Dorado pálido. Nariz de media intensidad, bastante perfumada con toques de flores blancas y notas frutales y un cierto carácter uvoso.
En boca resulta seco, con buena acidez y recorrido medio. Con un final algo amargoso.

Un vino que mira al Mediterráneo del que bebe su luminosidad blanca, con el amarillo del primer color que toma el limonar.
Limpio y brillante, las notas se reflejan con mayor atractivo en la temperatura adecuada(7ºC), con una impronta a cítricos, pera y vainilla; cremosidad en boca, con una entrada muy viva, en la que coinciden "bordes" de almendra amarga y la punta dulzona de una recogida en el momento óptimo.

Hecho para las tardes del verano, con un grado bajo de alcohol, y capaz de aguantar platos de marisco, paella y pescado. Pero, lo mejorcito de todo, su bebida sin más compañía que la tarde levantina y el olor a salitre de la mar cercana.

Dorado pálido. Nariz bastante perfumada, de intensidad media, muy uvosa, con toques de miel y flores blancas. En boca resulta seco, untuoso, con cierta amargosidad, buena acidez y bastante recorrido. En nariz muestra más equilibrio que en boca.

Dorado pálido con suaves reflejos verdosos. Nariz intensa y muy expresiva, bastante golosa, con dulces notas especiadas, recuerdos a laurel, toques herbáceos y un punto cítrico (sobre todo limón). En boca es untuoso, con acidez correcta y buen recorrido, suave amargosidad y un sutil punto dulce. Mejor en nariz que en boca aunque pese a todo, muy prometedor.

Color amarillo bastante pálido y con reflejos verdosos. Nariz fresca, muy expresiva y de buena intensidad donde destacan los aromas florales sobre una base de fruta blanca (pera), tropical (piña) y cítricos (lima). Tiene un paso por boca bastante suave aunque con cierta amplitud. Es un vino no especialmente complejo y que invita a beber. Muy buena relación calidad precio (sobre unos 5 euros).