Botella abierta con una hora de antelación.
De color rojo amarronado, con ribete en tonos teja y luna lagrima fina que tiñe ligeramente la copa.
En nariz se muestra muy especiado, con una fruta negra casi pasificada, notas de tabaco, ahumados, maderas viejas, azúcar quemado...
En boca tiene una entrada con volumen pero con una acidez impropia de estas latitudes, con un postgusto muy largo, especiado, con recuerdos pasificados y un final marcadamente amargo y terroso.
Una grata sorpresa, ya que pensé que iría directa por el desagüe.