A la vista se muestra con un color picota alto, con ribetes y destellos rubís, con una capa de tipo muy alta y lágrima con una densidad alta.
En la nariz se presenta con una intensidad de media, con fruta de tipo negro maduro e incluso confitado, con detalles de cacao y tostado.

Al paso por la boca, resulta con paso con cuerpo y sabroso, cierto amargor, taninos presentes y agradables, maduros y hasta algo dulces. Aun tiene buena acidez.

Fase final más bien larga con los detalles dulces de nuevo.

La etiqueta con predomino del negro y una contraetiqueta, que entre ambas tiene poca información.

Cata realizada en el Club de Catas Círculo de Recreo, en la jornada con recorrido por Murcia y Alicante. He catado este vino hace más de un año y sigue con su poder intacto

Rojo picota con borde granate, lágrima fina.
En nariz se muestra muy agradable, buena intensidad aromática.
Muy sabroso, frutos rojos, buena intensidad. Buena integración de la barrica, se puede disfrutar la fruta. Postguto medio.
Comprado en la bodega, no recuerdo el precio. Creo que utilizan la uva que sobra del ensamblaje de este vino para hacer otro, el Viña Detrás de la Casa, que en el 2006 ha sido de syrah, riquísimo también por cierto.

Rojo picota de buena intensidad, borde granatoso, limpio y brillante.
Intensidad aromática media-alta, complejo y expresivo, fruta madura, varietal, ahumados, notas herbáceas y tostados finos.
Paso de boca rico, goloso, carnoso, terso, equilibrado, gustoso, buen recuerdo en boca.

Rico descubrimiento, buen reflejo de la monastrell, aunque acompañada de otras variedades. Para nada se nota los 14,5%, buen trabajo en bodega.
Precio sobre los 14 €, bien pagados.

VISUAL: Capa alta, de color picota con borde granate.
OLFATIVA: Alta intensidad inicial, complejo y muy aromático. Destacan los ahumados, tostados, la fruta negra, café. Al agitar la copa aún más licoroso y complejo, regaliz, cereza confitada, vainilla, chocolate. Marca mucho la madera, caramelo, coco, balsámico, anisado.
GUSTATIVA: Ataque suave, afrutado y equilibrado, sabroso, algo amargo, licoroso y muy balsámico en postgusto.

De capa alta y bien cubierta, con toques brillantes que se acercan a los tejas, despliega aromas a frutas rojas y tostados bien integrados, pasando potente por boca y persistente, predominan ahora la compota, el cacao, con algun toque herbaceo. Agradable y acogedor.

Color picota con una buena dosis de brillantez.

En nariz frutas negras de tipo silvestres (moras) frutas confitadas y detalles de tipo madera, como los tostados.

En boca sabroso, con detalles de nuevo que se apreciaban en la nariz, destacando mas los tostados y con unos taninos maduros.

Fase final de tipo media larga con detalles dulces.

color rojo picota brillante capa media alta y denso

en nariz domina los frutos rojos regaliz cacao y un tostado fino de fondo

en boca tiene empaque es redondo con una buena acidez y pos gusto largo

Cereza picota con borde granatoso y espejo limpio. Lagrima corta y rapida.
Nariz media con frutas negras maduras en primer plano , y luego mantequilla, tostados y un fondo despecie.
Paso por boca con cuerpo medio, sabor frutal y un fondo amargoso
Postgusto medio

Fue el 8° que se probó en la cata monastrell. Tiene un pequeño porcentaje de cabernet sauvignon, syrah y garnacha tintorera.

Es un vino picota oscuro, con ribete granate y lágrima muy fina. De capa alta.
En nariz lo primero que llama la atención es lo marcado que tiene el alcohol. Aparecen frutas rojas mezclados con vainillas.
En boca no se notan esos 14,5% de alcohol que tiene y que nos daba en nariz. Resulta un vino suave con final cálido en el que para mi se imponen un poco los tostados de la crianza a la fruta. Postgusto largo y agradable.

Lo pedí en el restaurante porque me sonaba de haber leído algo aquí.

Capa alta. Color granate intenso. Lágrima abundante.

En nariz, cerrado. Predominaba un olor a escabeche con aromas tostados que iban y venían.
En boca, apagado. Algo de fruta pero, sobretodo, se notaba la graduación alcohólica.

Nos fuimos del restaurante y me llevé la media botella que sobró a casa... En fin.

Por la noche me puse una copa para ver qué tal... sin grandes expectativas. Al cabo de un cuarto de hora de mover la copa irrumpió en nariz la fruta. Fruta negra, ligeros aromas de bollería, cuero. A medida que pasaban los minutos, los aromas se hacían más penetrantes. Mantequilla, fruta escarchada. Tostados más intensos. Aumentaba la sensación golosa. El último trago se alargó más de media hora. Las moras y los tostados estaban en pleno apogeo.

Ya lo sé para la próxima botella... porque habrá una próxima botella.