Excelente Reserva de 20 años ya. Con muy buena evolución y con cuerda para, como poco, otros 10 años más dada su elevada acidez y su buena estructura.

Su PVP ahora mismo, dada la añada, ronda los 54€ aunque yo, por suerte, pude conseguirlo a un precio muy muy inferior en una liquidación de una tienda de vinos cercana a mi casa (suerte la mía). Me quedan más botellas, por lo que podré seguir viendo su evolución dentro de ya su tercera década de vida.