Granate de capa muy baja y amplio ribete atejado. Es impresionante cómo evoluciona en el decantador con pequeños pasos de gigante. Elegante aroma, es fino, sutil, con un hilo conductor de especias y vegetal que sobrevuela en todo momento a los frutillos silvestres maduros con suaves pinceladas de caramelo de fresas y tostaditos. Notas terrosas, de tabaco, balsámicas y de sotobosque umbrío. En una segunda fase aparece un recuerdo de zarzaparrilla y confitura de frambuesas, sobre notas de especias, cueros no muy viejos y unas magnificas sensaciones cárnicas que redoblan la elegancia inicial al sonido de un pasodoble sensorialmente terciario. Hay tostados algo secos que evolucionan hacia el carbón vegetal pero siempre manteniendo un espectacular corazón frutal – hasta recuerdos de hueso de albaricoque - con algo de vainilla y canela. Es boca es muy rico, con una elegancia contundente y robusta, taninos limados pero con volumen que trasladan una rica fruta del bosque en confitura y suaves notas tostadas en el paso, que le dan percepciones cremosas y de fruta madura. También se queda en la evolución como un recuerdo de curry y pimienta entre un matiz amargosamente noble, que se va a la retronasal antojándose más vegetal y especiada. Es como un bombón de licor envuelto en fina seda de especiados y torrefactos. Posgusto frutal, de licor de casis y levemente amargoso, que deja una emocionante sensación de escasez bucal lo que hace que irremediablemente busques, con académica ansia de un adicto, otro sorbo. Está pletórico y comedido a la vez. Creo que con bastante posibilidad de mejoría en botella, es impresionante lo entero que aún está. Es otra joya enológica riojana de nuestro pasado glorioso más desconocido y a la vez cercano. Cuando termino de tomar una copa de este vino siento con si me pasasen la mano por la cabeza a modo de caricia maternal y se me pegan todas las sensaciones de golpe en el paladar. Esta botella lleva le mención de reserva 1961.

De color granatoso de capa media-alta, muy oscuro, tapado. Extraordinariamente extraído para un vino que ha superado ya las siguientes 50 cosechas, incluso para un Riscal de ese periodo. Del todo imposible datarlo a simple vista. Sin asomo de precipitados, limpísimo, brillante, con reflejos granadinos y rojizos. Ribete mínimo, atejado, de marcada diferencia respecto a un menisco que lo ocupa todo.

Ceñudo al tiempo que potente, complicado de asomarse a él. Al abrirse hace una exhibición de fuerza con extrañas notas de arrope de miel, yodados, brea, regaliz negro y un fondo mineral balsámico muy intenso que hace pensar en un porcentaje altísimo de cabernet sauvignon. Infunde respeto, hosco, aunque sin tufos ni problemas reductivos. Reservado durante 4-5 horas en botella. Apenas dialoga, quizás algo más especiado y sacando tímidos apuntes de monte umbrío y café quemado. Intimida!!

En boca más y mejor. Musculoso, cimentado en una estructura tremenda, con taninos marcados y una gran sensación de extracción. Acidez muy fuerte, madera finísima de fondo, espectacular!! y un ir y venir de fruta negra muy madura, especiada, amarogosos, largoooo. Un Marqués de Riscal diferente, y extraño, sin domar, dotado de una pegada demoledora. Vinos así parece que nunca estén en su mejor momento. Necesita muchísima botella. Tiene tanto potencial que asusta. Para recuperar en 20 años... Fue un placer conocerte!!!

Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2014/09/marques-de-riscal-1961-reserva.html

Increible color el de este vino para tener casi 50 años.

Algunos dicen que tiene mucho cabernet. No lo se, pero el vino se nos muestra con potente rusticidad, taninos vivos y fuerza a veces hasta desbocadas, hasta el punto de parecer que le falta algo de elegancia.

Aromas a barro caliente, trufa, fruta pasificada.

Algo falto de acidez en boca y con fruta muy madura, quizás algo pasada. Aun vivo pero ya cansado. Debió ser muy serio este vino hace años.

Bastante subido de color y oscuro, buen aspecto mostraba.
Nariz muy terrosa, con algo de fruta muy madura casi pasificada. Al rato se volvió mas balsámico y daba claras notas de miel, una miel muy floral, eso si.
En boca no acabó de convencerme, se repetían las sensaciones terrosas de la nariz, correcta acidez pero algo falto de chicha. A mi parecer se desmontó bastante rápido.

Aparece con un capa de color intensa para la edad que presenta. La nariz rápidamente expresa una sensación tremenda de barro, arena mojada y hongos. La intensidad es buena y el vino empieza a dar alguna cabriola hacia restos de especias y algún toque como balsámico ligero. Vuelve a cambiar en nariz y resulta hasta similar a toques de PX. Me recordaba la miel y cierta uva madura con algo de pasificación y toques de café.. Curioso. Al entrar el vino en la boca la estructura es buena, agradable aunque con cierta rusticidad. Sí, no está excesivamente pulido y tiene un toque levemente amargoso en su paso medio. La acidez está presente, el cuerpo es medio y la longitud es larga. Deja un gusto de nuevo terroso y atrufado. Un gran vino desde mi punto de vista aunque es posible que le falte algo de elegancia.