47 años después...

Aparece con un capa de color intensa para la edad que presenta. La nariz rápidamente expresa una sensación tremenda de barro, arena mojada y hongos. La intensidad es buena y el vino empieza a dar alguna cabriola hacia restos de especias y algún toque como balsámico ligero. Vuelve a cambiar en nariz y resulta hasta similar a toques de PX. Me recordaba la miel y cierta uva madura con algo de pasificación y toques de café.. Curioso. Al entrar el vino en la boca la estructura es buena, agradable aunque con cierta rusticidad. Sí, no está excesivamente pulido y tiene un toque levemente amargoso en su paso medio. La acidez está presente, el cuerpo es medio y la longitud es larga. Deja un gusto de nuevo terroso y atrufado. Un gran vino desde mi punto de vista aunque es posible que le falte algo de elegancia.

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