Este vino lo probé en el restaurante Pont Vell de Besalú, en agosto de 2013 (mira si me impactó que recuerdo fecha y lugar) y me pareció una auténtica pasada. Vinos y vinos más tarde, nos volvemos a encontrar, siendo la misma añada que la degustada y me sigue pareciendo magnífico... Ha madurado, ha evolucionado y además de su calidad, me trae muy muy buenos recuerdos.

La nariz es espectacular, con la fruta del bosque madura, compotada, acompañada de ciruelas negras, picotas, fresas y moras, todas madurísimas. Junto a esta fruta dulzona y madura, aparecen unos excelentes balsámicos, con la regaliz mostrándose esplendorosa. Y acompañándola, aparece ese sotobosque, notas de hongos, trufa, mineralidad, flores marchitas, café, notas de vainilla y especias picantes muy sutiles. Tabaco rubio y unos suaves cueros acaban de redondear un conjunto complejo y completo, que te hace salivar y pensar en lo bueno que estará.

Y tanto que está bueno cuando lo pruebas, con la fruta bien madura compensando su dulzor con una buena acidez, especias picantes y balsámicos. El cacao se mastica negro, pero con un toque jugoso que hace que no se quede la boca de esparto. Los champis aparecen en boca también, con una madera muy muy integrada, esos toques cárnicos, el sotobosque y esa mineralidad más intensa en boca. Es larguísimo, con un postgusto floral intenso, que acompaña a la fruta madura. Buenísima estructura y para tomar de aquí unos años también, porque me da que va a aguantar muy bien este estado de forma tan pleno.

Tremendo!

Vamos a catar uno de esos vinos que mantiene uno en su bodega pero se muere de ganas de catarlo. Compramos dos botellas en Abril de 2013 y hoy abrimos la primera de ellas. Fue Gran Bacchus de oro en 2013 y las críticas lo pusieron por las nubes. Nos costó pero decidimos guardarlo estos 4 años ya que todo lo que leíamos indicaba que iba a evolucionar maravillosamente.
Abrimos la botella y la dejamos respirar por dos horas antes de su cata. Tapón magnífico, largo, compacto y tintado unos 5 mm desde su base. Temperatura de servicio 17°C.

VISUAL: Muestra un color rojo picota de capa media-alta con el ribete rubí y reflejos amoratados. Su lágrima es escasa, esbelta y transparente (90).

OLFATIVA: A copa parada surgen intensas notas de fruta negra muy madura, a compota de moras. Al agitar encontramos aromas florales (rosas marchitas), montebajo (orégano y hierbabuena), regaliz de palo, fúngicos de trufa negra, especiados dulzones de nuez moscada y vainilla, balsámicos de eucalipto mentolado y una buena pátina de terciarios: tostados de la barrica, tabaco de pipa, café torrefacto y chocolate negro. Espectacular bouquet, delicioso, complejo, profundo y de intensidad alta (93).

GUSTATIVA: En boca es pura armonía. Cremoso, amplio y de una alta acidez. Los taninos perfectamente dulcificados pero con suficiente presencia para sustentar una elegantísima estructura. De una opulencia que embelesa, con un retronasal acompotado y dulzón recordando a la confitura de ciruelas y con apuntes achocolatados. Se intuye un fondo mineral arcilloso que le aporta señorío, ensamblaje maravilloso entre las 4 viníferas. Persistencia larga, de casi tres minutos y medio que hipnotiza, que incita a beber y beber. Pura seda, en un momento óptimo de consumo pero que de buen seguro aguantará al menos 5 añitos más a gran nivel. La botella lo está convirtiendo en algo sublime. Comprado hace 4 años, la espera ha valido la pena. La otra botella la dejaremos otro tiempecito para ver su evolución final. Me recuerda mucho a los burdeos de Margaux tanto por su coupage como por su elegancia y gran porte.
Las críticas estaban en lo cierto, estamos ante un grande, de esos que no se olvidan. VINAZO con mayúsculas, me ha encantado (95).

La RCP fue excelente. Comprado por 18 euros la botella, qué pena que no comprásemos una caja entera.

Maridamos este gran caldo en tres ocasiones. Con unos spaghettis con champiñones y trigueros el primer día, con unos suculentos filetes de ternera el segundo y con unas ricas lentejas el último día. Con la pasta fue una delicia, la combinación con el parmesano y con la frescura del orégano una exquisitez. Con la carne realmente el mejor de los maridajes, la profundidad de este vino y los potentes aromas cárnicos armonizaron a la perfección. Y con las lentejitas una delicia, el vino estaba en su cima, después de cuatro días con tapón de vacío se expresó en plenitud, fue un titán absoluto.
Qué barbaridad de vino amigos, tremendo coupage con un resultado espectacular. Salud-os!!

No le falta furza y potencia frutal, pero en esta ocasión me ha gustado menos, quizás por un exceso cremoso y avainillado. Lo recordaba más equilibrado y fino

Rojo cereza de capa media-alta y ribete rubí con lágrima fina y abundante.
En nariz muestra elegancia y redondez, con buena carga frutal de moras, ciruela y cassís, bien maduras y sugerentes, unidas a tonos especiados de canela y vainilla suave, caramelo de toffe, cacao dulce y confituras. Fondo balsámico con recuerdos de regaliz, mentolados suaves y trazas de grafito.
En boca es muy franco, equilibrado, con presencia de frutas en sazón de bosque que se funden con las notas especiadas y agradables tonos tostados del roble, puntas ahumadas, chocolate dulce y regaliz negro, sobre un fino fondo anisado con recuerdos de café. Recorrido amplio, redondo, largo y bien sabroso, con taninos ligeros y acidez redonda y fresca. Postgusto goloso y terciario, de longitud media-larga.

Sin duda , uno de los mejores Malaveinas que he probado. Potente, compotado y poderoso en nariz desde el inicio. Concentrado y penetrante su bouquet. Boca muy estructurado, pero con tanicidad madura, pendiente todavía de afinamiento. Mediterráneo, una gozada

Color picota intenso con capa alta y ribete rubí. Lágrima densa y bien definida.
Nariz golosa con buena intensidad de aromas de moras, arándanos y cerezas en sazón, especias dulces y exóticas, Tostados cremosos, romero, regaliz, mentolados y chocolate negro. Fondo de musgo y tierra.
Boca carnosa y fresca, con buena amplitud y tacto aterciopelado, frutas maduras y sabrosas con repuntes licorosos, ahumados tenues de pimentón, torrefactos, regaliz y cacao puro. Balsámicos frescos y toques florales. Paso de boca robusto, con acidez bien integrada y taninos bastante redondos. Postgusto bastante persistente.

Bonita botella bordelesa de vidrio grueso. La etiqueta es sencilla pero viste con elegancia. Corcho: 8. Volumen Alcohólico 14,1%

Visual: Picota oscura, de capa alta y ribete cardenalicio. Limpio y con buena lágrima que desciende con parsimonia por los costados de la copa, tintándola.

Nariz: Ataque intenso con abundantes notas de frutas rojas casi en compota, chocolate negro, especias (pimienta, regaliz, canela), cola de ebanista, balsámicos (menta), minerales (tierra mojada) y tinta china, todo de forma exuberante pero golosa.

Boca: Entrada con la misma potencia que en nariz e igualmente atractiva. Con estructura y acidez marcada, de cuerpo medio-alto, tiene cierto deje amargo y de forma no agresiva, se siente su potencia alcohólica. Se notan la compota de fruta roja, las especias y su alma mineral. Su final es persistente y seductor con recuerdos balsámicos y especiados.

Un vino serio, robusto, para los amantes de los vinos recios, esos vinos que se enfrentan mirándoles a la cara a cualquier plato de caza mayor, estofados o guisos vigorosos para combatir el frío invierno. Su precio, entre 16-18€, muy buena RCP.

Conseguir un ensamblaje como este en localizaciónes del Emporda, no es fácil, donde los suelos de grava, la altura y la sobremaduración, nos concede vinos licorosos, voluputuosos y de peso, aunque con buena acidez.

El coupage de Merlot (mayoritario) con la Cabernet y Cariñena, tiene aquí otro comportamiento, disfrutando de un vino con extracción, fruta sobremadurada y acompotada, pero de persistente sabor y concentración. Tanino noble y rugoso, de sabor persistente, con final elegante y moderado en potencia. Se podría decir "aburguesado" pero que le viste muy bien.

Excelente

Rojo picota de capa alta y borde cárdeno. Lágrima densa y abundante.
Nariz balsámica con recuerdos de confitura negra, canela y pimienta, mineral, tonos de toffe y cacao, ahumados finos y fondo de tinta.
En boca tiene buena amplitud, fruta negra muy golosa junto a especiados dulces y tostados presentes de café y tabaco de liar. Toques minerales y apuntes de pimentón. Recorrido sabroso y de largo recorrido, con acidez integrada y taninos envolventes. Retrogusto especiado de buena longitud.