Amontillado Cuatro Palmas
Amontillado Cuatro Palmas
premio_verema
Nominado a mejor Vino espumoso 2015
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Dulces y Generosos
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
20,00%
Varietales:
100% Palomino
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 50 a 99,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
9.75
/
99
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
9,9
ELABORACIÓN
Solera de 1871. Las palmas son una clasificación de la pureza y categoría de los finos de origen, siendo 4 el máximo. Unos 50 años de vejez.
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Opiniones de Amontillado Cuatro Palmas
OPINIONES
20

Saca 2012, solera Museo. Unos 45 años de vejez.

Color ambarino con reflejos color oro viejo, muy limpio y brillante. Ligero precipitado en el fondo de la botella.

La nariz es impresionante, apabulla por su intensidad y, especialmente, por su complejidad. Frutos secos tostados (nueces, avellanas), notas herbáceas, ligeras notas a laca, sal de mar, con la madera muy poco marcada para lo que podría esperarse, punzante pero deliciosamente equilibrada y elegante.

En boca descoloca un poco; la madera se marca más que en nariz y, sobretodo, tiene una salinidad muy pronunciada, casi en el límite, que no recordamos en botellas previas (nos recordaba de hecho a una botella con más de 100 años que nos dio a probar A. Flores). Tras ello, sabores avellanados, finos apuntes amargosos y flores secas.

Final casi infinito, con una fuerza arrolladora, que inunda las papilas con notas de frutos secos y deja un rastro amargoso y herbáceo.

De sobra es sabida mi debilidad por estos vinos “viejos” de Jerez, obras maestras de nuestra enología, pero he de reconocer que esta saca (o esta botella?) es bastante extrema y difícil de entender si uno no está bastante acostumbrado a estos vinos.

Color caoba caramelo.
En nariz es complejo, fino, elegante. Encontramos caramelo tostado, notas vegetales, tostados, unos balsámicos muy ricos y frescos, laca de uñas, yodo, notas marinas, frutos secos garrapiñados, algarroba, bellotas...
En boca la acidez es muy bueno, lo que sostiene el conjunto, con unas notas punzantes que estimulan el paladar, de nuevo los balsámicos por vía retronasal y la sensación salina. Potente y cremoso.

Sigue fantástico... para qué hablar más.

La Perfección existe y se llama CUATRO PALMAS.

ANÁLISIS & CATA. Un MUNDO de SENSACIONES

Hace unos años el gran Antonio Flores Pedregosa, alma viva jerezana y responsable de la selección y existencia de las cuatro palmas, me dijo:

Querido Antonio, estamos frente a la grandeza más absoluta, y no lo digo yo, lo dice el propio vino, que no sabe de falsas humildades, donde el tiempo le otorga su abrumadora personalidad y autenticidad, a veces incomprendido, porque lo desconocido nos da miedo.

Grandes palabras de Antonio Flores que he podido constatar en la reciente cata vivida e impartida por un Sumiller de bandera, un señor del vino como es Juanma Terceño, hoy enrolado en la firma Jerezana. En una sesión formativa y divulgativa impartida por Terceño en el seno de la ASM Asociación de Sumilleres de Málaga en el Restaurante Rincón Asturiano, donde Cuatro Palmas fue uno de los motivos de discusión vinícola más largos e intensos a los que he podido asistir. Mantuvo a muchos de los grandes sumilleres de la costa malagueña, durante la cena maridaje posterior a la cata, exponiendo hasta que punto estos vinos dejan de ser Jerez conceptualmente y convertirse en otro concepto que ha perdido la esencia de fino por completo y nos ofrece un vino único, enorme, grandioso, pero no un fino.

En mesa se comparó con los grandes tintos de guarda (siempre salvando las distancias), donde la fruta es un recuerdo del pasado, donde las arrugas del tiempo nos hacen parecer otra persona, y simplemente es el espejo de la sabiduría, de la madurez otorgada por el tiempo, quién define su evolución y lo que llega a ser.

Aquí el concepto botella entra también en juego, cobrando vital importancia en la futura personalidad del vino que contiene, es muy posible que nos encontremos con grandes diferencias entre botella y botella. A nosotros nos tocó disfrutar de una de las grandes ¡o quizás no!, pero así lo quiero pensar porque su magnitud era insultante, y miedo me da pensar que pudiera existir reflejos de una mayor dimensión.

un Sumiller de bandera, un señor del vino como es Juanma Terceño, hoy enrolado en la firma Jerezana

La definición de la cata, es un ejercicio en este cuatro Palmas del cuál aún no estoy preparado por el respeto que me suscita este vino. Quizás en futuros encuentros pueda armarme de valor para mirarlo a los ojos y tratar de definir todo lo que expresa. Si la perfección vinícola existe, se llama Cuatro Palmas y así lo definen los 100 puntos otorgados por primera vez por la Guía de Vinos Xtreme 2014..., ¡Jerez a ritmo de cuatro Palmas!

Si la perfección vinícola existe, se llama Cuatro Palmas y así lo definen los 100 puntos otorgados por primera vez por la Guía de Vinos Xtreme 2014.

Galería fotográfica ☛ http://www.akatavino.es/portfolio-items/jerez-a-ritmo-de-cuatro-palmas

  • Mis primeros 10 puntos

    Mis primeros 10 puntos

  • Mis primeros 10 puntos son para la Saca 2013 de Cuatro Palmas

    Mis primeros 10 puntos son para la Saca 2013 de Cuatro Palmas

Ambarino claro, destellos yodados, limpio y brillante.

Intensidad y pureza en nariz, este vino es lo más cercano a un perfume. Enormemente complejo, nos da notas de frutas en confitura, piel de naranja, esencia de avellanas, maderas viejas, especias dulces, clavo y canela, barnices, hierbas aromáticas, crema pastelera. Con más aire aparecen los tonos yodados y salinos, con una complejidad arrolladora.

En boca es poderoso y punzante, pero a la vez elegante y razonable para sus casi 50 años de vejez media. Dotado de una fuerza vital que llena el paladar y se expande en el final, dejando una explosión de sensaciones múltiples que van desde los frutos secos, las maderas viejas y las especias hasta las sensaciones marinas. Larga persistencia, se queda en el recuerdo y no se va.

Una saca más, 4 Palmas nos ha vuelto a entusiasmar por la enorme calidad que atesora, un auténtico amontillado resultado de envejecer un fino hasta el extremo, unos 48 años en esta saca 2013. Potente, elegante, largo, sustancioso y eterno, un vino imprescindible para conocer hasta dónde puede llegar el arte y la magia del amontillado, el vino que junta los mundos biológico y oxidativo, por tanto la esencia de Jerez. Para recordar.

Caoba con destellos cobrizos.

La nariz de este vino es sencillamente impresionante, con una complejidad y elegancia superlativas. Esencia de avellanas, maderas viejas, barnices, frutos secos, un fondo especiado y balsámico, tenues toques herbáceos y anisados, tabaco de pipa, chocolate negro, incienso e incluso caramelo y crema pastelera. Un portento.

En boca destaca su finura y elegancia, entra casi sin permiso y se va expandiendo en el paladar, dejando unas sensaciones complejas y desarrolladas con recuerdos de frutos secos, maderas viejas y especias en el posgusto, resultando un conjunto de una redondez abrumadora. Larga persistencia y evocador final.

Estamos ante un auténtico amontillado fino, uno Tío Pepe con más de 40 años que llega a su madurez lleno de elegancia y distinción, incluso mejorando algo con respecto al pasado año. Indiscutiblemente , uno de los mejores amontillados que podemos encontrarnos y por tanto uno de los mejores vinos del mundo.

A destacar las palabras del propio Antonio Flores sobre su criatura más excelsa: “cuando descorchamos una botella de 4 Palmas, abrimos una puerta al maravilloso mundo de los sentidos, y al mismo tiempo nos adentramos en el desconocido y escasísimo mundo de los vinos con corazón, con alma. Nos encontramos con el amor, la constancia y el trabajo de seis generaciones de bodegueros, enólogos, capataces y arrumbadores para conseguir un vino que alcanzó la perfección y está a un paso de la gloria. Yo solamente he tenido la suerte de haber podido contároslo”.

No hay nada más que añadir.

Está muy bueno

Ambar oscuro con destellos amarillos. Lágrima densa. La nariz además de intensa, es atractiva y con presencia. Hay toques de caramelo, algo de barniz, frutos secos, alguna fresca sensación balsámica, toques de maderas viejas, corteza de panquemado y un fondo de laca. En boca tiene buen ataque, el paso es ligero, afilado, con muchos amargos y suaves tostados. Largo y seductor.

Ambarino oscuro limpio y brillante.

Nariz brutalmente intensa, enormemente profunda, punzante, salvaje, fina y sin tapujos. Notas de frutos secos, ebanistería, recuerdos salinos, finos especiados, toques aldehídicos. Apenas se nota la volátil, es pura fineza, pura salinidad. Los registros que nos da son infinitos pasando por los toques balsámicos e incluso minerales de la albariza. Es un Amontillado puro, que nos ofrece la esencia de los mejores finos envejecidos.

En boca es un vino sin concesiones, casi en el límite de su consumo por su extrema vejez, pero siendo tremendamente razonable. De paso firme y estructurado y final largo, eterno, que nos deja notas de frutos secos y maderas finas, con un toque amargoso finísimo y evocador, que nos dura varios minutos en el paladar. Un amontillado técnicamente perfecto y absolutamente emocional.

Antonio Flores (enólogo de la bodega) definió este vino como “Un Tío Pepe con 50 años”. Y nos parece una definición perfecta pues este 4 palmas es un amontillado puro, procedente de los mejores finos y envejecido con la solemnidad de las grandes soleras jerezanas. Joya no comercializada y que la bodega embotella para las grandes ocasiones. Sin duda, uno de los mejores amontillados que existen y uno de los grandes vinos del mundo.

Color caoba brillante. Nariz de media intensidad, muy fina, con excelente definición y gran profundidad, muestra toques de especias exóticas, toques de barniz, frutos secos, sensaciones tostadas y algún recuerdo a panquemado. En boca ataca intenso, con un paso amargoso, muy buena trama, ligero, con buena acidez, largo y con enorme presencia. Pura armonía...

Color caoba.
Nariz de gran intensidad con aromas de duelas envinadas, dátiles, roscón de reyes, fruta escarchada, madera de balsa, ebanistería, notas de lacas, pulimento, fruta en aguardiente... Un nariz de ensueño que te hacer cerrar los ojos y concentrarte en extraer el máximo de esta maravilla.
En boca sorprende por la suavidad, es aterciopelado, con un cuerpo exquisito, amplio, fresco, con esas notas salinas que lo acentúan y dan carácter, una acidez incisiva, con esa fruta madura de fondo, escarchada, untuoso al tacto y largo.

Uno de los mejores amontillados que he probado.

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