La criatura crece sin parar, no se vislumbra su límite, se muestra ya adulto. Se está haciendo grande, muy grande. Marca un estilo clásico, elegante, pero está al día de todo: cuándo unos van, él ya vuelve. Es un ganador, un tío duro, bien perfumado pero sin pasarse, a la vista brilla con luz propia, pero en las distancias cortas gana enteros, te atrae con la naríz, pero con la boca te tumba. Un seductor. George Clooney hecho vino dirían algunas.

Picota cubierto. Borde anaranjado.
Nariz: Intensa y compleja. Notas de brea.
Boca: Potente y complejo. Concentrado. Algo pesado tras abrirlo. Mejora con la aireación. Muy expresivo. Postgusto largo y muy rico.

Este vino cada vez que lo pruebo me da distintas sensaciones, eso no se si es bueno o malo, pero lo que esta claro es que no me acaba de enamorar, sin dejar de reconocer que es un vino sobresaliente y que esta muy bien hecho.
La botella en esta ocasión no ha sido tan "excepcional" como la catada el 29/10/09, pero me ha parecido un poco mejor que la que descorche el 2/05/08.
Lo dicho bien hecho, complejo y con muy buena estructura, pero sin enamorarme.

Pues sí, este vino es a mi juicio bastante singular y personal.

La botella de hoy se presenta con el corcho en perfectísimo estado de conservación, consecuencia del mimo que se le ha dado desde que salió de bodega, se viste de color picota oscuro con ribete rubí, lágrima glicérica y delgada.

En nariz el vino es elegante lleno de sutilezas, tan solo ha habido que oxigenarlo al principio para que se le vayan algunas notas de reducción, pero el aire y un poco de tiempo han hecho maravillas, algunas de las notas más significativas son un aroma inicial a leche cruda, fruta roja, en especial fresas y negra confitadas, aromas de cedro, discretas notas minerales, hongos, trufas y buena complejidad.

En boca es una maravilla, pura seda, suavidad, elegancia y un magistral desarrollo con esa acidez que mágicamente va dejando paso al dulzor de sus taninos bien maduros y señoriales, longitud y persistencia media - alta.

Algo menos expresivo que la botella anterior pero más elegante y sutil, cuestión de gustos, pero sin duda un gran vino.

Un año y pico después, este vino ha mejorado notoriamente, ahora la nariz es bastante más elegante y sin perder nada de la potencia que tenía, la fruta muy concentrada, los tostados muy elegantes, crema catalana, especias, minerales, etc, etc, mucha complejidad.
En boca es potente, con un paso de boca con mucho equilibrio y con enorme estructura, ahora existe más elegancia y esta mucha más redondeado, los taninos un poco menos potentes y más nobles, el retronasal es excelente y complejo y el final muy largo y con gran persistencia.
Fenomenal la mejora de este vino en botella, eso es lo que hace grande a los vinos.

Complejo, frutal, se presenta con elegantes aromas muy atractivos, grosellas, moras, entre eucaliptos y hojas de tabaco; la tierra húmeda arrastra pequeños matices que van desde la pizarra a inciensos, boletus edulis y mentolados. Enarbola el vino despues de estos toques en nariz una pasión de buen hacer que en boca sacude fresco, carnoso y muy goloso donde las maderas aromáticas dejan una liviana raspadura seca que se deshace con el conjunto muy bien equilibrado (las moras y algo de pimienta negra) dando un cuerpo redondo al vino. Acidez, fruta, taninos, cueros, tostados, granos de café y mucha persistencia. Fenomenal fruta, es como tener entre dientes un grano de uva y sentir como los dientes lo revientan... llega el frescor, aparece el regaliz...termina tan sensual...

Este vino sigue potente y complejo y con cierta elegancia en nariz, sobresalen sobre todos los aromas las notas de frutos licorosos, también frutos rojos y negros maduros, regaliz, café, chocolate y minerales.
En boca es potente y sabroso, paso de boca bien equilibrado y con mucha estructura, los taninos siguen siendo potentes pero nobles, muy buen retronasal y el final es largo y con mucha persistencia sobre todo licorosa.
No esta nada mal.

Esta es la botella que hace nº4 de la caja de 6 que compré, y éste sí que está de "infarto", lo bueno, que me quedan 2 más, lo malo, que solamente me quedan 2...
El aspecto del vino es inmejorable, picota oscuro, ribete granate, brillante, limpio y con algún que otro depósito que queda al final de la botella.
Ya desde lejos nada más verterlo sobre la copa me ha dado unos exquisitos aromas a frutos rojos como fresas y frambuesas, aromas que se confirman al acercármelo e inhalar sumergiendome en un sueño de notas balsámicas, pimienta, me hace bajar al centro de la tierra con sus notas minerales, me lleva a los bosques de laurisilva, cedro, notas a plátano, fondo de piña, hidrocarburos, trufa, algo de regaliz, cacao, café, es como una evocacion a todos los sentidos, a la niñez, sensaciones irrepetibles, esto es lo que siempre debería ocurrir cuando abres un buen vino.
Cuando me lo llevo a la boca denota cierta potencia, elegancia, acidez que le da frescor, taninos en forma, quizás un pelín rugosos, esto último es para no dorarle la píldora tanto a Don Fernando, largo y muy persistente.
Su retronasal es espectacular.

Picota con reflejos amoratados.
Nariz inicialmente algo reducida, cueros, brea, betún, recuerdos vegetales, hidrocarburos, pimienta y algo de pimiento de verde.
En boca tiene un ataque potente, tanino por pulir, pimienta y lácteos en la fase final del paso por boca y unas aristas alcohólicas que afean un poco el conjunto.
Este vino necesita muuuuucha botella.

Picota cubierto y vivo. Tiene una nariz intensa, franca, atractiva, en la que la fruta tiene notable protagonismo, algún toque de betún, algunos tostados, regaliz negra, algún toque vegetal, algo de carbón vegetal y un fondo especiado. En boca tiene buen ataque, sabroso, cuerpo medio, buena acidez y notable longitud. Los taninos están marcados, todavía faltos de pulirse en la botella, son carnosos y su paso es algo amargoso.
Muy buena presencia y con mucha vida por delante.