Una opción de vino dulce que tiene poca introducción en el mundo de la hostelería (aunque va en aumento) y que se suele limitar a mistelas y px más bien básicos.
En este caso se trata de un vi de gel de calidad aceptable, muy agradable y que merece la pena tener una opción más.
Un final de comida con un punto de vino dulce para acompañar al postre y a esas pastas de café que se han puesto de moda por gentileza del restaurante, son siempre "un final feliz".
Dentro de esas opciones un vi de gel (o su equivalente en el extranjero) es de las mejores opciones y si además es de uva gewürztraminer tienes asegurado un plus de aromas tropicales y dulzor, más la acidez propia de esta uva.
Además con buen precio y hasta en botella bonita...
Buena combinación de elementos.
Color amarillo dorado con reflejos ambar, buena lágrima. En nariz destacan aromas de frutas en compota, cítricos, mango, melón. En boca es fresco y ligero, buen equilibrio entre dulzor y acidez con reaparición de notas tropicales y con correcta persistencia.
Un buen final para una comida acompañando a un postre de fruta o poco dulce.
Color amarillo suave con reflejos dorados. En nariz aromas a frutas en compota, cítricos, frutos exóticos y azahar. En boca es suave y ligero, no muy complejo. Es dulce, pero fresco, con una muy buena acidez. Bueno para postres.
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