Impresiones anárquicas sobre la feria-congreso

Este año no tenía muy claro si iría, la edición anterior no me había dejado con buen sabor de boca. Lo fui dejando y cuando ya casi se me había echado el tiempo encima decidí solicitar la acreditación, total, no tenía nada que perder, tenía tiempo libre y si no me convencía, con no volver bastaba.

He de agradecer a la organización que me concediera dicha acreditación a tan última hora y eso ya me puso de buen humor. La perspectiva de saludar a amigos que hacía tiempo que no veía también y ¿por qué no? algún vino bueno tenía que haber ¿no?

Lo que sí decidí es que no iba a ser una visita reglamentada, con apuntes e inscripciones a catas, este año iría por libre para bien o para mal, me pasearía, charlaría, cataría y después contaría, si merecía la pena.

No madrugué. Llegué a IFEMA sobre las doce y la primera sorpresa agradable fue encontrarme con un fluido proceso de acreditación y una no excesiva cola para el guardarropa. Accedo al segundo piso via escaleras mecánicas y tras pasar el umbral de torniquetes donde leían el código de barras de la tarjetita colgada del cuello me encuentro con que me he metido en Madridfusión ¡¿?!!!!!!!

Salgo por el lugar donde se indica y tras volver a tener que mostrar el código de barras para su lectura me dirijo al mostrador de información donde para mi sorpresa -segunda puesto que también fue agradable- se me informa de que Enofusión está dentro de Madridfusión, integrado en el congreso. Todavía recuerdo el año pasado cuando acceder a la parte gastronómica del evento estando acreditado para Enofusión estaba prohibido, aunque yo conseguí hacerlo, sin querer, lo prometo ;-)

La primera impresión también me inspiraba buenas vibraciones: el Enobar a la izquierda era más o menos de las mismas dimensiones que en años anteriores sin embargo Expobodegas a la derecha, pasillo jalonado de pequeños stands donde las bodegas podían presentar una amplia selección de su gama directamente a los profesionales, había crecido y resultaba atrayente.

Me encuentro con Mayte Santacecilia (Bodegas Santa Cecilia) que junto a Gonzalo Verdera (Todovino.com) a Quim Vila (Vilaviniteca) y a Andres Ardid (Lavinia) había estado dirigiendo el debate: El vino que viene: Nuevas herramientas de venta y promoción. La oportunidad de las tiendas de vino online en el Centro del Vino, espacio de espacio pensado para vivir la cultura del vino a través de catas y conferencias, que se encontraba justo detrás de Expobodegas. Nos saludamos afectuosamente, en muy poco tiempo hemos pasado de no conocernos de nada a parecer que lo hacemos de toda la vida, lo debe de dar el barrio que hemos compartido ;-)

Prosigo por el pasillo de Expobodegas, veo enfrente de mí un stand concurridísimo que no es otro que el de González Byass, a su lado Ramón Bilbao y Mar de Frades (no se pierden ni una!). De frente, a mi derecha, Bodegas Yuntero, Casa Mariol, Campos Reales, y ¡Oro Wines! Para allá voy directa a darle un abrazo a mi querido Antonio Caravaca, que hace meses ya que no le veo. Ya en plena charla de ponernos al día de nuestros devenires vemos a José Luis Contreras y departimos un rato sobre eventos pasados, presentes y futuros. Llaman a Antonio por teléfono, le dejamos trabajar y yo sigo investigando...

Un poco más allá, al final de Expobodegas, me encuentro con una novedad de este año: el Wine Corner, una pequeña zona acotada con varias mesas en la que había programadas catas -cada una de un vino- comentadas por representantes de cada bodega. Un cartel con los horarios de cada una facilitaba enormemente la planificación y yo me apunté la hora de una que me interesaba especialmente, la de Marques de Valdueza Etiqueta Roja 2009.

Decido que es hora de empezar a probar vinos y giro mis pasos hacia el Enobar. Está muy concurrido y tengo que esperar unos minutos antes de entrar porque, otra buena noticia, a partir de cierto número de personas cierran el acceso para que se pueda catar con tranquilidad.

Aunque debería de haber empezado por los espumosos y blancos, como ya he dicho anteriormente esta visita se iba a regir más por los impulsos que por las razones y en cuanto vi El Nogal 2006 de Pago de los Capellanes me tiré de cabeza a recordar las buenas sensaciones que siempre me aporta, su elegancia y gracia en el paso largo y persistente...

Me encuentro con Mª Carmen, mano derecha, Jefa de Sala y pareja de Ricard Camarena. Dulce y totalmente asequible recordamos nuestro último encuentro y departimos sobre los vinos del Enobar. Le pregunto por Ricard "Por ahí anda, muy liado el pobre..." Nos despedimos para catar en soledad y seriedad. Aquí reseñaré los vinos que más me llamaron la atención para no convertir esta crónica en un catálogo ;-)

Y ya sí, voy al inicio de la ruta. Nada más ver el espumoso que Mar de Frades ha hecho con la uva albariño, Mar de Frades Brut Nature, sé que lo tengo que probar y así lo hago. El resultado es un juego de burbujas muy frutal y ácido que se bebe con mucha facilidad aportando alegría y frescura. 

Un vino muy recomendable para aperitivos y mariscos como unas buenas gambas plancha pues su acidez te limpia paladar y lengua, y acompaña el sabor de la carne de la gamba con su frutosidad. Me gustó.

Mi segundo descubrimiento blanco fue el Morlanda Blanc 2011, originario del Priorat y elaborado con un 85% de garnacha blanca y un 15% de macabeo en esta bodega perteneciente al grupo Freixenet. La nariz está muy bien conseguida, suficientemente compleja y con mucho atractivo frutal y floral. En boca es carnoso, persistente, voluminoso y frutal. Voy de descubrimiento en descubrimiento con este grupo, primero fue el Cuvée D.S. y ahora este rico blanco...

Ya es hora de la mini-cata del Marqués de Valdueza Etiqueta Roja 2009. Me acerco a la persona que parece que la va a guiar para preguntarle si el creador del vino, Dominique Roujou de Boubee, va a estar también, enólogo inquieto como pocos, con vástagos creados en la Ribeira Sacra, Extremadura, Valencia y Priorat, siendo los que yo he probado, reflejo fiel de su tierra, quien me responde no es otro que Borja Mendaro, Director Comercial de la bodega que será nuestra guía en este pequeño pero curioso espacio de catas que es el Wine Corner, uno de los varios aciertos de la edición de este año.

El vino es potente pero equilibrado, con mucha frescura y humedad en nariz que yo no habría situado en Extremadura y menos en un 2009 que fue un año cálido. Ensamblaje sin fisuras de la cabernet sauvignon y la syrah, carnoso, sabroso y con un punto picante de pimienta.

Salgo de Enofusión y me doy una vuelta por Madridfusión. Hay una conferencia en el escenario pero realmente no sé sobré qué tema versa. Sigo paseando y me encuentro con el stand de Repsol en el que, supuestamente, tres restauradores galardonados con dos de sus preciados soles, iban a regalarnos con unas tapas diseñadas exclusivamente para MadridFusión. No queda nada y pregunto a un cocinero que está recogiendo bártulos, me informa de que empezarona las doce y media, que se suponían que tenían que dar 200 tapas por jornada y que habían agotado existencias después de servir ¡300!!!!! Me asegura que estarán de nuevo mañana y yo me prometo a mí misma que no me lo pierdo.