Pues se me ocurrió catarlo en varias copas, y ver qué pasaba. Y este fué el resultado:
- Copa borgoña, abierta en la boca: a pesar de que pensaba que le iba a ir bien al ser un vino muy concentrado y con mucho color, apenas se percibían aromas, o muy levemente, y nada francos, incluso algo de "suciedad". Decepción. En boca tiene un ataque amargo, fuerte y algo agresivo. Se mostró muy duro y con pocas cualidades.
- Copa Vinoélite: mostró claramente defectos del vino en nariz, mucho vegetal, verdores (césped o similar), y le costaba salir a la fruta. Curioso. En boca se mostraba punzante, alcohólico. Postgusto amplio y largo.
- Copa Riedel magnum overture: En nariz abría bien y sacaba fruta y notas minerales, resultando agradable. En boca sin embargo volvía a entrar musculoso y poco amable.
- Copa Spiegelau Authentis 03: mi favorita, y una vez más me demostró porqué. Destacaban aromas finos en nariz, flores y mermeladas. La boca resultaba menos agresiva que con las anteriores. La mejor de las probadas, que permitía un disfrute del vino.

Sobre la presentación: me gusta la botella troncocónica. La etiqueta alargada está bien, pero el nombre sigue siendo un handicap de la bodega por su complejidad al pronunciar y recordar. La botella es negra, y el corcho de buena calidad, por lo que se ve que se esmeran en cuidar los detalles. Lo maridé con un plato de pasta contundente, que no le iba mal. A pesar de eso, no es mi estilo de vino.

Picota violáceo de buena capa. Tiene una nariz bastante intensa, bien definida, con bastante peso de fruta en la que destacan las notas golosas de fruta negra madura, algún toque tostado y algún recuerdo a dulce de leche. En boca tiene un ataque bastante intenso, ligero aunqeu goloso, con buena acidez, ligera sensación secante, un toque amargoso y bastante longitud.