Un vino que me ha sorprendido por una potencia que muestra a raudales.

Color picota intenso con menisco hacia naranja, el color no acompaña a todo lo que viene despues.
Aroma intenso, con predominio de fruta roja (grosella, franbuesa...)equilibrio aromatico, un toque sutil de madera, mineral, torrefacto y con puntas de alcohol.
Entrada en boca potente, fresco , vuelve la fruta, gran quilibrio entre la madera y la fruta, final largo y balsamico.

Un Finca Dofi con mucho temperamento, que bien podria aguantar unos años mas.

Um Dofí diferente, con la calidez y frutosidad de la añada pero también con su ya típica elegancia, difícil de encontrar en los Priorat de alta facturación .Taninos de seda, fruta fresca, tostados de vicio. Todo placer. Muy largo. El rey de los grandes medianos.

Rojo picota de capa alta. En nariz frutos rojos y negros, matices de rebotica, madera balsamica, cafe, caja de puros y regaliz. Pinceladas de tierra mojada y sotobosque. En boca buena estructura, buen cuerpo y acidez perfecta. Los taninos vigorosos pero elegantes. Vuelve a aparecer la fruta roja y negra (mora, arandanos, frambuesa con matices amargosos. El final largo a cacao amargo, regaliz y café.

Rojo picota borde anaranjado.
complejo,perfumado,fruta negra,fondo balsamico.
elegante,sedoso,equilibrado,con una fruta y madera perfectos.

Es como un niño recién salido del mar y con los pelos revueltos. El color es el que nos tiene acostumbrado rozando el negro azabache, si se ve con perspectiva. Nariz cerrada, con grandes matices por desarrollar y con esa necesidad de orden organoléptico de todos los vinos jóvenes, pero con futuro. Hay aromas balsámicos ( mentoles ) sobre una frutilla del bosque pequeña, hojarasca, bosque umbrío, matas aromáticas y las notas típicas del paso por madera como torrefactos y regaliz, que se vislumbran en el resto de nariz. También ostenta la clásica mineralidad prioratina con ese carácter rustico y terroso que tanta fuerza transmite en los buenos viñedos. En boca hay un gran cuerpo desde el ataque y estructura, excelente acidez y un paso lleno de sensaciones contrapuestas. Por un lado los matices astringentes de su juventud y por otro un fondo de buena materia prima que empieza a hablar. El posgusto deja unas sensaciones amargosas, hoy por hoy, más identificadas con la madera que con la fruta, trasladando matices intensos en su final de Frutilla Negra con Regaliz. Todo un potencial, con raza y origen.