Mi primer Yecla

Lo pedí en el restaurante porque me sonaba de haber leído algo aquí.

Capa alta. Color granate intenso. Lágrima abundante.

En nariz, cerrado. Predominaba un olor a escabeche con aromas tostados que iban y venían.
En boca, apagado. Algo de fruta pero, sobretodo, se notaba la graduación alcohólica.

Nos fuimos del restaurante y me llevé la media botella que sobró a casa... En fin.

Por la noche me puse una copa para ver qué tal... sin grandes expectativas. Al cabo de un cuarto de hora de mover la copa irrumpió en nariz la fruta. Fruta negra, ligeros aromas de bollería, cuero. A medida que pasaban los minutos, los aromas se hacían más penetrantes. Mantequilla, fruta escarchada. Tostados más intensos. Aumentaba la sensación golosa. El último trago se alargó más de media hora. Las moras y los tostados estaban en pleno apogeo.

Ya lo sé para la próxima botella... porque habrá una próxima botella.

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