Visual_ Color caoba con reflejos yodados. Limpio y brillante.
Nariz_ Buena intensidad. Notas de fruta compotada, dátiles, pasas, complejos recuerdos yodados, chocolate puro y un fondo especiado de pimienta y especias orientales.
Boca_ Buen volumen, con densidad, glicérico, buena acidez, el dulzor no emplaga y es muy agradable en boca. Buena longitud con notas de madurez.
¡Con lo que me gustan los titulares lapidarios y Javier de Castro me lo ha chafado! Caoba bastante cubierto con destellos ámbar. La nariz es expresiva, con excelente presencia, aparecen recuerdos a sándalo, especias dulces (vainilla y canela), algún toque especiado más exótico (curry) sobre un variado fondo de frutos secos (dátiles, higos, ciruelas y uvas pasas), un toque de mina de lápiz y un atractivo fondo tostado. Tiene buen ataque, pasa cremoso, con excelentes amargos, atractivo contrapunto entre cierta salinidad y el dulzor comedido, largo y con enorme profundidad.
esto si es un "bargain" como dicen en Inglés, impresionantes aromas de higos secos enharinados, pan de higos, piel de naranja caramelizada y deshidratada, dátiles, pasas.
En boca seco, muy seco como debe ser, ligeramente envuelto en aromas de miel, o azúcar tostado muy placentero por tan sólo unos 40 € bot. 75cl.
Extraordinario, no!!!
Color caoba ambarino bien cubierto.
En nariz ofrece maderas finas, ebanistería, canela, higos secos y dátiles, toffes y una vainilla muy fina con un contrapunto de tostados y minerales destacados (brea y carbón vegetal). Los aromas son finos y golosos.
En boca, sin embargo, es de ataque muy vivo. Muy serio, muy mineral, muy salino. Es largo y amplio y con un dulzor muy contenido, casi mínimo, y siempre matizado por la salinidad y las breas. No se espera uno una boca tan seria y seca de un oloroso dulce: fino en nariz y potente en boca. No he encontrado mejor maridaje para el Idiazabal artesano de Bikain. Para los amantes del dulce, con cualquier postre de toffe o vainilla o, simplemente, con unos dátiles Rey Salomón.
Caoba muy oscuro.
Con cierto tufo quimico de farmacia en el primer toque,detras aparecen notas de pasas y especias.
Con un dulzor muy suave que se mezclan con notas punzantes , tiene un paso de boca muy glicerico y aterciopelado.
Esta vez la prueba que ha superado Matusalem ha sido gloriosa, puesto que en la mesa una buena copa de este ilustre oloroso y un festival de mini dulces ofrecidos y creados por "La Virtuosa" -adjetivo que con todo el cariño dedico-, porque tan solo unas manos así son capaces de crear estas minis trufas, minis borrachuelos, minis piruletas, minis almendrados y un largo etcétera de dulces que en pequeñas proporcionas guardan todo el sabor de los grandes maestros.
Un vino que marida a la perfección con el tacto sedoso y amargo de la trufa. Cuando el bocado degustado es a base de azucar quemado, caramelo y almendras, encontramos un vino más denso en boca y más pesado, sin nota alguna de sensación cansina y empalagosa.
Simplemente Matusalem demuestra que está para un queso azul y para una de las mejores selecciones de postres que hoy en día podemos encontrar. Gracias Antonio Fernandez.
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