Si algo no se le puede negar a este vino es la buena aportación de fruta, tanto en nariz como en boca, aunque es de paso fácil, resulta agradable, de cuerpo medio, suave, bastante sabroso aunque se queda bastante corto en recorrido.
En nariz resulta bastante simple y de media intensidad, pero bien ordenado, con fruta muy madura y agradable toque de licor, con hierbas silvestres aromáticas, y un ligero fondo mineral.
Una de sus virtudes radica en la RCP.
Picota con ribete rubí, brillante y de buena capa, con media intensidad aromática, frutos rojos maduros en primera apreciación, notas florales perfumadas, toffes y ligero fondo mineralizado.
En boca entra de forma agradable, fresco, equilibrado, frutal y de paso bastante suave y correcto, de recorrido ajustado.
Cuando lo abrimos teníamos dudas de si ya habría empezado a decaer (o si había caido del todo) este vino joven, pero lo cierto es qque a todos nos dió la impresión de seguir vivo, pero...
Rojo picota, de media capa con ribete violaceo. Mantiene un color muy vivo.
En nariz sigue siendo frutal, con recuerdos florales a rosas.
En boca tiene buena entrada, resulta muy ligero en paso y tiene un final ligeramente alcoholico. Persistente.
En general no hizo mucha gracia a los alli presentes, a los que habíamos bebido algo más de monastrell nos gustó.
Picota alta. Nariz intensa. Que pena no haberlo encontrado unos meses antes, con toda la viveza de su juventud. De todas formas, se ha disfrutado. Aromas a fruta negra, moras y ciruelas. En boca es agradable, mantiene una tanicidad fantástica. Todavía retiene parte de su fuerza.
Fecha de cata y degustación 02-06-2009.
Vista: Cereza picota de capa alta con menisco frambuesa.
Olfato: Fruta muy madura, mermelada de ciruelas y rosas marchitas. Una nariz perfumada y limpia, franca de Monastrell.
Gusto: Muy frutal y goloso, con molla y algo astringente a la vez que sedoso y elegante. Tiene un fondo tánico que no desagrada y una calidez final muy bien medida. Equilibrado.
Corcho sintético, no lo puntúo.
Le doy un 8,2. A pesar de ser un amante de la Monastrell no son los jóvenes de esta variedad, totalmente huérfanos de crianza, los que más me entusiasman, sin embargo considero que éste está muy logrado. Lo recomiendo.
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