La presentacion fue de dos botellas en un estuche, varia la crianza, una botella en roble americano y otra en roble frances. En esta ocasion catamos el de roble frances.

A copa parada los aromas de tabaco negro de picadura es muy destacable ( todavia me acuerdo de ese aroma que en mi niñez estuvo muy presente), despues aparecen especiados y balsamicos, la fruta mas escondida.

En boca la crianza esta mas marcada, tiene los taninos mas punzantes que los demas Ex Ex, buena acidez, fruta en pequeña proporcion, Pero claro es que este vino tenia unos compañeros de cata de mucha envergadura, estoy seguro que si lo hubiese catado sin compararlo con los demas Ex Ex la valoracion seria mejor.

En copa presenta aspectos de edad no se si decir avanzada pero si de madurez, con un ribete bastante teja. A pesar de la barrica diria que en copa recuerda a algunos franceses tipicos. En nariz está francamente intenso, pleno y agradable. No acompaña en boca a lo esperado, baja un par de escalones. Frutos rojos y negros del bosque, cafe, bastante especiado y toques de pimienta verde y negra. El merlot va un paso por delante del resto de uvas del coupage

Le tocó el turno a la barrica francesa: se presenta con color cereza que posee aún cierta intensidad con ribete tostado y con rasgos de cierta vejez.
En nariz aparece frutas como la cereza y la fresa, acompañan los tostados, el clavo y el pimiento. Mantiene aún cierta fuerza pero le falta algo de limpidez.
En boca está ya pulido, con la fruta muy ligera, de nuevo tostados, pero se encuentra en curva descendente. Es fácil de beber, mantiene el tipo pero tiempos pasados...

En copa presenta color cereza oscuro con ribete granate y aún posee viveza.

En nariz el primer impacto es vegetal, madera seca y toffe. Por debajo hay vainilla y torrefactos. Con el tiempo se suavizan los matices vegetales y predomina la madera, el toffe y el chocolate blanco. La madera no es discordante.

En boca el tanino está pulido , es largo, con cierta cremosidad, de nuevo toffe, ligeros especiados y frutos rojos. La madera y el alcohol están integrados. Resulta sabroso
Su precio ronda los 50€

De nuevo demuestra Castillo de Perelada, no solo su capacidad para crear experiencias excelentes, si no tb capacidad para crear vinos que evolucionan y sostienen el paso del tiempo de forma satisfactoria. Recordaba este vino hace tres años mucho más pobre, inexpresivo, un tanto convencional y desde luego el peor ex ex hasta entonces. Sin embargo esta versión especial roble francés( hay o había menos de 500 botellas), se muestra expansiva, efusiva , mostrándo una carga frutal achocolatada excelente. Sorprende la evolución frutal poderosa , no sólo en nariz, tb en boca . Tras su color picota con borde teja marcada, se esconde un vino todavía vigoroso, vivo y expresivo, incluso picante, especiado y provocador

Toda una prueba de cata, se presentan dos botellas con misma composición varietal y concepción, pero una con barrica americana y la otra francesa!
A primera vista los dos son completamente iguales, parece que la barrica no produce cambios cromáticos en ellos, pero muestran un brillo muy bonito, y aparecen algunas lágrimas rápidas. Capa media-alta!
En aromas parece que hay mas diferencias, el americano es mas salvaje, al principio mucha fruta de bosque muy madura, torrefactos, toffes... al momento evoluciona a especiados, y un toque de pimiento verde algo cansino.
El frances, es mucho mas redondo en aromas, no despunta ninguno en particular pero tiene un gran abanico como fruta negra, caramelo de toffe, vainilla muy fina, y un ligero tostado..
En boca resulta mucho mas armónico el frances, siendo el americano el mas "aristoso" y con un verdor notable. Los dos tienen el tanino bien trabajado y los dota de caracter varietal (Merlot y cabernet..)
El retro aporta poco mas, quizá un poco de regaliz negra.
Largos en boca, y con una similitud a los caldos de Bourdeos.
La puntuación es la media de los dos, con seis catadores puntuando..

Se comercializa un pack de dos botellas que contienen el mismo vino criado en roble francés y americano, respectivamente. Tapón blando y poroso. Al decantar, aparece una espuma desagradable que va desapareciendo muy lentamente. A la vista y a la nariz, no distingo entre los dos vinos. Color algo apagado, agradable. Parece más viejo de lo que es. La nariz es muy fina y agradable, ligeramente balsámica, superior a lo que luego los vinos ofrecen a la boca. En boca son ya si muy distintos. El criado en roble americano aparece bastante tánico, con escasa personalidad, flojo, poco interesante [7.9]. El que ha sido criado en roble francés es muy superior. Tiene unos taninos finos y ligeramente sedosos. Hay calidad y elegancia, pero el conjunto queda algo delgado, superficial [8.5]. Francamente inferior al memorable Ex Ex 4 y a otros vinos de esta misma bodega (Garbet, Gran Claustro, Malaveïna).